Javier Galán (Madrid, 1977) es gestor de Renta Variable en Renta 4. Asegura que el mejor momento para comprar llega cuando el miedo se desata entre los inversores y se producen caídas abruptas de los valores. En el momento actual, en el que los tipos de interés están a cero o negativos, defiende la coherencia de invertir en bolsa. Eso sí, siempre que los ahorradores estén dispuestos a aguantar más de tres años; en ese caso, asegura que la rentabilidad está garantizada.

¿Está olvidado el susto que dieron los mercados al fina del año pasado?

Ese susto vino explicado por las tensiones comerciales entre EEUU y China e, incluso, en sectores como el del automóvil en Europa. Eso alimentó la posibilidad de una recesión, especialmente en esos dos países, que se contagiaría a todo el mundo. A comienzos de año, los comentarios de Trump sobre el sentido positivo de las negociaciones llevó a los mercados a rebotar con muchísima fuerza y a recuperar prácticamente toda la caída del año pasado. Sin embargo, recientemente se han vuelto a revivir los miedos con lo de Huawei o las tarifas impuestas a 200.000 millones de exportaciones chinas que entran en EEUU. Es decir, el problema no se ha arreglado.

¿Esto es una partida de póquer? ¿Llegarán al punto de morir o matar o se acercarán?

Está bien expresado como una partida de póquer. A ninguno de los dos países, ni al mundo en general, les viene bien que haya muchas más medidas proteccionistas en un entorno cada vez más globalizado. Muchos de los proveedores de Apple están en China, con lo que el iPhone costaría más dinero y se reduciría la demanda de este producto estrella. Hay elecciones en EEUU el año próximo y Trump está jugando sus cartas poniendo sobre la mesa una posición poco transigente, pero al final todos son necesarios y tendrán que llegar a un punto en el que no haya ganadores ni vencidos.

¿Aquello fue una sobrerreacción? ¿Han aprendido los mercados a no exagerar?

Siempre hago hincapié en que el inversor no puede estar continuamente obsesionado con lo que pueda ocurrir en el corto plazo. Las bolsas, dependiendo del riesgo, obtienen rentabilidades históricas en los últimos cien años, con retornos anuales de entre el 7% y el 8% en bolsa o el 3% en renta fija. En medio ha habido dos guerras mundiales, la Gran Depresión, la crisis Tequila, la asiática, la quiebra de Lehman Brothers... Siempre ha habido hechos que han provocado que los mercados se muevan de una forma más o menos nerviosa, pero en general el mundo crece, cada vez hay más población y más clase media, más avances tecnológicos que incrementan la productividad de las empresas y su efectividad, lo que les permite ganar más dinero y que los mercados tiendan a apreciarse.

¿Convencen los tipos bajos a los inversores de lanzarse a la renta variable?

No se da esa traslación. El inversor en depósitos es muy cauteloso y la volatilidad le ahuyenta. Es el perfil general del inversor español y es un error, porque muchos se quedan hoy con un cero por ciento.

Centrándonos en la renta variable, ¿dónde se puede estar confortable hoy en día?

La renta variable, las bolsas, los fondos de inversión o las acciones siempre son lo más rentable cuando tienes un horizonte temporal de entre tres y cinco años. A día de hoy y desde hace cien años, ningún inversor pierde dinero en ese plazo. Las bolsas europeas están a precios muy razonables. En EEUU las valoraciones son más caras pero tiene allí a las grandes tecnológicas. Lo único importante es el horizonte temporal. Para más de tres años es la inversión correcta.

De las bajadas bruscas nacen oportunidades. ¿Las hay ahora?

Con los tipos de interés en cero o negativos, como sucede ahora, un inversor coherente debe tener un porcentaje de su patrimonio en bolsa, sin ninguna duda. El mejor momento para comprar es en el que más miedo y más caídas hay.