Banco Santander ha comunicado a los sindicatos su intención de recortar más de 3.700 empleos y suprimir 1.150 oficinas en el marco del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la entidad acometerá por las duplicidades en la red tras la adquisición de Banco Popular y para abordar los retos de la transformación digital.

Así lo han informado fuentes sindicales tras la celebración de la segunda reunión del ERE que ha tenido lugar este martes, en la que el banco ha manifestado su intención de suprimir 1.150 oficinas y prescindir de algo más de 3.700 puestos de trabajo.

La reducción planteada por el banco afectará principalmente a la red comercial y a sus estructuras intermedias de apoyo, pero también a los servicios centrales en la medida en la que se reduzca la red a la que dan soporte.

Las fuentes sindicales consultadas por Europa Press han señalado que el proceso no se iniciará antes de que finalice la integración tecnológica entre Santander y Popular, prevista para el próximo mes de julio. Así, ven probable que el acuerdo se cierre entre mayo y junio para comenzar a ejecutarse después del verano.

El jueves 16 de mayo se celebrará la tercera reunión negociadora, en la que la dirección del Santander presentará el informe técnico para dar a conocer las necesidades de reorganización con las que justifica esta reordenación.

Durante la primera reunión, que tuvo lugar la semana pasada, la dirección del banco trasladó que el procedimiento se articulará siguiendo el artículo 12 del convenio colectivo de banca, que recoge los criterios y procedimientos en procesos de reordenación a través de medidas de flexibilidad interna y acuerdos negociados con los sindicatos.

Los sindicatos quieren rebajar las cifras

Durante el encuentro también se ha fijado la composición de la comisión representativa por parte de la representación de los trabajadores, en la que CC.OO. contará con cinco integrantes del total de trece.

El sindicato mayoritario considera que la cifra de puestos de trabajo que la dirección pretende suprimir está "sobredimensionada" y es "altamente preocupante", a la vez que ha advertido del riesgo de exclusión financiera que puede provocar dicho cierre de oficinas.

Por ello, su primer objetivo será tratar de reducir las cifras planteadas por el banco. Además, CC.OO. exigirá en la negociación, que se abre a partir de este martes, que el Santander renuncie a cualquier tipo de medidas de naturaleza traumática, primando la voluntariedad en las adscripciones con una dotación suficiente de recursos para ello.

Asimismo, insistirá en que no se planteen condiciones diferentes a las ya negociadas en el pasado en el centro corporativo o en servicios centrales y pedirá que se exploren posibles recolocaciones en el perímetro del grupo para "destruir el menor empleo posible" e invertir en la empleabilidad de la plantilla del banco para que afronte con éxito "los desafíos de la transformación digital".