El fallecimiento del empresario Germán Suárez rompía ayer en el muelle del puerto santacrucero como lo hacen las mareas malas, golpeando sin reparar en daños.

Solo la muerte ha podido varar a un hombre que construyó desde el presente y hacia el futuro, impulsor de los astilleros Astican y que apostó, en clave regional, por la incorporación del puerto de Santa Cruz de Tenerife al negocio de las reparaciones de plataformas petrolíferas como fórmula para explotar las posibilidades de Canarias, no solo de una isla, a la vista del crecimiento de esa industria offshore que flota en el golfo de Guinea.

Por encima de la ola de las rivalidades, y desde esa visión abierta y sin horizontes, Germán Suárez reconocía la importancia de la llamada economía azul: los mares y océanos como motores de la economía. De hecho, mantenía una intensa actividad dentro del puerto tinerfeño a través de una empresa de alta tecnología, de carácter regional, en asociación con otras empresas interesadas en la innovación.

Su decidida apuesta por los proyectos I+D+i, con empresas de carácter pionero, representaron un espejo y también un sólido ejemplo para el resto de empresarios isleños, quienes aprendieron junto a él a navegar y marcar nuevos rumbos poniendo la proa hacia el futuro.

Uno de los últimos proyectos en los que participó la empresa Astican está relacionado con el ensamblaje de las piezas del prototipo de la primera plataforma eólica flotante, un dispositivo que permitirá optimizar el coste de la producción de energía.

A propósito de tan triste pérdida, el presidente de la Autoridad Portuaria de Tenerife, Pedro Suárez, destacaba ayer que su figura representaba "un referente para Canarias, en su condición de empresario y también como persona", al tiempo que ponía en valor sus cualidades de "enorme trabajador, además de destacado emprendedor".

Y explicaba que lo conoció en la década de los años noventa, "siendo yo director general de Comercio" y que desde entonces vivió el progresivo crecimiento de una empresa como Astican "todo un referente a nivel mundial" en el sector de la reparación naval.

También el secretario general de la CEOE tinerfeña, Eduardo Bezares, elogió la figura de Germán Suárez, sobre quien dijo: "Se nos ha ido uno de eso grandes prohombres del mundo empresarial en Canarias".

Bezares subrayó asimismo el impulso que, gracias a sus iniciativas, conoció el tejido empresarial de las Islas.