El Plan Canario de Formación Profesional "se queda en la indefinición", es "genérico y no específico para Canarias", por lo que "valdría para cualquier comunidad autónoma". Estas son algunas de las consideraciones del Consejo Económico y Social (CES) de Canarias al proyecto de estrategia con la que las administraciones del Archipiélago y los agentes económicos, sociales y educativos persiguen estrechar la relación entre estas enseñanzas y el ámbito empresarial y garantizar la empleabilidad de sus titulados.

El plan fue aprobado el pasado octubre por el Consejo Canario de Formación Profesional -integrado por las consejerías de Educación y Empleo del Gobierno regional, las patronales y sindicatos y el Consejo Escolar- e incluye medidas para el periodo 2018-2022 que, como objetivo general, buscan "contribuir al desarrollo de un nuevo modelo social, económico y cultural, sostenible y adaptado a las singularidades" de Canarias.

Sin embargo, el CES entiende que el documento se queda muy lejos de esas intenciones, entre otras cosas porque no se decanta por "ningún modelo de mapa formativo. No sabemos si apuesta por la economía azul, por las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), por Canarias como plataforma por su posición geoestratégica, por el eje ocio-salud o por otra cuestión". A juicio del órgano consultivo de la Comunidad Autónoma, el plan "debería haber estado enmarcado en la Estrategia de Especialización Inteligente de Canarias 2020 (RIS3), que identifica y prioriza aquellas áreas de I+D y de actividad productiva en las que Canarias presenta ventajas competitivas".

Tampoco cuenta el nuevo plan de FP con un estudio de demanda, "que parece intentar suplir con un breve diagnóstico del mercado de trabajo en Canarias, muy esquemático y global, sin atender a las singularidades de cada isla o tan siquiera a los diferentes géneros". Por ello, el Consejo recomienda que el documento incorpore un análisis territorial, ya no solo referido a la realidad insular sino también a la comarcal. Igualmente, cree que debe incluir un estudio por tramos de edad y también desde la perspectiva de género.

Todo ello, advierte el CES en su dictamen sobre el proyecto de plan, es "imprescindible" para poder aplicar "las medidas pertinentes", puesto que "no existe una receta genérica para solucionar la elevada tasa de paro que presenta el Archipiélago, actualmente del 21%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año.

Cómo abordar la oferta laboral

El órgano de consulta de la Comunidad Autónoma en materia económica y laboral tampoco está conforme con la manera en que el plan aborda la oferta, que, a su juicio, recibe un tratamiento "muy general y no hace referencia a las diferentes enseñanzas que la componen en cada territorio". Recuerda el CES que en algunas zonas se produce un "exceso de oferta" y en otras "un desencuentro muy importante entre demanda y oferta de enseñanza" que provoca que algunos alumnos no obtengan plaza en el ciclo que han solicitado. "La oferta formativa tiene y debe realizarse de forma consensuada, en la que necesariamente deben participar los agentes sociales", observa.

Del análisis de los datos referidos al curso 2017-2018 -el inmediatamente anterior a la elaboración del plan- se desprende que un 17,4% de la oferta se quedó sin cubrir, una cifra global que, según el CES, no puede ser correctamente interpretada si no se conocen los registros territorializados y por tipos de enseñanza. El órgano que preside Blas Trujillo incide en que el documento que se ha sometido a su consideración no aporta datos de las enseñanzas que se ofertan y en qué casos la demanda supera a la oferta. De hecho, el dictamen llama la atención sobre el hecho de que el ajuste entre oferta y demanda "empeora de año en año", dado que la primera aumenta y la segunda retrocede entre los cursos analizados (2016-2017 y 2017-2018).

En cuanto a los recursos, el CES señala que el Plan Canario de Formación Profesional 2018-2022 no contempla una distribución anual ni territorial de medios personales y materiales necesarios para ejecutarlo. En lugar de evaluar el coste "en función de las actuaciones que se deben implantar", el documento "simplemente" formula hipótesis de cómo pudieran evolucionar los presupuestos de las dos consejerías implicadas, la de Educación y la de Empleo. Pese a sus reparos, el CES valora el "esfuerzo integrador" entre las distintas modalidades de FP que caracteriza el texto y llama a reforzar la colaboración entre centros educativos y empresas.

Imagen del empresario y autoempleo

El Plan Canario de Formación Profesional 2018-2022 propone fortalecer el "contacto directo" entre el ámbito educativo y el empresarial, promover la capacidad emprendedora de los estudiantes mediante el apoyo al autoempleo y tomar medidas para "mejorar y valorar la imagen pública del empresario", entre otras actuaciones. El documento aboga por incorporar profesorado "altamente cualificado" como vía para mejorar el prestigio social de estas enseñanzas, así como por aplicar metodologías innovadoras y ejecutar infraestructuras educativas "de gran calidad". Ampliar la oferta de enseñanzas de idiomas entra también dentro de las previsiones del plan, en este caso para responder a las necesidades de una economía "vinculada al turismo y al mercado global". El proyecto aspira también a introducir una mayor flexibilidad en la Formación Profesional para así facilitar el aprendizaje para toda la vida, promoviendo la FP dual y en alternancia con el empleo. Igualmente, el plan persigue reducir su alta tasa de abandono, una característica que contrasta con su también elevado índice de abandono.