Las agencias de calificación de riesgo Moody's y S&P han rebajado de nuevo un escalón el rating de Thomas Cook, conforme a las abultadas pérdidas registradas en su primer semestre fiscal, como reflejo al debilitamiento del negocio y por extensión, de su rentabilidad, en un contexto desafiante del mercado y con el brexit de fondo.

En concreto, Moody's ha rebajado dos escalones la calificación crediticia del turoperador británico, de B3 a Caa2, a las puertas de alta probabilidad de insolvencia, por su débil desempeño y ante la dependencia de una eventual venta de su negocio aéreo para dotarse de mayor liquidez y financiar su plan estratégico.

La agencia calificadora estadounidense, que sitúa la perspectiva de la compañía en negativa, apunta también a las previsiones negativas para el verano y en cuanto a la estimación de la propia compañía de que su rendimiento continuará deteriorándose durante el ejercicio completo. Además, argumenta que independientemente de la venta de negocio aéreo, ya sea total o parcial, existen riesgos significativos sobre la estructura de su capital.

En cuanto a S&P, ha rebajado un escalón la nota de Thomas Cook, de B- a CCC+ y mantiene su perspectiva negativa, por las débiles condiciones comerciales de su negocio y por la "alta volatilidad" en su cotización por la incertidumbre del negocio y de que en este escenario pueda cumplir sus compromisos financieros.

Por su parte, Thomas Cook ha confirmado que ha recibido una oferta preliminar de la firma Triton Partners para hacerse con su negocio en el norte de Europa.

La proposición, no solicitada, comprende tanto los operadores turísticos como las aerolíneas de la firma británica en Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca, detalló la empresa en un comunicado a la Bolsa de Valores de Londres.