Midiendo el nivel del mar en Canarias

«No es suficiente simplemente mitigar la subida del nivel del mar, el nivel medio global del mar podría subir a un ritmo al que va a ser imposible adaptarse, mientras que la adaptación ya es una necesidad actual», Robert Kopp, profesor de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, Estados Unidos.

Nos dicen que el nivel del mar va a subir en Canarias unos veinte centímetros en la próxima década, quizá más de un metro para 2100. Esta subida del nivel del mar es uno de los indicadores más efectivos para alertarnos del calentamiento global. Ante esa amenaza hay que estar preparado ya que habrá que tomar muchas decisiones de gran calado y costo para evitar, en lo posible, sus consecuencias. Lo primero es seguir midiendo el nivel del mar. ¿Cómo se ha hecho hasta ahora?

Hace cien años, en 1925, se culminaron los trabajos para poner a punto la Red de Nivelación de Precisión que tenía por objeto mejorar las medidas de la planimetría española y también, pero en segundo lugar, crear la red mareográfica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), entre otras cosas. El punto de partida era marcar una altura cero que sirviera como origen de las medidas para la altura de las montañas o la profundidad de las mareas, para lo que se eligió el nivel medio del mar medido en Alicante (NMMA). Así, cuando decimos que el Teide tiene 3.718 metros de altura, según la medida oficial realizada en 2017 por el IGN con GPS (Global Positioning System) de alta precisión, lo que estamos afirmando es que hay 3.718 metros de diferencia entre el nivel medio del mar en Alicante y la cima del Teide.

Hacer eso, medir la altura del nivel del mar, no es tarea sencilla. En el asunto que tratamos, los trabajos dieron comienzo en 1857 y se eligió Alicante, además de por sus condiciones naturales, por tener una línea de ferrocarril ya funcionando con Madrid lo que hacía más cómodos los traslados de los científicos participantes en el proyecto, casi todos residentes en la capital de España. Hubo que instalar un «mareógrafo» (un instrumento que nos permite registrar los movimientos verticales del mar) con todas las condiciones de seguridad y precisión que demandaba la empresa. Entre julio de 1870 y febrero de 1874, se recogieron datos del nivel del mar sobre una regla de mareas, con una señal «Z» situada por debajo del nivel del agua, en una escalera del muelle de Levante del puerto de Alicante. El promedio de dichas observaciones estableció el NMMA respecto al cero del puerto. Después mediante una nivelación de precisión se calculó el desnivel existente entre la señal Z y la placa NP1 (es la Referencia Altimétrica Nacional, el Nivel de Precisión 1), cuya altitud se establecería en 3,4095 m, que está colocada en el Ayuntamiento de la ciudad alicantina. Ahora son más de seiscientas las placas de altimetría repartidas por toda España.

Como se puede observar fácilmente en cualquier costa el nivel del mar es una línea cambiante, cambios debidos fundamentalmente a las mareas (en las mareas extremas de la bahía de Fundy, en Canada, su forma de embudo hace que se registren diferencias en las alturas del mar entre la bajamar y la pleamar de hasta 21 metros), que sirve de frontera entre tierra y agua y que tiene interés para diversos asuntos, como la navegación, la pesca, la gestión costera y tantas otras cosas, como la altimetría que hemos comentado y que fue en el caso comentado su primer propósito.

Evolución de los métodos

A lo largo de la historia, los métodos para medir el nivel del mar han evolucionado desde técnicas rudimentarias hasta sofisticados sistemas tecnológicos. Entre quienes se han interesado por el asunto hay que citar a Galileo (sugirió, equivocándose, que las mareas eran causadas por la rotación de la Tierra y su movimiento alrededor del Sol), Kepler (identificó la fuerza gravitatoria de la Luna como el mecanismo principal detrás de las mareas), Newton (la ley de gravitación universal es fundamental para una explicación mecánica de las mareas), Kant (que aplicó lo anterior aclarando que la fuerza gravitatoria del Sol y la Luna deformaba la Tierra, generando las protuberancias de agua que conocemos como pleamares y bajamares), Laplace (su principal contribución fue el desarrollo de la ecuación de las mareas, una expresión matemática compleja que relaciona la altura de la marea en un punto específico con la posición de la Luna, el Sol y la Tierra), y Lord Kelvin (en 1876 patentó un mareógrafo capaz de predecir las alturas y horarios de las mareas en un lugar específico). Otros muchos ingenieros y científicos hicieron aportaciones también importantes, aunque menos influyentes, como suele pasar en el mundo de la Ciencia.

Hoy día han surgido métodos más precisos y eficientes para medir el nivel del mar, como la altimetría satelital. Satélites especializados miden la altura de la superficie del mar con gran precisión utilizando técnicas de radar o láser. El GPS de alta precisión, sus recepctores pueden medir la altura con respecto a un punto de referencia conocido, lo que propicia estimar el nivel del mar en ubicaciones específicas. El sistema LIDAR (Light Detection and Ranging). Esta tecnología utiliza pulsos de luz para medir la distancia entre un sensor y la superficie del mar, proporcionando datos de alta resolución.

Ya que no ponemos remedio a las causas (el consumo humano de combustibles fósiles), se trata, sobre todo, de que la subida anunciada no nos coja, una vez más, desprevenidos.

*Los interesados en más datos pueden encontrarlos en: Instituto Geográfico Nacional de España: ‘https://www.ign.es/’, en la página de REDMAR https://bancodatos.puertos.es /BD/informes/globales/ GLOB_2_3_3450. pdf’ y en la página oficial del GLOSS: ‘https:// www.ioc.unesco. org/en/global-sea-level-observing-system’. Para Canarias conviene leer el borrador del ‘Plan canario de acción climática’, en la web del Gobierno de Canarias.

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