Google y las principales empresas tecnológicas de Estados Unidos dejarán de vender componentes y software al gigante chino de las telecomunicaciones, Huawei, en repuesta a una directiva del presidente del país, Donald Trump. Alphabet, la empresa paraguas de Google, ha decidido cortar sus suministros de material informático y algunos servicios de programación a Huawei. Igualmente, los principales fabricantes de procesadores, entre ellos Intel, Qualcomm, Xilinx Inc y Broadcom, han informado a sus empleados que dejarán de facilitar componentes a Huawei hasta nuevo aviso.

Estas decisiones se preveían desde que el pasado miércoles el presidente Trump declaró la emergencia nacional para prohibir a las compañías estadounidenses hacer negocios con empresas que supuestamente intentan espiar al país ni tampoco usar los equipos de telecomunicaciones que fabrican. Dicha decisión, plasmada en una orden ejecutiva, se anticipaba que iba a perjudicar a compañías chinas como Huawei, considerada el segundo mayor vendedor de teléfonos inteligentes del mundo y el primero de España.

La respuesta de Huawei

Huawei aseguró que ha hecho "contribuciones sustanciales" al desarrollo del sistema operativo Android y que ofrecerá actualizaciones de seguridad y servicios posventa a todos sus equipos. "Huawei ha hecho contribuciones sustanciales al desarrollo y crecimiento de Android. Como uno de sus socios clave globales, hemos trabajado estrechamente con su plataforma de código abierto para desarrollar un ecosistema que ha beneficiado tanto a los usuarios como a la industria", indicó la empresa china. La compañía continuará proveyendo actualizaciones y servicios posventa a todos sus equipos, tanto "a los que ya se han vendido como a los que están aún en almacenamiento", y añadió que seguirá construyendo un "ecosistema de software seguro y sostenible" para todos sus usuarios en todo el mundo.

Entretanto, el Gobierno chino dijo que apoya a sus compañías para "defender sus derechos legítimos", en respuesta a la decisión estadounidense de limitar el aprovisionamiento de las empresas chinas y la viabilidad de Huawei. No obstante, en la rueda de prensa diaria, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China Lu Kang declaró que el país está aún revisando la decisión de Google de dejar de vender componentes y software a Huawei, el último órdago en la disputa comercial y tecnológica que el país asiático mantiene con EEUU. "China apoya a las empresas chinas para que tomen medidas legales y defiendan sus legítimos derechos", aseveró Lu.

La orden ejecutiva emitida por Trump no imponía automáticamente restricciones a la compraventa de equipos de telecomunicaciones, sino que daba al secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, cinco meses para establecer qué compañías debían estar sujetas a las nuevas limitaciones por suponer un peligro para la seguridad del país. Sin embargo, en una decisión posterior, el Departamento de Comercio incluyó a Huawei en una lista de compañías y personas a las que se vetaba el acceso a tecnología estadounidense. "La venta o transferencia de tecnología estadounidense a una compañía o personas de la lista requiere una licencia, y la licencia puede denegarse si la venta o transferencia perjudica la seguridad nacional de EEUU o sus intereses en política exterior", apuntó el Departamento.

Guerra comercial

Estas medidas se suman a la guerra comercial que Trump ha entablado con China, que ha llevado a la imposición de aranceles a la importación de numerosos productos y que ha sido respondida con medidas similares por las autoridades de Pekín, y al tiempo agudiza la batalla por el control y desarrollo de las redes 5G.

Aún es pronto para saber las consecuencias exactas que tendrá para los usuarios el veto de Google y de otras tecnológicas estadounidenses a Huawei, pero está claro que en este "tiempo de incertidumbre" los móviles del gigante chino pueden ser más vulnerables y estar más expuestos a posibles ataques. "Hasta que Huawei no diga exactamente qué va a hacer, estamos ante una situación de demasiada indeterminación para saber qué puede pasar con los usuarios", señaló ayer a Efe Eusebio Nieva, director técnico de Check Point para España y Portugal, quien no obstante advirtió: "seguro que alguien intenta pescar en río revuelto". Y esa incertidumbre salpica a no pocos millones de usuarios en España donde la marca se ha convertido en líder del mercado en el primer trimestre del año contabilizándose alrededor de 7,5 millones de terminales activos en el país. Solo en el primer trimestre del año se vendieron 1,26 millones de aparatos del fabricante chino, lo que supuso una cuota de mercado del 36%. Le siguieron Samsung (con 839.995 unidades vendidas y una cuota de mercado del 23,9%), Xiaomi (469.903 móviles, 13,4%) y Apple (346.293 aparatos y 9,9%). Los usuarios de Huawei pueden seguir actualizando hoy sus aplicaciones en Google Play y el sistema operativo, pero parece que será temporal, aunque no se sabe hasta cuándo, recalcó Nieva. "No parece que vaya a ser algo indefinido", agregó y recordó que el que Huawei pueda hacer actualizaciones de seguridad no quiere decir que vaya a acceder a la nueva versión de Android.

La seguridad, cuestionada en el líder de ventas en España

El temor de EEUU al espionaje chino

En el terreno tecnológico, EEUU lidera una campaña global para impedir que las compañías chinas, como Huawei, se hagan con el control de las redes 5G, que permiten navegar por internet con mucha más velocidad y podrían facilitar el desarrollo de vehículos autónomos y técnicas para hacer cirugía por control remoto. Desde hace tiempo, EEUU insiste en la idea de que Huawei puede ser un instrumento del espionaje chino y hay instituciones, como el Pentágono, que tienen totalmente prohibido su empleo. De hecho, el Gobierno estadounidense ha presionado a la Unión Europea (UE) para que también imponga restricciones a Huawei, que se encuentra a la cabeza del desarrollo de la tecnología 5G. EEUU teme que China use las redes 5G de Huawei para espionaje, unas acusaciones que la compañía china niega.

Caída de las tecnológicas en Wall Street

Un considerable número de firmas tecnológicas cayeron en Wall Street al cierre de la Bolsa de Nueva York, debido al veto de Google y otras compañías a Huawei en aplicación de un mandato de seguridad del presidente Donald Trump, lo que ha puesto a los inversores en guardia. Alphabet, la empresa paraguas de Google que ha cortado sus suministros de material informático y algunos servicios de programación al gigante chino de las comunicaciones, pierde un 2,14 % pasada la media sesión bursátil. A poco del cierre de la Bolsa de Nueva York, Intel se dejaba un 2,83 %, Xilinx un 3,57 % y Broadcom un 6,64 %, motivo principal de la bajada considerable del Nasdaq, que se situaba en pérdidas del 1,33 % y 103,29 unidades, hasta los 7.712,34 puntos.

Gran impacto en Europa y Latinoamérica

La decisión de Alphabet (matriz de Google) y otras compañías estadounidenses de abandonar sus transacciones comerciales con Huawei tendrá un gran impacto sobre el mercado europeo y latinoamericano y uno mucho menor en EE.UU. y China. Desde que fuese tildada por el Congreso de ser una "amenaza para la seguridad" de Estados Unidos, en 2012, la china Huawei apenas ha tenido presencia en este país (su cota de mercado es inferior al 1 %, según StatCounter), por lo que el veto se notará mucho más entre la industria y los proveedores que en la calle. En China, por su parte, el que no tiene prácticamente presencia es Google, por lo que los teléfonos de Huawei en ese país, que supone aproximadamente la mitad de sus ventas, operan con una versión modificada de Android que no lleva instaladas las aplicaciones insignia de la firma, como Google Maps, Youtube o Gmail.