Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) se reúnen este lunes en Bruselas en un encuentro con una agenda "extremadamente corta", según fuentes comunitarias, y en la que el foco se centrará en el análisis de las últimas previsiones económicas de la Comisión Europea, que confirman la desaceleración europea.

El Ejecutivo comunitario presentó el pasado jueves sus nuevas proyecciones, en las que recortó seis décimas la expansión esperada para la zona euro este año, hasta el 1,3%, frente al 1,9% que calculaba hace tres meses. El principal factor de dicha ralentización es la peor marcha de las economías de Alemania e Italia, que crecerán un 1,1% y un 0,2%, respectivamente. Bruselas recortó también su previsión para España, en este caso una décima (hasta el 2,1%).

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, reconoció en una rueda de prensa que la moneda única ha "perdido el dinamismo" que registraba en ejercicios anteriores y añadió que se debe tanto a factores internos de los socios del euro como a otros externos, como las tensiones comerciales y a la desaceleración china.

Entre las razones internas, el socialdemócrata citó la menor producción del sector automovilístico alemán, la "tensión social" en Francia y la "fuerte incertidumbre" sobre la política presupuestaria de Italia.

Además de analizar los detalles de las nuevas previsiones económicas, los responsables económicos de los Diecinueve recibirán información de la Comisión Europea acerca de las últimas visitas a Portugal e Irlanda dentro del ejercicio de supervisión de sus rescates en el pasado y confirmarán que el irlandés Philip Lane es el único candidato para suceder a Peter Praet como economista jefe del Banco Central Europeo (BCE).

Además, los ministros continuarán con sus debates sobre el diseño y las competencias del futuro presupuesto de la eurozona que estará dedicado a la convergencia y la competitividad de sus socios.

Ya el martes, y junto con el resto de ministros de Finanzas de la UE intentarán llegar a un acuerdo sobre la reforma de la arquitectura de supervisión financiera del bloque comunitario y discutirán la propuesta de Bruselas de eliminar el voto por unanimidad en las reformas fiscales, algo a lo que se oponen muchos países, entre ellos Luxemburgo.