de Clío

‘I-spn-ya’, el origen fenicio de Hispania

‘I-spn-ya’, el origen fenicio de Hispania

‘I-spn-ya’, el origen fenicio de Hispania / ED

Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

La península Ibérica fue un territorio muy diferente a las otras regiones del Mediterráneo. Fenicios, griegos, púnicos e iberos conformaron un amplio abanico social. Se denominaron pueblos prerromanos y poblaron Hispania desde finales del siglo VIII a.C.

Fueron los griegos los que llamaron a este territorio Iberia, pero el nombre de España proviene de Hispania, de origen romano. Desde principios de la Edad Moderna hasta 1927 se defendía que Hispania era una deformación de Hispalis, de origen íbero que significaba «la ciudad de occidente». Los griegos designaron a la península Ibérica como «península Ophioússa» que significa «tierra de serpientes». Al parecer, con el tiempo los griegos terminaron denominando al territorio como Iberia, ya que «Iber» era una palabra que decían los habitantes de la Península constantemente.

Lo curioso del asunto es que este término no tiene raíz latina, lo que ha hecho que se formulen diferentes teorías sobre su origen. La más apoyada recientemente sostiene que tiene origen fenicio: I-spn-ya, término que está documentado desde el año 2000 a.C. en inscripciones. La interpretación más conocida es la de Samuel Bochart que publicó en 1646 su Geographia sacra en la que decía que la palabra I-spn-ya deriva del sustantivo hebreo sapan o safan que significa conejo.

Entre las teorías más apoyadas se encuentran dos. La primera dice que el término podría significar «tierra del norte» ya que spn significa en arameo y en hebreo «norte». Según el traductor Cándido Melchor María Trigueros Díaz de Lara y Luján, el término se referiría efectivamente a “tierra del norte” haciendo alusión al hallazgo que habrían hecho los fenicios de la costa de Hispania mientras bordeaban la costa africana.

La otra teoría alega que cuando los fenicios llegaron a las costas españolas les sorprendió la cantidad de conejos que había y que, por ello, bautizaron al territorio como «shapán», nombre con el que denominaban a los damanes, unos mamíferos similares a los conejos que poblaban el norte de África. Por ello se cree que los fenicios llamaron a la región «shepham-im» que se podría traducir como «costa de conejos». Algunos autores clásicos romanos y griegos como Plinio el Viejo, Cátulo o Catón el Viejo también relacionaron el origen de la palabra Hispania con la cantidad de conejos que había en el territorio peninsular. Cuando llegaron los romanos habrían tomado este término quitándole el prefijo “i” que significa costa o isla.

Sin embargo, otra teoría señala que podría derivar de la palabra fenicia «spy» que significa «batir metales», por tanto I-span-ya significaría «tierra en donde se forjan metales». Esta teoría la han desarrollado José Ángel Zamora y José Luis Cunchillos, expertos en filología semita del CSIC, que realizaron un estudio en el que comparaban varias lenguas semitas y concluyeron que el nombre tiene su origen en el reconocimiento que tenían las minas de oro de la península Ibérica.

También existen las hipótesis llamadas autóctonas que proponen que el término tiene su origen en el propio territorio. Por ejemplo, sugieren que podría derivar de la palabra eukera Izpania que significa «parte del mar». Otra sostiene que el término podría derivar de los nombres de dos reyes legendarios, Hispalo y su hijo Hispano, hijo y nieto de Hércules.

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