La anunciada pérdida de fuelle en la generación de nuevos puestos de trabajo ya está aquí. La tasa interanual de creación de empleo, medida como número medio de afiliados, ha caído del 4,09% que se registraba en junio de 2018 al 2,47% del mes pasado. Los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social reflejan la desaceleración que está sufriendo la economía. El mercado laboral continúa ensanchándose pero de manera mucho más lenta.

Las cifras confirman la previsión de los analistas desde que al final del pasado ejercicio la pérdida de intensidad de la economía se hizo realidad. Occidente, entre otros, comenzó a mostrar claros signos de fatiga. Factores como el brexit y la política proteccionista puesta en marcha por Donald Trump generaron una volatilidad inusitada y, por el segundo de ambos hechos, pusieron en alerta a los proveedores del mercado estadounidense.

Entre estos se cuenta la industria automovilística alemana. El frenazo de la economía teutona es evidente. En abril, el ministro de Economía germano, Peter Altmaier, predijo un avance del producto interior bruto (PIB) de la principal economía europea de tan solo medio punto este año.

Hablar de Alemania es hacerlo del segundo mercado en importancia para el negocio turístico canario. Si ese país y sus empresas se resfrían, las Islas estornudan con fuerza. A la caída de la conectividad que generó la pérdida de una aerolínea como Germania el pasado febrero, se une el tradicional comportamiento conservador de los alemanes.

Las primeras noticias de signo negativo sobre la marcha de la economía se traducen en una contención inmediata del gasto familiar y, por tanto, los viajes se posponen o cancelan. Eso, sumado a que destinos que han recuperado el pulso recientemente como Turquía o Egipto pueden ofrecer mejores precios, explica la caída del número de germanos que deciden pasar sus vacaciones en el Archipiélago.

Según los datos ofrecidos esta misma semana por la Encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur), en mayo llegaron a las Islas 43.534 alemanes menos que el mismo mes del año pasado, una caída del 20,7%. Es decir se perdió uno de cada cinco clientes de un año a otro.

La pujanza del mercado peninsular permite rebajar el efecto negativo de esta tendencia, pero no del todo. En consecuencia, no puede esperarse que el negocio alojativo, principal actividad económica de la comunidad autónoma, dé mucho de sí a la hora de generar empleo. Eso a pesar de que, como detalla el secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), José Cristóbal García, el sector turístico de las Islas es "muy intensivo en creación de empleo". Es decir, rubrica más contratos por cada cien camas que el resto de las regiones españolas.

En cualquier caso, siempre menos que en cursos anteriores. En cifras absolutas, entre los meses de junio de 2017 y 2018 el número de trabajadores dados de alta en la Seguridad Social en el Archipiélago creció en 31.079. En los doce meses siguientes se generaron 11.533 empleos menos, es decir, un total de 19.546.

Más números que corroboran la pérdida de fuelle del mercado laboral canario. Al paso por el ecuador del año 2015 la tasa interanual de crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social registrada en las Islas era la cuarta de todo el Estado (4,33%). En los tres años siguientes, se colocó en segundo lugar: 3,80%, en 2016; 5,65%, en 2017, y 4,09%, en 2017. El aludido 2,47% del mes pasado lleva a Canarias a descender hasta la séptima plaza del ranking de las regiones españolas.

La retracción que registra el turismo no se reparte de manera homogénea. Las áreas más competitivas y los establecimientos renovados continúan con tasas de ocupación más que aceptables. En los doce meses últimos, la hostelería -incluye también restaurantes o bares- creó 1.483 puestos de trabajo. Los servicios en su conjunto, 15.805, con especial protagonismo de las actividades sanitarias, 4.430; la educación, 2.427, y el comercio, 1.400.

De manera más moderada, pero constante, la construcción ha marcado una senda de crecimiento. En ese mismo periodo que va del ecuador del pasado año al del presente, se generaron 1.943 empleos dentro de esta actividad económica. La cuestión es saber hasta cuándo puede continuar sumando.

Al respecto, José Cristóbal García plantea que, como refleja el recientemente presentado Informe anual de la economía canaria, elaborado por la patronal de Las Palmas, "el mercado interior español ha adelgazado desde el año 2007". Si bien la economía del país refleja un crecimiento del 5,5% desde entonces, si se resta "el sector exterior", es decir, la exportaciones, "se observa una caída del 4,5%".

Una mala noticia si tenemos en cuenta que precisamente son las transacciones internacionales las que mayores peligros, llámense brexit o Trump, afrontan en el presente.

Volviendo a esa pérdida de músculo del mercado doméstico, el secretario general de la CCE la localiza "en gran medida" en el ámbito de la construcción. En Canarias, la actividad en torno al ladrillo cayó un 30%. De tal manera, concluye que, sin llegar nunca a acercarse a los niveles que se alcanzaron antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, este nicho de la economía "aún tiene margen" para continuar creciendo.

El economista destaca que en el primer trimestre de este año se obtuvieron resultados más favorables de los previstos. En otras circunstancias, eso habría motivado una revisión al alza de las previsiones que en esta ocasión se ha obviado porque "están esperando a Trump", resume de manera clara.

En la medida en que las decisiones de Estados Unidos influyan en las exportaciones europeas, las gráficas de la UE, España y Canarias dibujarán una u otra trayectoria. Si las decisiones adoptadas por Trump permiten crecer, continuará la creación de empleo en el Archipiélago.