El Índice de Precios de Consumo (IPC) retrocedió un 0,6% en julio en relación al mes anterior y elevó una décima su tasa interanual, hasta el 0,5%, manteniéndose no obstante en sus niveles más bajos en casi tres años, según los datos definitivos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que coinciden con los avanzados a finales del mes pasado.

Estadística ha atribuido el repunte de la tasa interanual del IPC de julio a la evolución de los precios de las frutas, que bajaron menos de lo que lo hicieron en julio de 2018, y al encarecimiento de los carburantes.

La tasa interanual de julio es la trigésimo quinta tasa positiva que encadena el IPC interanual e implica que los precios son hoy un 0,5% superiores a los de hace un año.

Con el dato de julio, el IPC interanual retoma la senda alcista tras haber encadenado dos meses consecutivos de descensos después de que en mayo bajara siete décimas de golpe y en junio cuatro décimas.

La inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, se mantuvo en julio en el 0,9%, con lo que se sitúa cuatro décimas por encima del IPC general.

En el séptimo mes del año, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa anual en el 0,6%, la misma tasa que en junio.

Según el INE, entre los grupos que contribuyeron en julio al ascenso de la tasa interanual del IPC se encuentran la alimentación, que elevó cuatro décimas su tasa anual, hasta el 0,9%, por la evolución del precio de las frutas, y el transporte, cuya tasa anual escaló cinco décimas, hasta el 0,5%, por el encarecimiento de los carburantes.

Por contra, el grupo de vivienda recortó dos décimas su tasa interanual en julio, hasta el -1,7%, por la estabilidad de los precios del gas frente al repunte que registraron un año antes, mientras que la tasa anual de hoteles, cafés y restaurantes bajó dos décimas, hasta el 2%, debido a que los precios de los servicios de alojamiento subieron menos que en 2018.