El pergamino de Clío

La medicina nazi

La medicina nazi

La medicina nazi / El Día

Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

Las Palmas de Gran Canaria

El archiconocido Josef Mengele, apodado como Ángel de la Muerte, es uno de los criminales de guerra nazi más populares de su época. Le han hecho famoso sus desalmados experimentos médicos en el campo de Auschwitz-Birkenau.

Mengele nació en 1911 en Ganzburgo, Alemania. Estudió Filosofía en la Universidad de Múnich, demostrando que, en efecto, el hábito no hace al monje. Se doctoró en 1935 en Antropología gracias a su tesis sobre las diferencias raciales basándose en la mandíbula inferior de algunos sujetos de diversas razas.

Un año más tarde se licenció en Medicina, momento que coincidió con la llegada del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán como segunda fuerza en el parlamento alemán. En 1937 se unió al Instituto de Biología Hereditaria e Higiene Racial. Ese mismo año se afilió al partido nazi y un año después lo admitieron en las SS, donde sirvió como médico durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1942 resultó herido y, tras ser declarado no apto para combatir, le nombraron director médico del campo de familias gitanas en Auschwitz. Pero la función de Mengele en el campo no era la de curar a los enfermos, sino que se encargaba de supervisar la labor de otros médicos prisioneros que estaban obligados a trabajar en los campos de concentración. Pero Mengele disfrutaba de su trabajo, quizá demasiado, así que no solo se limitaba a supervisar, sino que también sentía placer al poder seleccionar a los presos que irían a las cámaras de gas. En el proceso de su depuración seleccionaba a víctimas para sus horribles experimentos, mostrando en ellos un sadismo desmedido.

Investigó el umbral del dolor humano mediante amputaciones innecesarias en las que no utilizaba anestesia. También provocaba enfermedades a sus pacientes tales como tuberculosis para estudiar su evolución y estudiaba los efectos de ciertas vacunas inoculando virus mortales a sus pacientes tales como la malaria o el tifus.

Desafortunadamente, la mayoría de los «experimentos» del Ángel de la muerte nunca saldrán a la luz ya que muchos de los documentos que atestiguaban su trabajo se destruyeron para no dejar constancia de su crueldad. Aun así, tenemos la suerte de contar con testimonios de algunos supervivientes como el de Ruth Eliaz, quien declaró que el doctor le tapó los pezones con esparadrapo para evitar que amamantara a su bebé. Mengele quería comprobar cuánto tardaría un bebé en morir de inanición.

No cabe duda de que Mengele sentía cierta atracción por estudiar a enanos, gemelos y niños. Pretendía multiplicar el nacimiento de niños arios mediante la inseminación de mujeres con antecedentes gemelares.

Más de 1.000 parejas de gemelos incluidos en sus ensayos, gozaron de mejores condiciones que el resto de los prisioneros, sin embargo, también fueron también víctimas de crueles experimentos. Quizá, la más horrible fue la que consistía en la unión de gemelos mediante suturas como si se tratara de siameses.

Solo sobrevivieron 200 de los llamados «gemelos de Mengele». Entre ellos se encuentra la polaca judía Jona Larks que contó en una entrevista a la BBC que «Mengele realizó experimentos de inusual crueldad, como cirugías o extirpaciones de órganos sin anestesia». Además, declaró que si uno de los gemelos se moría el otro era asesinado de inmediato.

Mengele pasó un tiempo escondido en Baviera al acabar la guerra y huyó a Génova en 1949 desde donde viajó a Argentina gracias a un pasaporte emitido por la Cruz Roja. A finales de la década de los 50 huyó a Paraguay y luego a Brasil en donde vivió como Wolfgang Gerhardt. El sanguinario doctor murió en 1979, ahogado mientras disfrutaba de un baño en la playa de Bertioga, Brasil, a los 68 años.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents