La patronal hotelera de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel) ha criticado el proceso seguido por el Gobierno de Canarias para regular el alquiler vacacional, que da "imagen de improvisación", pero a la vez defiende que se tomen decisiones "inspiradas en el interés general" aunque no gusten a todo el mundo.

El último intento en Canarias para regular el alquiler vacacional se ha producido en el Parlamento, pero ha resultado frustrado al hallar el Consejo Consultivo que la normativa propuesta podría ser inconstitucional, por lo que los grupos políticos han decidido posponerlo hasta la próxima legislatura.

Los hoteleros tinerfeños han indicado en un comunicado que el Gobierno ha dado imagen de improvisación al promover una reforma normativa contra a una parte de la sociedad, cuando lo que tiene que haber es "un espacio para el debate sosegado".

Sin embargo, "gobernar implica tomar decisiones" que "no siempre serán del agrado de todo el mundo, pero que estarán justificadas si se toman inspiradas en el interés general", según Ashotel.

Los hoteleros aclaran que no quieren prohibir la vivienda vacacional, pero debe ser regulada y ordenada al tratarse de un producto turístico, de manera que la administración debe controlar quiénes son sus operadores y titulares y dar garantías a los usuarios, así como seguridad jurídica a todas las partes.

Ashotel defiende que haya una reserva de suelo en el planeamiento para el alquiler vacacional, como ocurre con un hotel o los apartamentos turísticos, y que se establezcan capacidades máximas, bien en el ámbito municipal o insular, así como que se determinen criterios objetivos para limitar el crecimiento de la oferta.

Igual que desde 2001 y durante una década se limitó el crecimiento de la oferta alojativa en Canarias por razones de sostenibilidad y medioambientales, se deben plantear límites al alquiler vacacional, que "crece descontroladamente", argumentan los hoteleros.

Aseguran que, sin ser el único factor, el alquiler vacacional empuja al alza los precios de los alquileres inmobiliarios, especialmente en las zonas turísticas, lo cual desplaza a los trabajadores a vivir más alejados.

Ashotel defiende además que se establezcan pautas que regulen y garanticen la convivencia ciudadana porque la mayoría de viviendas turísticas están en régimen de propiedad horizontal y evitar así casos de gentrificación y de rechazo al turismo.