La segunda jornada de huelga de los tripulantes de cabina de pasajeros (TPC) de Ryanair en?España se saldó con la interposición de una denuncia ante la Inspección Laboral por parte de los sindicatos por el uso de "esquiroles" para cubrir el 100% de las rutas internacionales -cuando Fomento estableció que fuera el 60%- y por amenazas de despido hacia los empleados que cubren los servicios mínimos impuestos por no ofrecer todos las prestaciones de mayordomía a bordo.?

Luciana Sidi, representante del sindicato Sitcpla Ryanair Las Palmas, expuso ayer que no se ha producido ningún tipo de acercamiento entre la empresa y los empleados de la aerolínea de bajo coste, por lo que la movilización, realizada en contra del cierre previsto para el 8 de enero de las bases de Tenerife Sur, Gran Canaria, Lanzarote y Gerona, que puede afectar a 500 trabajadores, seguirá adelante los días 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 29 de este mes. Tenerife Sur se convirtió en la jornada de ayer en el aeródromo canario en el que mayor incidencia tuvo este paro.

Sidi lamentó que se vulnerasen los derechos de los empleados con la amenaza de despido que, según señala, reciben. Fomento fijó unos servicios mínimos con los que Ryanair está obligada a garantizar el 100% de los vuelos no peninsulares y el 60% de los peninsulares e internacionales con desplazamiento igual o superior a cinco horas. Sidi explicó que se cubren todos los servicios mínimos, pero no aceptan que se les exija hacer "un día normal de ventas" porque se acogen a su derecho a la huelga. Tanto Sitcpla como USO denunciaron, asimismo, que un vuelo hacia Frankfurt-Hahn fue operado desde Tenerife con tripulación inglesa "esquirola" y el de vuelta con tripulación alemana. USO indicó, a su vez, que se han desplazado tripulantes de cabina de la base de Oporto a Tenerife Sur y Málaga, así como que la compañía está llamando a los trabajadores de Londres-Standsted para operar desde Gerona y Barcelona.

Ante el riesgo que supone el cierre de las bases de Ryanair, el presidente del Ejecutivo regional, Ángel Víctor Torres, aseguró ante los micrófonos de Cope que su Gobierno peleará para evitar que el Archipiélago pierda conectividad. El contacto con los cabildos afectados está abierto y el diálogo con todos los turoperadores, sobre la mesa. Torres considera que "no es creíble" que se sustente el cierre de bases en una pérdida de rentabilidad, pues los datos que maneja indican un repute del turismo anglosajón y peninsular en sus rutas.