El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, ha asegurado que no cobrará a los clientes minoritarios por los depósitos, a pesar del contexto de bajos tipos de interés en negativo, aunque ha afirmado que lleva unos "cuantos trimestres" trasladando este coste a los institucionales y mayoristas.

Así lo ha indicado Sevilla en la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados correspondientes al primer semestre del año de la entidad, periodo durante el que ganó 400 millones de euros, un descenso del 22,3% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior debido fundamentalmente a un menor volumen de resultados por operaciones financieras (ROF) como consecuencia de que la rotación de carteras se hizo en 2018.

"No vamos a cobrar a los minoritarios, aunque llevamos ya unos cuantos trimestres trasladando los tipos negativos que nos cobra el Banco Central Europeo (BCE) por la liquidez a los institucionales y mayoristas", ha explicado el banquero.

Respecto a si hay margen para bajar el coste de los depósitos, el consejero delegado de Bankia cree que es "escaso", mientras ha afirmado que la contribución de su posible disminución sería "muy pequeña". De hecho, ha añadido que dentro del coste de los depósitos de clientes hay alguna partida de cédulas hipotecarias "bastante" inflexible a la baja.

De igual forma, ha subrayado que "subir precios estaría bien", pero ha reconocido que la elevada competencia en los negocios donde se concentra el margen hace complicado poder elevarlos, ya que hay "mucha tensión de precios". "No confío ni espero en que haya mejora en los diferenciales del sector por esta vía", ha apostillado.

En este sentido, Sevilla ha dicho que su plan seguirá pasando por la dinamización de los ingresos, dejando de estar focalizados en el desarrollo de la actividad comercial. No obstante, ha precisado que el año que viene incorporarán nuevas medidas para paliar el efecto de los tipos de negativos.

No contempla una fusión ahora

Por otra parte, José Sevilla, ha asegurado que la entidad es actualmente "eficiente" generando negocio, por lo que ahora no contempla una operación de crecimiento inorgánico, si bien esta situación puede cambiar en el futuro, por lo que ha dicho estar "despierto y sin dormirse en los laureles".

Respecto a la privatización, Sevilla cree que existe un "compromiso claro" de los gobiernos españoles y de los reguladores en privatizar la entidad. "Hay que buscar el momento más adecuado para hacerlo, pero el objetivo claramente es el de hacer de Bankia una entidad totalmente privada", ha aseverado.

Asimismo, el banquero ha apuntado que el límite temporal marcado por el Ejecutivo es en diciembre de 2021 para proceder a la privatización, si bien cree que el nuevo Gobierno tendrá que tomar la decisión que le corresponda respecto a la ventana y la fecha.

Con todo, ha asegurado que en caso de que el mercado descuente en 2021 que en 2022 se revertirá la postura del Banco Central Europeo (BCE) respecto a los tipos, podría aparecer una ventana ante un avance de las cotizaciones de los bancos o la posibilidad de reducir significativamente la participación pública.

De igual forma, ha asegurado que la fecha límite "presiona poco", ya que en general el mercado lo conoce, al tiempo que ha añadido que la falta de Gobierno no les afecta ni en la relación con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) ni con el Ministerio de Economía, aunque sí reconoce cierto impacto en la acción.

Salida a Bolsa

Por otra parte, el consejero delegado de Bankia ha remarcado que existe una "gran diferencia" entre un error y un delito respecto a la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011, operación que se investiga en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid) desde noviembre del año pasado y que está a punto de llegar a su fin.

"A toro pasado es fácil decir que probablemente la salida a Bolsa no fue una buena idea, pero hay una gran distancia y diferencia entre error y delito", ha precisado el consejero delegado de Bankia, subrayando que la operación estuvo "altamente regulada y reglada" por parte de banqueros de inversión, auditores externos, Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV) o Banco de España.

En este sentido, ha asegurado que muchas de las personas que desfilaron por el banquillo en la fase testifical del juicio de Bankia coincidieron con esta visión. "Los testigos aportados por las partes consideraban también que la salida a Bolsa no fue buena idea, pero no un delito", ha aseverado.