Un lujo que merece premio

Canarias, un ejemplo de excelencia y éxito

Los hoteles de lujo, ubicados en las principales zonas turísticas, han consolidado su apuesta por la gastronomía, atrayendo así un turista de mayor calidad, con más poder adquisitivo y que valora este aspecto muy positivamente

Culinary Hotel Awards

Culinary Hotel Awards / El Día

José Luis Reina

Atrás quedó esa percepción que dominó durante muchos años el panorama gastronómico de los hoteles, que no tenían precisamente una imagen de alta cocina, salvo excepciones. Canarias ahora es un ejemplo a nivel nacional de alta cocina ubicada en hoteles de lujo, esos exclusivos alojamientos donde este tipo de restaurantes lucen especialmente, bien por un entorno único, o bien por el fichaje de los mejores cocineros del momento. Estos dos factores, que en la gran mayoría de casos van unidos, han llevado al archipiélago a ganar, año tras año, numerosas estrellas Michelin que impulsan las carreras de tantos chefs, pero en gran medida confirma que la apuesta que hacen los hoteles está siendo respaldada con el indudable éxito.

No es casualidad que todas las estrellas Michelin en Canarias, salvo una, duerman en alojamientos turísticos, la gran mayoría en hoteles de lujo donde la gastronomía es uno de los principales atractivos. El Royal Hideaway Corales Resort, por ejemplo, ubicado en Costa Adeje, es el hotel con más estrellas Michelin y soles Repsol de España. En su interior, tres restaurantes están en la élite gastronómica mundial, desde el aclamado Rincón de Juan Carlos, con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol, hasta el San Hô o Il Bocconcino, ambos también con estrella y sol. Es solo un ejemplo de ese particular ecosistema que brilla en Costa Adeje, sin duda un enclave de excelencia gastronómica, donde las estrellas, los soles y todo el poder que ello conlleva, prefieren dormir plácidamente en estos alojamientos.

Los Culinary Hotel Awards pondrán el foco en todos esos hoteles que están ejecutando una brillante labor en numerosos aspectos de la gastronomía

Lo mismo ocurre con el hotel Abama, también con dos estrellas Michelin para M.B., el Bahía del Duque, con Nub; el Villa Cortés, con Taste 1973, el GF Victoria con Donaire o ese fichaje estelar que ha realizado el Gran Tacande con Víctor Suárez, que era la única estrella del norte. En Gran Canaria, por su parte, el emblemático hotel Santa Catalina de la capital se ha convertido, por méritos propios, en un delicioso hotel gastronómico, gracias a Borja Marrero y su Muxgo, o al Poemas by Hermanos Padrón, que elevan sustancialmente la oferta gastronómica en la isla, sumando también las valiosas y ansiadas estrellas Michelin. En esta isla, donde Bevir se muda a un hotel de lujo en Meloneras, el despertar gastronómico en los últimos años es indudable, con La Aquarela, Los Guayres y Tabaiba como gran ejemplo, siendo este último el único restaurante urbano que sigue luciendo la estrella. Lo mismo podemos decir, al fin, de Lanzarote, donde la alta cocina también se está desarrollando en preciosos hoteles.

Los Culinary Hotel Awards servirán, pues, para poner el foco en esos hoteles que hacen posible esa excelencia, que ofrecen al cocinero y sus numerosos equipos todas las facilidades, económicas y materiales, para que puedan desarrollar su labor con la mayor garantía. Las empresas detrás del éxito merecen también admiración y respeto, y eso es lo que vamos a premiar.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents