El Banco de España calcula que el crecimiento económico entre abril y junio fue del 0,7 %, lo que supone mantener la tasa registrada en los tres trimestres anteriores, gracias a la fortaleza de la demanda interna por el elevado ritmo de avance del consumo privado.

Según su último informe trimestral de la economía española, este incremento del consumo ha tenido lugar en un contexto en el que la mejora sostenida del empleo ha seguido apoyando las rentas de los hogares, si bien se habría producido "cierto debilitamiento" al final del periodo por el repunte de la inflación.

El informe del Banco de España destaca también la recuperación de la inversión en equipo, que se había debilitado en el primer trimestre, en tanto que, respecto a la demanda externa, apunta a una "prolongación de la atonía observada" entre enero y marzo.