Los grandes almacenes de lujo Barneys New York anunciaron este martes que se acogieron a la Ley de Quiebras estadounidense y cerrarán la mayoría de sus establecimientos en el país debido a los altos alquileres y a los problemas financieros que afronta el sector minorista.

"Como muchos en nuestro sector, la posición financiera de Barneys New York ha recibido el fuerte impacto de un entorno minorista complicado y unas estructuras de alquiler que son excesivamente altas en relación con la demanda de mercado", dijo en un comunicado su consejera delegada, Daniella Vital.

Acogiéndose a la ley de quiebras nacional, esta firma, creada en Nueva York en 1923 y que ya pasó por un proceso de bancarrota a finales de los noventa, tratará de encontrar un comprador mientras hace una "reorganización" en su negocio, que pasa por cerrar 15 de sus 22 establecimientos en EE.UU.

Barneys continuará operando sus icónicos grandes almacenes de Nueva York, que están situados en la Avenida Madison (Manhattan), pero planea cerrar en Chicago, Las Vegas y Seattle, además de echar el candado a siete centros "outlet" y otras cinco tiendas más pequeñas.

Vital indicó que Barneys va a "revisar los alquileres y optimizar las operaciones", pero mientras tanto está "recibiendo nuevo capital para sostener el negocio": 75 millones de dólares de sus socios Hilco Global y Gordon Brothers Group.

De acuerdo a CNBC, el alquiler de Barneys en la Avenida Madison, la más importante de todas y que factura cerca de la mitad del total en el país, se disparó el pasado enero de 16 millones de dólares a 30 millones, lo que dejó a la firma sin apenas margen de beneficios, ya de por sí en descenso.

Las vicisitudes de Barneys son compartidas por otras compañías minoristas, que han sufrido el auge de las compras por internet y cambios en los hábitos de consumo, ya que muchos clientes prefieren comprar directamente a las marcas, en lugar de acudir a unos grandes almacenes.

Según una grabación obtenida por el canal, la consejera delegada dijo a sus empleados este año que "el sector entero está en modo de supervivencia" y que el modelo de negocio "no está funcionando" para sus conocidos rivales estadounidenses Neiman Marcus, Saks y Nordstrom.