La factura de la luz ha subido el 4,1% durante el mes de julio, terminando así con una racha de nueve meses consecutivos de caídas en su precio, aunque sigue siendo un 7,4 por ciento más barata que hace un año.

La factura para un consumidor tipo, con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora, ascendió en julio a 56,43 euros, lo que supone una subida de 2,23 euros respecto a junio, según el simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

No obstante, respecto a julio de 2018, el descenso es de 4,51 euros. En el mercado mayorista se repitió el mismo patrón y la luz se encareció un 9% respecto a junio pero se mantuvo un 20,3% por debajo de lo que costaba en julio del año pasado, según el barómetro de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía.