Repsol alcanzó un beneficio neto de 608 millones de euros en el primer trimestre de 2019, en línea con los 610 millones que la compañía obtuvo entre enero y marzo del ejercicio anterior. El beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, al excluir el efecto del valor de los inventarios y los resultados no recurrentes, se situó en 618 millones de euros, un 6% más que los 583 millones registrados en los tres primeros meses de 2018.

Estos resultados muestran la solidez de Repsol y su capacidad de adaptación y generación de valor en cualquier escenario. En este sentido, el primer trimestre de 2019 estuvo marcado por unos precios del crudo inferiores a los registrados en el mismo periodo del ejercicio anterior, con el Brent cotizando a una media de 63,1 dólares por barril, un 6% inferior a la registrada entre enero y marzo de 2018, cuando se negoció a 66,8 dólares por barril. En este contexto, el área de Upstream continuó mostrando el buen desempeño de los últimos periodos, e incrementó su resultado un 12,5%, hasta alcanzar los 323 millones de euros. Las medidas de eficiencia adoptadas por la compañía siguieron demostrando su eficacia en la mejora de los resultados de este negocio.