Stewart Tuttle (California, 1966) es el consejero de Diplomacia Pública de la Embajada de EEUU en España. Participa en la quinta edición del Summit Gran Canaria, un punto de encuentro de emprendedoras al que asisten algunas de las mujeres que han levantado a pulso sus ideas hasta convertirlas en éxitos de relevancia mundial. La legación estadounidense forma parte activa de este evento organizado por la Asociación Heroikka, fundada por la canaria Maica Gil.

¿Por qué traen la Academy for Women Entrepeneurs (AWE) a las Islas?

El propósito es fomentar el ambiente de emprendimiento, muy importante para el desarrollo económico mundial, y celebrar la quinta edición del Gran Canaria Summit revela el respeto que se tiene por él aquí. La Asociación Heroikka trabaja duramente por ello y es un socio que puede llevar el peso, nos costaría manejarlo desde Madrid. Además, Canarias es un punto de encuentro entre Europa, América y África. Es perfecto para el lanzamiento de esta iniciativa, que es parte de un proyecto piloto. Solo hay 25 países en todo el mundo que participan y España, desde el Archipiélago, es el único de Europa.

También el único país desarrollado en el que se implementa.

Trece países latinoamericanos, diez africanos uno de Asia y España. No porque el nivel de desarrollo de Canarias sea menor, sino por esos vínculos con otros continentes.

¿EEUU contempla la situación estratégica de Canarias? ¿Es aprovechable?

Claro, en la embajada lo sabemos y se requiere de cierto esfuerzo para que se perciba en EEUU. Tenemos mucho interés en divulgar nuestras ideas y vínculos comerciales con toda España, pero una parte singular es Canarias.

Technovation, una beca Fulbright y ahora la AWE. Últimamente abunda la presencia de EEUU en las Islas. ¿Estamos en un punto de inflexión de las relaciones con Canarias?

Siempre buscamos buenos socios. Tampoco somos tantos en la embajada y para poder trabajar hay que tener con quién hacerlo. En Canarias hemos encontrado a esas personas en varios campos. Tengo confianza en que la colaboración va a continuar, a aumentar. Vemos muchas oportunidades y vamos a seguir aprovechando el momento.

¿Qué oportunidades?

Por ejemplo, la posibilidad de estudiar en universidades de EEUU. Es una posibilidad trabajar con las instituciones educativa de aquí. En la embajada hay varias oficinas, una de asuntos comerciales, cada una tenemos nuestra cartera y todas interesadas en encontrar buenos socios.

¿Qué podemos esperar del AWE? ¿Qué debería ocurrir?

El programa está diseñado para ayudar directamente a 60 mujeres. Lo que se espera es que mejoren su capacidad de emprendimiento, que sus ideas prosperen, que tengan la oportunidad de contratar a otras personas, de aumentar su negocio y de ir enseñando a otras lo que han podido lograr. Para ello estarán en contacto con expertas que las guiarán y con otras emprendedoras. Si prospera el programa, quién sabe las oportunidades que pueden llegar.

¿Esa proximidad al continente africano da un valor añadido a Canarias?

Serán las empresas las que decidan qué ventaja es esa y ponderen si les conviene estar presentes en Canarias para tener mayor acceso a los países africanos o americanos. Sería fantástico, porque la prosperidad de EEUU depende muchísimo de la de otras regiones y países. Si los del Norte de África prosperan más por una relación más cercana con Canarias, para nosotros es un beneficio, aunque no sea directo. Un aumento de las condiciones de vida nos va a ayudar, porque va a crear mercado, por eso plantamos semillas por muchas partes.

¿Cómo se elimina el miedo a fracasar al emprender?

Ojalá tuviera una buena respuesta. La cultura del emprendimiento se basa en que lo importante es hacer el esfuerzo, fracasar no es el final de todo. Parte de ello es la actitud y eso es algo que se tiene que crear desde joven. También se debe a aspectos legales, que permiten fracasar en EEUU sin que sea el final de la vida. Hay quien fracasa tres o cuatro veces y a la quinta tiene su éxito. Esto es natural, todos sabemos que en la mayor parte de las ocasiones fracasamos al principio, hay que ser realistas. Evidentemente no se permite ser deshonesto, pero si uno se está esforzando y fracasa, eso no debe ser el final de todo, sino que merece la oportunidad de poder levantarse para intentarlo de nuevo.

Estuvo en Israel, Afganistán... ¿Cómo es su vida en España?

Muy distinta a la que he tenido en muchos otros lugares. Me encanta estar aquí, es un país espectacular, con una historia fascinante. Es uno de los primeros países en los que estoy, y tengo más de 20 años de diplomático, con el que tenemos una relación diplomática normal. Hablamos con el gobierno, nos escucha, a veces acepta, a veces no. Somos iguales. He estado en otros lugares donde la relación ha sido muy distinta. Venir a España ha sido como liberarme del peso y sentirme por fin como un diplomático normal. Es una experiencia muy positiva y voy a tener mucha tristeza cuando me marcha en el verano de 2020, vamos a ver a dónde.