Zhèng Shì: la capitana pirata invicta

Zhèng Shì: la capitana pirata invicta

Zhèng Shì: la capitana pirata invicta / ED

Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

Zhèng Shì nació en 1775 en la provincia de Cantón, China. Vivió rodeada de pobreza, y se vio obligada, desde muy niña, a robar y mentir. Su destacable belleza hizo que el capitán pirata Zheng Yi, que solía secuestrar a prostitutas del burdel en el que trabajaba Zhèng Shì, la tomara como esposa. Ella le puso dos condiciones, algo impensable para la época. Le dijo que se casaría con él solo si compartía con ella la mitad de cada botín y el mando sobre la tripulación. A pesar de las extremas demandas, Zheng Yi ya había quedado prendado y decidió aceptar el trato.

Durante este periodo, ante la impotencia del ejército imperial, los piratas saquearon impunemente las costas chinas hasta tal punto que se recomendaba a los habitantes emigrar al interior. Zhèng Shì y Zheng Yi se dieron cuenta, al quedarse sin aldeas que saquear, de que debían tomar una alternativa y comenzaron a atacar barcos, afectando gravemente a las rutas marítimas internacionales.

Posteriormente, la flota pirata que había estado formada por doscientos barcos pasó a tener, gracias a diferentes alianzas, un ejército de mil quinientas naves. A la pareja se le ocurrió unir a todos los piratas en una suerte de gremio del mal, consiguiendo eliminar la competencia para maximizar los beneficios. Hacia 1807 este consorcio no tenía rival, pero la muerte le llegó a Zheng Yi a los cuarenta y dos años. Las circunstancias de su fallecimiento se desconocen hoy día, pero existen leyendas al respecto. Algunas afirman que el capitán murió envenenado y otras cuentan que perdió la vida en un naufragio provocado por un tsunami, cerca de la costa de Vietnam.

A la muerte de su esposo, Zhàn Shì sabía que su situación era vulnerable y que debía actuar con presteza para conservar su autoridad, así que se casó con el hijo adoptivo de Zheng Yi y enredó para nombrarle jefe de las tropas. Los piratas consideraban al hijo de Zheng Yi como legítimo heredero y, por tanto, su nueva esposa debía ser respetada.

Pero el papel de Zhàn Shì no se limitaba a mandar sobre la tripulación, además era la principal encargada de los acuerdos comerciales y las alianzas. Su negocio creció hasta tal punto que ningún barco se movía sin que Madame Ching, como era conocida, lo supiese. Llegó a controlar a unos 7.000 hombres y a unos 2.000 barcos mediante leyes muy estrictas que ella misma ideó, imponiendo así un código de conducta que debía ser cumplido a rajatabla. Una de las leyes que impuso Madame Ching fue que en los pueblos saqueados no se podía violar a las mujeres, siendo el transgresor de esta ley decapitado. Un pirata podía comprar a una prisionera, pero debía tratarla como a una esposa, con respeto y sin violencia, además, la infidelidad también estaba prohibida, siendo el transgresor también decapitado.

La paciencia del emperador Jlaqing había llegado a su fin, sobre todo al saber que era una mujer la que ponía en jaque a su imperio. Para acabar con ella envió a su armada al mando del almirante Kuo Lang. Tras la batalla, la armada imperial perdió más de sesenta barcos. Desesperado, el emperador pidió ayuda a la armada portuguesa e inglesa que lucharon en coalición contra Madame Ching que siguió humillándolos durante dos años. Viendo que no había forma de terminar con ella, Jlaquing le ofreció un indulto a cambio de dejar la piratería, pero Madame Ching solo lo aceptó a cambio de ofrecer lo mismo a toda su armada, liberando a todos de los cargos de asesinato y pillaje.

Al quedar libre se instaló en Cantón en donde montó una casa de apuestas y un burdel en el que murió a los 69 años.

Suscríbete para seguir leyendo