Condiciones fitosanitarias más flexibles, menos control del bienestar animal y aranceles más bajos. Los ganaderos canarios advierten de que el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur pone en peligro la cabaña ganadera isleña, incapaz de plantar cara a un gigante al que le ponen la alfombra roja para entrar en el mercado europeo, pero no juega con las mismas reglas que la industria cárnica local. Los productores de vino, plátano y fruta tropical del Archipiélago también ven con temor la entrada en vigor de este tratado, firmado tras dos décadas de negociaciones y que puede estar operativo dentro de un año y medio.

Los estándares de seguridad alimentaria de Europa son muy estrictos y, tras estudios científicos, se ha prohibido el uso de determinados productos químicos por tener efectos nocivos para la salud. "Hay técnicas de producción como, por ejemplo, que en los mataderos de Brasil se utiliza cloro para luchar contra la salmonela, que aquí están prohibidas", apunta Rafael Hernández, presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Canarias. Quien, además, señala que "duros a cuatro pesetas no hay en ningún lado del mundo, si esos productos son más baratos es a costa de cuestiones sanitarias o derechos sociales".

El control fitosanitario es una de las principales preocupaciones de los ganaderos isleños tras la firma del acuerdo comercial de la UE con Mercosur. Por eso, Javier Gutiérrez, secretario general de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA), espera que las reivindicaciones del sector para competir en igualdad de condiciones se recojan en el documento final que todavía tiene que ratificar los 28 países miembros, el Parlamento europeo, el consejo de Ministros de la Unión Europea y los cuatro países que integran Mercosur -Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay-. "Como organización tenemos que conseguir que los tratados exijan las mismas condiciones a todos, porque son una garantía que Europa le da a los consumidores", sostiene Gutiérrez, que ve en este acuerdo una oportunidad para que cuando se revisen otros acuerdos de importación con terceros países se contemplen las mismas exigencias.

A esto se suma que las condiciones arancelarias de los productos cárnicos procedentes de Mercosur llegarán a Europa con aranceles muy bajos y "esto determinará que las producciones canarias no puedan competir en precio", asegura Roberto Góiriz, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Las Palmas.

Según apuntan las asociaciones agrícolas y ganaderas, en las negociaciones de este tratado se han priorizado los intereses de sectores como el terciario, los transportes o el automovilístico y "el primario se ha convertido en un rehén del acuerdo".

Brasil es un coloso de la industria agrícola y es capaz de producir siete millones de toneladas de plátano, por lo que existe la amenaza de que pueda sobreabastecer el mercado europeo y obligar a bajar los precios del plátano canario. El acuerdo con Mercosur se suma a la presión que ejercen países como Ecuador, Colombia, Perú, Costa Rica, Panamá, El Salvador, Honduras y Guatemala, que ya se benefician de condiciones arancelarias favorables para la importación de la banana. Por este motivo, las diputadas de CC, Ana Oramas y Guadalupe González Taño, han solicitado la comparecencia urgente del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, Josep Borrel, para que "explique y confirme" que España garantiza que la firma de este acuerdo no perjudicará al sector platanero canario.

En esta línea, las nacionalistas han entendido que el Gobierno de España debe garantizar que el sector platanero "no sea de nuevo moneda de cambio en los acuerdos comerciales de la Unión Europea". Las diputadas han solicitado que se constituya ya la Comisión Mixta Congreso-Senado para las Relaciones con la UE, "para que pueda sustanciarse un documento que sirva de base al acuerdo final que se apruebe".

A pesar de que la producción de vino canario no copa el mercado isleño, el acuerdo con Mercosur puede ocasionar una importante pérdida de superficie de viñedos, además de que el diferencial del precio puede "aplastar" las ventas de los caldos isleños.

Aunque todavía es pronto para evaluar la repercusión del tratado comercial entre ambos continentes, Góiriz considera que no va a ser positivo para los productos isleños, porque "tenemos productos similares, pero ellos tienen producciones enormes".

Mercosur está considerado una gran potencia económica, con un PIB de más de 4 billones de euros, lo que representa el 82,3 % del PBI de Sudamérica, y es el área económica más competitiva del hemisferio sur. Esta plataforma industrial es el cuarto bloque económico del mundo, en importancia y volumen de negocios, y la quinta economía mundial, si se considera el PIB nominal producido por todo el bloque.

La alianza "ignora" a las RUP

"Si presionamos, como mucho nos asignarán algún tipo de compensación", sostiene Rafael Hernández, presidente de COAG Canarias. El acuerdo comercial alcanzado entre la Unión Europea y Mercosur, tras 20 de años de negociaciones, no contempla ningún tipo de protección para las producciones agrarias de las Regiones Ultraperiféricas (RUP), entre las que se encuentra Canarias. "Estos tratados nunca nos tienen en cuenta y tampoco hacen un estudio previo sobre las posibles consecuencias que puede tener sobre el sector", afirma Hernández. Quien reconoce que, a pesar de que Europa tiene bastantes consideraciones con el Archipiélago, "los intereses de las empresas y los lobbys europeos pasan por encima de nosotros, que tenemos muy poco peso y, a la hora de la verdad, nos ignoran".