Ágatha Ruiz de Canarias

Aliada multicolor de la moda de las Islas

Canarias está presente en las memorias de Ágatha Ruiz de la Prada por la relación laboral y de amistad que su padre mantuvo con César Manrique | Hace 25 años, la creadora madrileña presenta en París una colección de vestidos elaborados con flores naturales del Archipiélago por encargo del Gobierno

Agatha Ruiz de la Prada.

Agatha Ruiz de la Prada. / EP

«En esa época no se viajaba como ahora, que todo el mundo ha ido a República Dominicana u otros destinos del Caribe, e ir a un sitio donde durante todo el invierno era verano fue como un milagro», cuenta Ágatha Ruiz de la Prada sobre los períodos que durante su adolescencia pasó en Canarias cuando su padre, el prestigioso arquitecto Juan Manuel Ruiz de la Prada y Sanchiz, se arruina en la década de los años 70 del siglo XX y, por motivos profesionales, decide fijar temporalmente en el Archipiélago su residencia. «Recuerdo que todo era muy mágico», dice la diseñadora madrileña acerca de aquel periodo en el cual arranca entre las Islas y ella un idilio de juventud que, con el paso del tiempo, se ha consolidado como una cariñosa, fructífera y fiel relación.

Aliada  multicolor  de la moda de las Islas

Aliada multicolor de la moda de las Islas / miguel ayala

XII marquesa de Castelldosríus, Grande de España y XXIX baronesa de Santa Pau, Ágatha Ruiz de la Prada (Madrid, 1960) tiene un periplo vital y profesional digno de cualquier guion, con altos y bajos momentos incluidos, compartiendo experiencias junto a personajes imprescindibles de los últimos cuarenta años de dentro y fuera de nuestro país, también de Canarias. El primero de ellos: César Manrique. «En su casa era normal encontrarte con unos cañonazos de hombres sin ropa», escribe la diseñadora en sus memorias, Mi historia (La esfera de los libros, 2022). «Tenía unos pajaritos de colores que volaban en unos alambritos... Novios, orgías... ¡Yo qué sé lo que hacían! Se bañaban desnudas Claudia Cardinale, Ursula Andress... ¡Eran los años setenta, coño!», añade.

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Aliada multicolor de la moda de las Islas / miguel ayala

Los Ruiz de la Prada y Sanchiz llegan a Canarias cuando el padre de la creadora se arruina. «¡Debía 210 millones de pesetas!», recuerda. «Ahora parece poco dinero pero en ese momento era una locura, era muchísimo», cuenta Ágatha en una entrevista realizada esta semana. Su progenitor era un apasionado del arte que acumuló una gran colección de obras: «Escondió todos sus cuadros», añade sobre la manera en la cual el arquitecto trató de proteger parte de su patrimonio de las deudas. Entonces, Juan Manuel Ruiz de la Prada «llama a César Manrique, muy amigo suyo, que le insiste en que se animara a viajar a Canarias. Le dijo ‘vente que aquí está empezando todo y Canarias te va a encantar y aquí además se puede hacer muchísimo dinero’», sobre todo siendo un reconocido arquitecto, como era el caso.

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Aliada multicolor de la moda de las Islas / miguel ayala

«Cuando yo era pequeña mi padre era uno de los grandes arquitectos de España y tenía la suerte de tener unos proyectos fabulosos, pero había momentos en esa época en que los arquitectos tenían mucho dinero y luego se arruinaban, y luego subían y se arruinaban otra vez...», recuerda.

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Aliada multicolor de la moda de las Islas / miguel ayala

Entonces, junto al también arquitecto Fernando Higueras, se fue finalmente a Lanzarote, aunque también residió en Gran Canaria, donde tenía un estudio de trabajo. «Arrancaba el turismo en las Islas y mi padre permaneció allí bastante tiempo y, efectivamente, ganó muchísimo dinero: tanto que devolvió los 210 millones de pesetas que debía», admite la creadora madrileña, que reconoce la influencia que en su manera de mirar el mundo tuvo Manrique y su entorno, aunque su padre —«que de repente diseñó muebles, sillas y lámparas maravillosas, metiéndose en camisa de once varas», matiza— también jugó un papel importante en la sensible manera en la que Ágatha se relaciona con el arte.

Aliada  multicolor  de la moda de las Islas

Aliada multicolor de la moda de las Islas / miguel ayala

«Mi padre era lo contrario a un nuevo rico coleccionista y toda esa época artística me influenció brutalmente», reconoce antes de describir en su libro la belleza de la casita blanca junto al mar donde pasó temporadas y la libertad de la cual fue testigo en el universo César. «Entonces la homosexualidad no era visible. Yo no sabía ni quiénes eran homosexuales. No se hablaba de eso. Igual que no se hablabla en casa de César Manrique, en Lanzarote. Ahí sí lo sabía, o lo intuía, porque mi padre nos tapaba los ojos cuando aparecían sus acompañantes desnudos dentro de unas burbujas. César Manrique fue más libre». De aquella época canaria del arquitecto Juan Manuel Ruiz de la Prada queda en pie, por ejemplo, el complejo La Santa, en Lanzarote, «que por entonces era un lugar supersofisticado». «Para mi padre», se atreve a asegurar, «creo que fue un sueño tener a Canarias y, al revés, porque era un lugar que tenía un impulso cultural impresionante».

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Aliada multicolor de la moda de las Islas / miguel ayala

Casi veinte años más tarde, el Archipiélago vuelve a cruzarse en la vida de Ágatha Ruiz de la Prada, que ya era madre y una empresaria destacadísima. «En 1998 en París es donde había que estar», relata en sus memorias. «Tuve una idea, casi un sueño, para uno de los desfiles más memorables: presentar una colección de trajes efímeros realizados con flores, que durarían lo que aguantase una flor hasta marchitarse». Buscó financiación «hasta encontrarla en el Gobierno de Canarias» cuando Lorenzo Olarte era vicepresidente.

Lanzarote y César Manrique marcan la adolescencia de la diseñadora madrileña cuando su padre se traslada a Canarias para trabajar como arquitecto

Nacía Canarias, paraíso de las flores, una colección de 60 vestidos que se presenta el 1 de diciembre de aquel 1998, hace ahora 25 años. Se trata de uno de los proyectos «más bonitos y más importantes de mi vida», dice, «por el que estaré eternamente agradecida a las Islas. Fue un desfile en el Carrusel del Louvre, en París, con los trajes hechos con flores. Estuvimos en El Hierro una semana haciendo las fotos. Fue de cuando se hacían proyectos bonitos bonitos y mi amor por Canarias, que ya lo tenía, pasó a ser infinito».

En Mi historia explica: «Ese trabajo fue una de mis grandes odiseas, que comenzó con la búsqueda de un castillo en Reims y acabó en el Carrusel del Louvre, de nuevo muy cerca del arte, después de indagar durante meses el lugar perfecto. Pusimos un ímpetu y una ilusión que podía olerse», cuenta. «Trabajamos todo el día con el florista Christian Tortu. A la mañana siguiente, las flores se habían marchitado. La calefacción del museo fue implacable con ellas. Tuvimos que empezar desde el principio y no acabamos hasta quince minutos antes del desfile, cuando se escuchaba ya el murmullo del público que había tomado asiento, entre el que se encontraban el vicepresidente del Gobierno canario, Lorenzo Olarte; el arquitecto Santiago Calatrava; la princesa Beatriz de Orleans; los escritores Luis Racionero y Fernando Arrabal, que se hizo cargo del catálogo... Experimenté en mi propio cerebro aquello que quería expresar: el arte de lo efímero. Fue un gran éxito. Ni yo misma lo creía, pero había conquistado París».

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Aliada multicolor de la moda de las Islas / miguel ayala

«A todo el mundo le entusiasmó ese proyecto de los trajes hechos con flores», recuerda un cuarto de siglo más tarde. «Luego ha habido mucha gente que se ha inspirado un montón en estos trajes. Fue un proyecto muy bonito», concluye sobre este episodio de su vida que, además de en su memoria, se mantiene vivo en las piezas que atesora en su fundación, donde están los vestidos originales pero con flores realizadas en tela recreando a las auténticas.

El tercer momentazo canario de Ágatha Ruiz de la Prada en su vida llega hace sólo unas décadas, con su apoyo a las pasarelas de moda de las Islas, desfilando en Lanzarote, Tenerife, La Palma, Gran Canaria.... «Está claro que a mí me encanta Canarias, pero también está claro que cuando yo empecé, hacé mil años, el sitio más importante de España para la moda era Barcelona, porque en Cataluña tenían toda la industria textil. Luego hubo unos años de lucha entre Madrid y Barcelona, que claramente ganó Madrid. Y, de repente, no se entiende muy bien cómo, las Islas Canarias, que nadie se podía imaginar, se están convirtiendo en la segunda pasarela más importante, para mí, de toda España», lanza la también empresaria.

En 1998 presenta con éxito en París ‘Canarias, paraíso de las flores’, proyecto financiado por el gobierno regional de 60 vestidos elaborados con especies de las Islas

«Está primero Madrid y, segundo, yo creo que Moda Cálida es la mejor organizada. Pero la suma de todas, La Palma, Lanzarote, Tenerife... Es impresionante cómo está surgiendo y cómo hay esta especie de apoyo que no hay, desde luego, ni en las Baleares ni en Cataluña ni en Andalucía ni en el País Vasco. Ni siquiera en Galicia, que cuando yo era joven era muy importante en la moda. Pero ahora, lo más importante como región son las Islas Canarias» en lo referente a moda, opina Ruiz de la Prada.

Cuando se le pregunta cuál cree que es la razón de ese despegue de la marca Canarias reflexiona sobre la importancia que la costura tiene en el Archipiélago debido a la industria del Carnaval. «Todo el tema de los carnavales es muy importante porque alrededor de esta fiesta hay mucho modista de toda la vida, o gente aficionada a coser y a hacer estas cosas tan difíciles que son los trajes de las reinas. Eso», prosigue, «ha hecho que en todas las islas haya un gran conocimiento de la costura. Y, en torno a ello, se ha podido, creo yo, elaborar toda esta industria de moda. Luego también está el tema de la moda de baño, que ha hecho muy bien Moda Cálida. Hay un gran entusiasmo por la moda y se sabe coser muy bien y todas estas fashion weeks han ayudando mucho, tanto a las escuelas como a las modelos y los diseñadores».

«Está primero Madrid y, segundo, yo creo que Moda Cálida. Pero la suma de La Palma, Lanzarote, Tenerife... Es impresionante», dice sobre las pasarelas canarias

En ese sentido, Ágatha Ruiz de la Prada, la cómplice multicolor de la moda de las Islas, la visionaria que flipó en París con una colección de vestidos elaborados con flores del Archipiélago y, también, aquella chiquilla que se quedaba boquiabierta con los «cañonazos» que deambulaban sin ropa por la casa lanzaroteña de César Manrique, concluye recordando que alguien muy importante une a Canarias con la moda global: Manolo Blahnik. «Es de La Palma y, aunque él hace zapatos, es uno de los creadores más importantes de la historia de la moda en España y el mundo, un icono mundial».

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