Antonia Bordón Guerra ha estado vinculada profesionalmente durante más de 30 años al Puerto de Las Palmas. Justo cuando terminó el periodo universitario, tuvo la oportunidad de trabajar como becaria y llevar a cabo el proyecto fin de carrera en Ingeniería, participando en el desarrollo «de parte de lo que más tarde ha terminado siendo la terminal de contenedores de Operaciones Portuarias Canarias (Opcsa)», comenta.
Gracias a ese proyecto, mantuvo contacto con el personal de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, de la que es en la actualidad la jefa del departamento de Infraestructura.
De sus inicios, guarda el recuerdo de que «acceder en calidad de mujer a determinados trabajos», generaba algunas dudas. «El hecho de que una chica joven fuera la jefa de obra era algo que producía incertidumbre entre los trabajadores más experimentados», explica.
Bordón opina que este tipo de prejuicios «ya están más que superados», y que ahora la opinión de las mujeres no se valora en función de su género «sino de su profesionalidad». Es más, Antonia Bordón afirma que «la opinión de las mujeres se tiene mucho en consideración» y sus aportacio- nes se evalúan «en función de los resultados».
Para Bordón, la evolución del rol de la mujer en las actividades portuarias, ha sido «bastante positiva». «Hay una mayor integración y cada vez hay más presencia de mujeres tanto en cargos directivos como en niveles más básicos», manifiesta.
El abanico de opciones se ha abierto en todos los sectores, subraya, y no es «tan limitado», porque ya las mujeres cuentan «con referenes en los puestos de mando».
En este aspecto, Antonia Bordón apunta que «hay que recordar que no había tantas directivas». «Éramos dos o tres. Había mucha más presencia de mujeres en los puestos de administración y secretarías», confirma.
La conciliación entre la vida profesional y familiar ha sido uno de los obstáculos que más ha costado superar al colectivo femenino, no sólo en el ámbito portuario, sino en el resto de sectores profesionales.
Antonia Bordón reconoce que «siempre ha habido problemas en este sentido», pero «cada vez son menos». «Está claro que querer una familia, implica muchas cosas y las empresas e instituciones tienen que facilitar herramientas para ofrecer una solución a este problema», indica. Y es que hay una cosa clara: «si logras conciliar vida y trabajo, eres más productiva», ya que poder contar con «una vida más organizada», hace que las trabajadoras se puedan centrar en obtener «mejores resultados».
El futuro no está exento de inconvenientes y retos dentro del ámbito laboral portuario que las mujeres tendrán que gestionar para encontrar las mejores alternativas. «Quedan muchos campos donde tenemos que actuar y mucho trabajo por hacer todavía, pero estamos en el buen camino, sin lugar a dudas», dice.
Bordón es optimista con respecto a que durante los próximos años sea un número mayor de mujeres las que vean el Puerto, como una opción real para poder desarrollar su trayectoria profesional. «Espero que estemos rodeadas de compañeras, porque las mujeres —aparte de ser muy responsables—, tenemos la capacidad de tomar decisiones por el bien del grupo y de la comunidad, dejando a un lado otras opciones que sólo buscan obtener méritos individuales».
