El ‘Kama-sutra’

El Kama-sutra fue escrito entre los siglos III y VI por Vatsiaiana, un filósofo indio que concibió este manual de buena conducta en las relaciones de pareja. No solo fue un catálogo de posiciones sexuales. Estaba dirigido a «un hombre inteligente que cuide su dharma (devoción), su artha (propiedad material) y su Kama (vinculado a lo sexual)». En definitiva, lo dedicó a aquellos que quisieran tener un equilibrio entre lo espiritual, lo material y lo físico.

El manuscrito habla de sexo, también de matrimonio, cortejo y apoya la bisexualidad (tritiya prakriti o tercera sexualidad). Es importante hablar del autor, Vatsiaiana, ya que era un monje que había hecho voto de castidad y nunca había mantenido relaciones sexuales. Fueron 64 posiciones las descritas por él en el Kama-sutra, 64 posiciones que él nunca evaluó en primera persona, esto, posiblemente, explica la dificultad de muchas de ellas, dignas de equilibristas del Circo del Sol.

Otro punto importante que destacar fue la transcripción del texto sánscrito al inglés de la mano de sir Richard Burton, a finales del siglo XIX. Una Inglaterra de mentalidad victoriana dificultó el éxito de la obra de Burton que fue tomada como pornográfica. Esto se debe en gran parte a que el Kama-sutra recomendaba, entre otras cosas, «probar ambos sabores», es decir, promovía la poligamia, la bisexualidad y la homosexualidad.

También advirtió de la importancia del cuidado estético masculino para la seducción. Explicaba la importancia de cortar uñas y bigotes cada cuatro días y el vello corporal cada quinto o décimo día.

Quizá lo más relevante de lo que habló Vatsiaiana fue del deseo femenino. Para el monje, las mujeres son más apasionadas que los hombres «ocho veces mayor es su deseo que el de un hombre». Por tanto, explicaba, el hombre debía asegurarse de que la mujer fuera lo primero. Aconsejaba a las mujeres tomar el rol dominante en la relación sexual. Además, menciona en uno de sus capítulos que el rey Satakarni Satavajana mató a su esposa en el momento de mantener relaciones sexuales, lo contó como advertencia del peligro que suponía mantener «antiguas» costumbres hindúes de lastimar a la mujer bajo la influencia de la pasión.

«El hombre, cuando se acerca a la esposa, tiene que proceder sin forzar nada. Pues las mujeres tienen la misma naturaleza que las flores, y hay que dirigirse a ellas con suma delicadeza».

Dentro del escrito, en el ámbito de la seducción, se explican diferentes consejos como los tipos de abrazos, los tipos de besos, reglas para morder, cómo arañar o la correcta utilización de golpes y gemidos. «Incluso al terminar, un amor adornado con atenciones, relatos y actos de delicadeza suscita un placer inmenso».

Existe incluso una sección en la que se aconseja acerca de cómo engordar el miembro masculino. «Se comprime el pene con los pelos de algunos insectos que nacen en los árboles, luego se dan masajes con aceite durante diez noches, de nuevo se aprieta con los pelos y se vuelve a masajear; de esta forma el hombre consigue que engorde; entonces se echa en la cama boca abajo, dejando que cuelgue por un agujero. Es el engrosamiento típico de los Vita. Dura un mes».

En la India existió otro manual sexual, el Ananga ranga o Kamaladhiplava, escrito en el siglo XVI por Kaliana Mal.la.

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