El director de Estudios Laborales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Raymond Torres, considera que España cometió un error al entrar "muy pronto", a partir de 2011, en una fase de austeridad pronunciada y comenzar de forma prematura a restringir los presupuestos públicos.

En una entrevista con Efe y de cara a las celebraciones del Primero de Mayo, Torres cree que ahora toca "reconsiderar" estas políticas de austeridad y reivindicar que el "trabajo decente" debe de estar en las agendas de todos los países, independientemente de su color político.

Torres insiste en que el "trabajo decente" más que un gasto es una inversión con rentabilidad a largo plazo, que requiere de financiación pública y del aval de las empresas que deberán percibirlo como parte del desarrollo sostenible.

El responsable de la OIT señala que una empresa aunque esté en una situación holgada, con beneficios, "si a nivel colectivo no crea puestos de trabajo estables también se verá afectada por la situación global".

"Se trata de tomar conciencia, como en su día se hizo con la lucha contra el cambio climático. Es una cuestión de perspectiva temporal", subraya.

Torres plantea que para introducir estos cambios en las agendas de los países, primero hay que alertar de los impactos negativos de la inacción y ser consciente de que las reformas "desequilibradas y excluyentes" no han funcionado.

El director de Estudios de la OIT admite que, en general, estas reformas se basaban en objetivos loables y con ideas buenas pero que finalmente han fracasado, por lo que es urgente "evaluar todo lo que se ha hecho".

Aunque Torres no quiere entrar en un debate político que, según dice, no le corresponde, sí plantea, por ejemplo en España, una reforma "significativa" de las políticas activas de empleo.

Asegura que en España en los Servicios Público de Empleo Estatal (SEPE) hay 400 desempleados por un orientador, cuatro veces más que en Europa.

Torres asegura que el SEPE no tiene recursos para encontrar empleo a una cifra tan "abultada" de parados (más de 4 millones) pero además el Gobierno cometió el error de despedir, en el último año, a orientadores de los servicios públicos.

"Para que esto funcione tiene que haber 80-100 desempleados por orientador" explica pero, además, estos deberán acercarse a las empresas -como hacen en Alemania, Holanda o Austria- y ver dónde está la demanda.

El director de Estudios de la OIT relata que ya sugirió al Ministerio de Empleo estas reformas y reconoce que siempre encontró "interés", aunque las complicaciones de coordinación con los servicios de empleo autonómicos no ayudaron a buscar una estrategia conjunta.

Otra reforma que tampoco funciona es la que se centra exclusivamente en facilitar el coste del despido que, según Torres, invariablemente desemboca en más despidos.

Frente a las previsiones más optimistas que hablan de una recuperación del empleo en dos o tres años, el responsable de la OIT asegura que en España "el paro no se va a resolver de aquí a 2019".

Torres ve factible que la tasa de paro baje del 20 % el año que viene, pero recuerda que "se está muy lejos del 8 % anterior a la crisis".

Pero no sólo es difícil absorber ese paro "tan abultado" sino que la desigualdad en el reparto de la renta ha crecido significativamente en España, y sitúa al país a la cabeza de Europa.

Sin embargo, el director de Estudios de la OIT admite que hay cosas que sí han funcionado en España como la actitud integradora frente a los emigrantes o los refugiados sirios, que fueron rechazados en otros países de Europa.

En este sentido, Torres avanza que en las manifestaciones del Primero de Mayo, uno de los mensajes que se lanzarán será a favor de la integración de los refugiados y para promover el "trabajo decente" en los países de origen.

El responsable de la OIT confía en que la organización a la que pertenece, que es referente en derechos y lucha contra la discriminación, se haga oír también en este asunto porque se trata de un "objetivo humanitario".

Además, Torres apunta otro tema donde es exigible más coordinación: la política fiscal.

Recuerda que cuando hay "agujeros negros" en la fiscalidad internacional (y aquí se refiere a los denominados papeles de Panamá) se restan recursos económicos a los estados y a los tesoros públicos.

Por ello, desde la OIT se proponen medidas para combatir esta lacra como, por ejemplo, que cuando una institución financiera esté implicada en un paraíso fiscal se le impida operar en un país del G20.

En su opinión, medidas de este calibre son la que provocan cambios y hacen que los estados se hagan responsables.