El Pergamino de Clío

Alfonso XIII, el rey del porno

Alfonso XIII, el rey del porno

Alfonso XIII, el rey del porno / El Día

Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

Alfonso XIII nació en Roma en 1886, sus padres fueron Alfonso XII y María Cristina de Habsburgo-Lorena.

Es recordado, entre otras cosas, por ser el monarca que permitió la dictadura de Primo de Rivera y por ser el rey con el que se hundió la monarquía al llegar la Segunda República. Lo que no todo el mundo sabe es que fue, también, un hombre adicto al sexo que tuvo numerosas amantes con otros tantos hijos ilegítimos que traían por el camino de la amargura a la reina Victoria Eugenia. Todo esto chocaba con su educación católica que no le impidió ser el promotor de las primeras películas pornográficas en España.

A pesar de verse obligado a exiliarse, vivió como quiso gracias a sus cuentas en Suiza. El Rey ayudaba con el guion a los responsables de la productora Royal Films, nombre muy apropiado, Ramón y Ricardo Baños. De las numerosas películas pornográficas rodadas en los años veinte, solo se han conservado tres: El ministro, El confesor y El consultorio de señoras. Todos estos filmes tienen una trama común. Una mujer pide ayuda a un político, a un cura y a un médico y estos la engañan para tener relaciones sexuales. Todas las tramas sugeridas por Alfonso XIII tenían relación con el poder y la dominación, mostraban su forma de ver el mundo. Las películas son mudas y en blanco y negro.

En El confesor, un cura practica sexo con criadas y feligresas; en El ministro, la mujer de un hombre que quiere suicidarse porque lo han echado de su trabajo, intercede ante el ministro en favor de su esposo. A cambio de su ayuda le ofrece servicios sexuales. El consultorio de señoras, presenta líos entre criados, mayordomos, señores, pacientes y doctores y se graba también porno lésbico.

Es cierto que los filmes no pueden verse con la mirada actual, ya que si así lo hiciéramos comprobaríamos que se trata más de un cine erótico con tintes cómicos que de películas para adultos.

Para la producción, el Rey usaba de intermediario al conde de Romanones que era el encargado de contratar a los hermanos Baños. La mayor parte de las películas se rodaron en el barrio chino de Barcelona entre 1915 y 1925 y casi todas las actrices fueron sacadas de prostíbulos de la zona. Se cree que la productora Royal Films pudo llegar a filmar unas cien cintas porno entre 1916 y 1924.

Al parecer, Alfonso XIII, productor ejecutivo de las películas, se implicaba hasta tal punto que se encargó de elegir él mismo a las actrices a las que seleccionaba entre prostitutas.

Al morir Alfonso XIII se ordenó la quema de toda su colección erótica, pero los hermanos Baños guardaron copias de cada película.

Las tres que se conservan fueron encontradas en un convento valenciano a principios de los noventa. Pueden verse en el centro de documentación de la Filmoteca en Benimaclet, Valencia. También pueden visionarse en el Museo de la Erótica de Barcelona que tiene copias en DVD.

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