"Habrá que afrontar la recesión del turismo". Esta ha sido la primera declaración de intenciones que ha realizado la nueva consejera de Turismo, Comercio e Industria del Gobierno de Canarias. Con ella, Yaiza Castilla ha reconocido que el cambio de ciclo turístico que se inició en 2018, y la consecuente previsión de pérdida progresiva de viajeros, acompañará su legislatura y condicionará sus políticas. La diferencia es sustancial respecto a sus antecesores en el cargo, que entre los años 2011 y 2017 se limitaron a gestionar el éxito sobrevenido por el hecho de que los principales competidores del norte de África sufrieran una larga crisis de inseguridad.

Ahora, los datos indican que el primer año turístico de la actual consejera no va a ser malo, pero sí algo peor que el anterior. "Los destinos que se verán afectados este verano serán islas con gran dependencia del turismo alemán y nórdico, como Mallorca, Gran Canaria y Fuerteventura", acaba de advertir la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos. Cehat estima que el descenso en estos destinos será del 10-15%, al tiempo que ha cifrado en poco más de 400.000 el número de plazas aéreas que se perderá este verano en las Islas en relación al anterior.

El lobby empresarial Exceltur coincide con el sector hotelero en que la temporada de verano será desigual para el conjunto de destinos españoles. Y que los más perjudicados por el descenso de turistas serán los destinos vacacionales, entre ellos Canarias. En su caso, advierte que "por segundo año consecutivo la actividad del sector turístico crecerá por debajo de las previsiones para el conjunto de la economía": 1,6% frente al 2,2% del PIB.

La buena noticia es que el punto de partida con que el destino Canarias se dispone a afrontar el futuro en la nueva etapa política es alto: 15,5 millones de turistas y más de un millón de pernoctaciones. Cifras que, junto al incremento del 2,5% del gasto turístico (más de 7.115 millones hasta mayo), dan la medida de que el peso del turismo canario sigue siendo significativo en el mercado turístico mundial.

De ahí la preocupación contenida del empresariado canario, que en buena medida ha optado por flexibilizar precios para competir con los destinos del norte de África. Tanto Turquía como Egipto o Túnez crecen gracias a la mejora de la seguridad y la relación calidad precio de sus servicios y productos, que también Canarias precisan mejorar con más recursos tanto públicos como privados.

Cambio de tendencia

Empresarios y expertos vienen alertando de un cambio de tendencia que afectará a las Islas: que la actividad de sol y playa no sólo se debilita por la competencia, sino porque el mercado turístico se está dividiendo entre quienes optan por destinos vacacionales de litoral o por las ciudades, cuyas pernoctaciones crecen un 8,6%, y por las zonas de interior por su naturaleza.

Todo es aceleradamente cambiante en el sector turístico, sobre todo en el cambio de época que se está produciendo. Y la capacidad de reacción de los destinos para mantener la competitividad son la clave para garantizar su futuro. El turismo canario, sin embargo, no se ha caracterizado precisamente por su resiliencia o capacidad de adaptación en otras etapas de cambio.

De ahí que, frente a la advertencia de Exceltur de que "el turismo de costa sufre una tendencia de declive que irá a más", bajar los precios no sea una medida suficiente (quizá ni conveniente), para ganar competitividad. Hay incluso síntomas de que algunos empresarios de las Islas están dispuestos a apostar por la cantidad en detrimento de la calidad: el caso más sangrante ha sido el de dos alojamientos de Tenerife que están ofertando a sus clientes copas gratis a cambio de renunciar al servicio de limpieza.

En todos estos años de crecimiento, la actividad turística se ha desempeñado como un sector relativamente aislado del conjunto de la economía canaria, propiciando su falta de gestión un modelo de economía cuasidual. En cada legislatura, y en función de distribuciones competenciales en la organizaciones de los gobiernos, se le vincula especialmente con otros subsectores: Cultura y Deportes, en la última etapa, pasando a Industria y Comercio en la actual.

Y aunque se ha producido algún avance en el intento de vincular el turismo a otras actividades económicas, por ejemplo al sector primario para mayor consumo de productos locales en los hoteles de las Islas, la realidad es que la concepción integral del sector turístico sigue siendo una asignatura pendiente. Y la estructura del actual Gobierno de Canarias pone en evidencia que sigue concibiéndose el turismo desde una visión sectorial, y no desde una perspectiva transversal que impregna a todos los departamentos y sectores.

Así, el binomio Empleo y Turismo no termina de conectarse, ni el mercado laboral de absorber la demanda que genera el motor económico de las Islas. De ahí que, aunque el crecimiento natural de la población canaria ha sido cero y su número de desempleados sigue en la elevada cifra de 200.000 personas, se han cubierto en el último año hasta 30.000 nuevos empleos con mano de obra foránea. Y todos los expertos apuntan que la cualificación profesional y el dominio de los idiomas son la clave para lograr insertar a esos parados canarios en la bolsa de empleo que crea el sector turístico en el Archipiélago.

Los retos

Un Pacto por el Turismo Consensos La única gobernanza del turismo que garantiza una futura gestión eficiente es aquella capaz de poner en sintonía a la amalgama de agentes privados y públicos que integran el sector. Es, por ello, el primer objetivo del documento que hereda la nueva consejera, el non nato Plan Estratégico de Canarias para el Turismo (PECT 2025), encargado y ocultado hasta el cambio de gobierno por el Ejecutivo saliente. Hasta ahora Canarias jamás ha logrado suscribir un pacto por el turismo.

Formación y Empleo La cualificación profesional turística, y su vinculación al mercado laboral, ha sido uno de los grandes fracasos de todos los gobiernos. La FP dual y el bilingüismo deben recibir un decisivo impulso y mayores recursos, con implicación real del sector privado.Cualificación Profesional

Socioeconómica y ambiental Yaiza Castilla ha apuntado a la sostenibilidad como uno de los retos del sector turístico. También la regulación del alquiler vacacional. Son en realidad dos caras de una misma moneda, si se tiene en cuenta que tan importante es la sostenibilidad ambiental como la socioeconómica. Y que en 2019 se ha alcanzado el 40% de zonas costeras de España que no tiene oferta de pisos. Sostenibilidad

Agente transformador El proceso de digitalización del sector turístico no va al ritmo que Europa exige. Además, la innovación de las empresas turísticas permitiría ahorrar costes de energía, agua o luz. También actuar, por su peso y transversalidad, como agente transformador de la economía.Digitalización