Los empresarios turísticos canarios constatan que el boom que ha vivido el sector durante los últimos años ha llegado a su fin. El presidente de la patronal hotelera de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricúa, advirtió ayer de que, tras una Semana Santa menos buena que la del año pasado, las ventas para el periodo previo a los meses de verano se han desplomado de tal manera que, en algunos establecimientos, no superan el 50% de las plazas.

La situación supone para los establecimientos hoteleros y extrahoteleros una "vuelta a la realidad", afirmó Mañaricúa en declaraciones a Ser Las Palmas. "Las ventas vienen muy bajas", recalcó el dirigente empresarial, que describió el panorama que afronta el sector como "preocupante".

Las sensaciones en la provincia de Santa Cruz de Tenerife no son tan negativas, si bien resultan innegables las sombras que proyectan factores como la recuperación de destinos competidores, el brexit y las dificultades en las conexiones aéreas con Alemania. La patronal tinerfeña, Ashotel, mantiene las previsiones que su presidente, Jorge Marichal, expresaba a comienzos de abril. "Las ventas están un poco retrasadas y todos estamos un poco a la expectativa", señalaba entonces.

Las declaraciones de Marichal se producían durante un receso de una jornada sobre energía y turismo organizada por Ashotel. Precisamente, la creciente preocupación de algunos clientes -nórdicos, sobre todo- por la huella de carbono que producen los desplazamientos en avión a destinos lejanos como Canarias puede estar detrás, a juicio de la patronal, de una parte de las caídas que presentan las reservas.

La disminución de las ventas para los meses de mayo y junio en las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura se sitúa alrededor del 25% en relación al mismo periodo de 2018, según los datos aportados por Mañaricúa. Las cifras son inquietantes por sí mismas, pero también por lo que pudieran tener de preludio para el verano, aunque el presidente de la FEHT apuntó que todavía es pronto para hacerse una idea de cómo se comportará el sector en julio y agosto.

Según las previsiones de Ashotel, la ocupación hotelera en esta Semana Santa será ligeramente inferior a la del año pasado en Tenerife -82% frente a 83,4%-, si bien las islas no capitalinas experimentarán caídas más acusadas -once puntos en El Hierro y seis en La Palma y La Gomera-. En Las Palmas la ocupación estará por debajo del 80%, a tenor de los cálculos de la FEHT, producto del retroceso del mercado alemán, el despertar de la competencia, la pérdida de conectividad y el buen tiempo que reina en Europa.'Operación salida' hacia las Islas y la Península

La actividad en los aeropuertos canarios se incrementa a medida que se acerca el puente festivo de Semana Santa. Tenerife Norte operaba ayer con una intensidad solo alterada por algunos desvíos -dos- y retrasos como consecuencia de la niebla.

En las primeras horas de la mañana se daban cita en Los Rodeos las dos modalidades de turistas residentes: los que se dirigen a otras islas -mayoritarios- y los que optan por destinos nacionales.

Diana y Carlos son un ejemplo del primer tipo. Como en otras vacaciones, viajan a La Palma, donde tienen vínculos familiares -él es palmero-. Se trata de un destino, además, que les resulta cómodo al tener un hijo de corta edad.

También Javier y Amanda se inclinan por Canarias, en concreto por La Graciosa. Es la tercera vez que viajan a la -ya oficialmente, tras la reforma del Estatuto de Autonomía- octava isla, todas ellas en Semana Santa. Allí encuentran un entorno tranquilo, "estupendo para los niños" y que transpira libertad. "La gente va a lo suyo", dice él.

Por su parte, Sonia y Willy se disponen a partir rumbo a Madrid. "Las islas ya las conocemos casi todas", explican. Con la capital de España están familiarizados, así que esta vez han decidido hacer una ruta por otros municipios cercanos, como Aranjuez, Segovia o Ávila.