Ayer, 1 de julio, arrancó oficialmente la campaña de rebajas. Aunque muchas tiendas comenzaron el viernes para aprovechar el tirón del fin de semana. Las calles no están muy concurridas, por ser lunes y porque los termómetros están rozando los 30 grados. Aun así, se ve gente con bolsas.

Las ofertas más codiciadas son las de bañadores y cholas. En general, los compradores buscan ropa veraniega de cara a las vacaciones. Muchos ya han decidido lo que van a comprar y tienen un presupuesto cerrado. Sin embargo, reconocen que una vez empiezan, el gasto tiende a dispararse. La media está en torno a los 100?.

Las clases han terminado, los padres siguen trabajando y comienza la temporada de dejar a los niños con sus abuelos. En estos casos, las compras dejan de regirse por el criterio de lo práctico o lo necesario. Los mayores reconocen que cuando salen con sus nietos, lo que más compran son juguetes.

El tiempo que cada persona dedica a las rebajas varía mucho. Hay quienes saben lo que quieren e invierten el mínimo tiempo y dinero posible y quienes pasan el día entero dentro del centro comercial. Estos últimos son los que más dinero suelen gastar, tanto en rebajas como en restaurantes y cafeterías.

En cuanto a las zonas preferidas para comprar sí existe consenso. Por lo general, las calles peatonales, los centros comerciales con aire acondicionado y aquellos establecimientos que permitan la devolución del producto.

El secretario general de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), Abbas Moujir, apuntó que "se espera una buena campaña" y que "si las ventas suben un 3% podemos darnos por satisfechos".

En contra de esta predicción está el previsible descenso del turismo extranjero, el aumento de las compras online y la liberalización del comercio en 2012, que desdibujó las fronteras de las tradicionales rebajas.

Se espera que el impacto de la caída del turismo extranjero se compense con el aumento del turismo nacional e interinsular, impulsado este último por el descuento del 75% a residentes canarios.