El relevo de los hombres peninsulares

El relevo de los hombres peninsulares

El relevo de los hombres peninsulares / Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

Gracias a un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y por la Universidad de Harvard, se pudo llevar a cabo el primer mapa genético de la Península ibérica que se remonta hasta 8.000 años atrás. De él se pudo concluir, principalmente, que entre hace 4.000 y 4.500 años un grupo de pastores esteparios de Europa del Este invadió la Península y reemplazó a cerca del 40% de la población, pero eso no es lo más curioso: también se dedujo que la práctica totalidad de la población masculina fue reemplazada. Debemos recordar que, desde el comienzo de su población, la Península ha sido el hogar de culturas migrantes de Europa, África y del Mediterráneo.

El relevo de los hombres peninsulares

El relevo de los hombres peninsulares / lara de armas moreno

En la investigación, que fue divulgada por la revista Science, participaron un grupo de 111 genetistas y arqueólogos que registraron los 8.000 años de información. Los resultados mostraron una complejidad genética interesante, sin embargo, el dato más curioso que se extrae de este trabajo es que la migración cambió el ADN de los íberos antiguos hace 4.500 años. Para llegar a esta conclusión, los investigadores estudiaron y secuenciaron genomas de 271 individuos y recopilaron información de 123 más de cuyos datos se tenía ya constancia.

A partir del mapa genético elaborado, se ha formulado la hipótesis denominada «de la Estepa» que sostiene que este grupo partió hacia el este asiático y el oeste europeo durante el mismo periodo, llegando a la Península. Mientras que el 60% del ADN total de la región quedó intacto, los cromosomas Y de los habitantes fueron sustituidos totalmente en el 2000 a.C. Solo los hombres son portadores de este cromosoma, por lo tanto se concluye que la migración de las estepas fue casi exclusivamente masculina.

El ADN revela que los linajes masculinos locales fueron sustituidos por el linaje foráneo llamado R1b, que aún sigue siendo el linaje mayoritario de la Península ibérica.

Otro aspecto que analizaron los investigadores fue la forma en la que se generó este relevo, es decir, si existió o no violencia. Sin embargo, los estudios genéticos no ofrecen ninguna respuesta satisfactoria. Serán necesarios futuros trabajos arqueológicos y antropológicos que ayuden a entender los procesos sociales que pudieron intervenir en la sustitución de los varones. La hipótesis más apoyada, por ser la más obvia, sostiene que los hombres de la estepa lucharon contra los peninsulares y se reprodujeron con sus mujeres. No obstante, carecemos de evidencias arqueológicas que respalden la teoría de una violencia generalizada durante esta etapa.

El genetista estadounidense David Reich afirma que la invasión no se llevó a cabo de manera súbita, sino que fue más parecida a una colonización sistemática y paulatina. En cuanto a si hubo violencia en el reemplazo, el científico alude a un contexto de fuerte estratificación social y sugiere la posibilidad de que las mujeres peninsulares prefiriesen a los recién llegados.

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