El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, insistió hoy en que Europa debe mantener el acuerdo nuclear con Irán pese a la retirada de EEUU y las nuevas sanciones norteamericanas contra la República Islámica.

"Los europeos deben mantener su palabra y no ceder al cambio de humores, solo porque otros lo hacen", señaló Juncker en un discurso en el Parlamento austríaco en Viena.

"En este contexto debemos defendernos más, porque nuestras empresas europeas no deben sufrir bajo las sanciones impuestas contra Irán por otra potencia más grande", agregó el presidente de la Comisión en alusión a Estados Unidos.

"Por eso, hemos activado el estatuto del bloqueo para evitar que nuestras empresas sufran bajo las sanciones estadounidenses", recordó Juncker.

En agosto pasado, la Unión Europea (UE) hizo efectiva una serie de medidas para limitar el impacto para empresas europeas por las sanciones estadounidenses contra Irán.

Ante la preocupación de las compañías europeas con negocios en la República Islámica, la UE ha actualizado su legislación para tranquilizar a los inversores y asegurar que recuperan el daño que puedan causar las sanciones extraterritoriales de Estados Unidos,

Según la UE, las empresas tendrán que respetar las sanciones pero este mecanismo permitirá "mitigar su impacto".

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió en mayo pasado sacar a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, firmado entre ese país y seis grandes potencias en Viena en julio de 2015.

Ese tratado tiene como objetivo limitar durante un período de entre 10 y 25 años importantes partes del programa nuclear de Irán, para impedir que ese país obtenga armas nucleares, a cambio de ventajas comerciales y económicas para Teherán.

Sin embargo, EEUU y algunos de sus aliados clave en Oriente Medio, como Israel y Arabia Saudí, consideran que Irán viola el espíritu del acuerdo con una expansión militar regional y el desarrollo de nuevos sistemas balísticos.

Israel incluso asegura que tiene pruebas de que Irán trabaja en secreto en un programa nuclear militar, algo que Teherán niega.

El acuerdo de 2015 fue firmado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania.