La riqueza financiera neta de las familias y de las empresas no financieras españolas, que se mide por la diferencia entre los ahorros que acumulan y las deudas que tienen, alcanzó 1,410 billones de euros a finales junio, lo que supone un 2,3 % más que hace un año.

En concreto, al cierre de junio de 2017 la riqueza financiera de familias e instituciones sin ánimo de lucro (ISFLSH) se situó en 1,378 billones de euros.

En comparación con el trimestre anterior, la riqueza financiera neta de las familias y empresas no financieras españolas también creció, el 3,1 %, ya que a finales de marzo se sitió en 1,367 billones de euros.

El Banco de España ha publicado hoy las Cuentas Financieras de la Economía Española correspondientes al segundo trimestre del año, que desvelan que los activos financieros netos de las familias españolas y las ISFLSH representaban a cierre de junio el 118,9 % del producto interior bruto (PIB), 1,9 puntos porcentuales menos que un año antes.

De la misma manera, la deuda bruta de las empresas y de los hogares e ISFLSH alcanzó 1,847 billones de euros al final del segundo trimestre de 2018, el 155,7 % del PIB, y 8,3 puntos porcentuales menos que el dato registrado un año antes.

Así, la ratio de deuda de los hogares se situó en el 60,8 % del PIB, y la de las empresas, en el 94,9 %.

Niveles ya próximos a la media europea, según ha destacado el portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano, que ha recordado que la elevada deuda externa es un factor de vulnerabilidad de la economía española, y que en el último año, hasta el segundo trimestre, las empresas, familias e instituciones financieras han llevado a cabo ajustes para tener un superávit de financiación del 4,4 % del PIB.

"Más de la mitad" de ese ajuste ha sido acometido por las instituciones financieras, que han hecho "compatible el saneamiento de su balance con la financiación necesaria en las mejores condiciones posibles al resto de los agentes económicos", lo que explica el fuerte crecimiento de la economía española, según ha añadido.

En un comunicado remitido hoy, el Banco de España también ha explicado que el total de los activos financieros de los hogares e ISFLSH -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- alcanzó a finales del segundo trimestre de 2018 un importe de 2,198 billones, un 1,7 % más.

Este incremento, ha indicado el Banco de España, fue el resultado de una adquisición neta de activos financieros de 33.000 millones durante los últimos cuatro trimestres, y de unas revalorizaciones de 4.000 millones, debidas, fundamentalmente, al incremento del precio de los activos de renta variable en el último trimestre.

En relación con el PIB, los activos financieros totales de los hogares e ISFLSH representaron un 185,3 % a finales del segundo trimestre de 2018, lo que significa cuatro puntos porcentuales menos.

La mayor parte de los activos financieros de los hogares, el 40 %, se encontraba a cierre de junio en dinero en efectivo y depósitos.

Otro 26 % de los activos financieros de los hogares se encontraba en participaciones en el capital, mientras que un 16 % correspondió a seguros y fondos de pensiones.

La participaciones en fondos de inversión alcanzó el 15 %.

El Banco de España ha explicado que esta partida, las participaciones en fondos de inversión fue el componente que más incrementó su peso en el último año en los activos financieros de las familias españolas, con un aumento de 0,8 puntos porcentuales en el último año.

Por el contrario, el peso de las participaciones en el capital fue el que más cayó, 0,9 puntos porcentuales.