- ¿Qué estás leyendo?
- ‘Danza de dragones’.
- ¿De qué trata?
- Narra la lucha entre Rhaenyra Targaryen y su hermano Aegon por el control de los Siete Reinos. Ambos creían tener derecho al Trono de Hierro. Cuando la gente empezó a tomar parte por uno o por otro, su lucha dividió los reinos en dos. Hermanos contra hermanos. Dragones contra dragones. Para cuando acabó, miles habían muerto. Y fue un desastre para los Targaryen también. Jamás se recuperaron del todo.
- ¿’Danza de dragones’?
- Porque es una danza. Así la llaman.
- No tiene mucho sentido.
- A mí me parece poético.
-¿Si tuvieras que elegir entre Rhaenyra y su hermano Aegon, a quién apoyarías?
- A ninguno de los dos. Tomar partido fue lo que volvió todo tan horrible
- A veces una persona debe elegir. A veces el mundo le obliga
(Diálogo entre Shireen y su padre, Stannis Baratheon)
Danza de dragones
Juego de tronos (T5 - E9)
Sin la crueldad que supuso la elección tomada en aquel mítico episodio de Juego de tronos por el personaje de Stannis Baratheon sacrificando a su hija en una pira, en manos de los fans de dos de las adaptaciones audiovisuales de las sagas literarias más famosas está ahora saber quién ganará el duelo que plantean las plataformas de streaming Amazon Prime y HBO Max que, con nueve días de diferencia, estrenan a nivel mundial sendas series de presupuesto multimillonario basadas en las novelas de George R.R. Martin y J.R.R. Tolkien.
Mucho se ha hablado y escrito sobre la continuidad en cine o televisión de los universos creados por los dos autores. Y por fin Los anillos del poder y La casa del dragón —que abre este singular duelo con el estreno del primer episodio esta madrugada— son ya una realidad que, no obstante, beben de un mismo punto de partida: los acontecimientos que precedieron a las historias relatadas en los 73 episodios de Juego de tronos y las tres películas de El señor de los anillos.
Estrenadas entre 2001 y 2003, los filmes de la trilogía dirigida por Peter Jackson arrastró a los cines de España a más de 20 millones de espectadores y a nivel mundial recaudaron más de 2.885 millones de euros, cifras que justifican la inversión realizada por Amazon Prime para, primero, hacerse con los derechos de la obra de Tolkien por los que pagó 250 millones de euros, una cantidad a la cual se deben sumar los 388 millones de euros destinados al rodaje de la serie cuyos dos primeros episodios dirige el cineasta español Juan Antonio Bayona.
Los anillos de poder, que se estrena el 2 de septiembre, está ambientada en la Segunda Edad de la Tierra Media, miles de años antes de los eventos de El hobbit y El señor de los anillos. «Llevará a los espectadores a una época en la que se forjaron grandes poderes, los reinos se elevaron a la gloria y cayeron a la ruina, se probaron héroes improbables, la esperanza pendía de los hilos más finos y el villano más grande que jamás haya fluido de la pluma de Tolkien amenazó con cubrir todo el mundo en la oscuridad», adelanta Amazon Prime sobre su, hasta ahora, producción más ambiciosa. Aunque originalmente iban a ser dos temporadas, finalmente la serie va a constar de cinco. Para la primera ya hay firmados ocho capítulos, cantidad que posiblemente se repetirá en el resto.
Los adelantos en forma de tráileres que se han distribuido de Los anillos de poder permiten hacerse una idea de la exquisita factura audiovisual que envuelve a esta producción. Sin embargo, la plataforma de streaming tiene por delante el no menos importante reto de lograr captar el interés de los y las espectadoras, trabajo de marketing en el que HBO Max se maneja a años luz de sus competidores. El pinchazo de Amazon Prime con la adaptación de la famosa colección literaria La rueda del tiempo, más allá de la discutible calidad de los capítulos de la serie, es el mejor ejemplo de que hoy por hoy ni una gran historia, sin una buena campaña publicitaria, tiene el éxito asegurado. Si a eso se le suma, además, que los fans de Juego de tronos, cuyo último episodio se estrenó en 2019, tienen más frescos en su memoria los relatos de la saga de George R.R. Martin es sencillo entender la titánica tarea a la que se enfrenta Amazon Prime si quiere alzarse triunfadora en esta épica batalla televisiva.
Intrigas a fuego de dragón
La casa del dragón llega la próxima madrugada a HBO Max respaldada por los más de 197 millones de euros que la plataforma ha invertido en esta producción donde se relata la conquista de Aegon Targaryen 300 años antes de los eventos acaecidos en la serie Juego de tronos, abarcando desde su enfrentamiento con Rhaenyra Targaryen hasta la denominada Danza de los dragones, que es la guerra civil Targaryen y en el universo de George R.R. Martin supone el principio del fin de aquella dinastía y su reinado.
Trufada por la presencia de 16 dragones, en cuya recreación digital se ha esfumado buena parte de la financiación, La casa del dragón ha sido rodada en Inglaterra, Irlanda, Estados Unidos, Portugal y España (Extremadura y Andalucía). La presencia en el proyecto de las legendarias bestias voladoras, más allá de ser un atractivo extra para los seguidores de la saga, tiene un papel importante en el desarrollo del relato porque eran los miembros de la casa Targaryen quienes dominaban a estos poderosos seres a los que alimentaban, entrenaban y usaban en sus batallas.
En la precuela de Juego de Tronos, que arranca esta noche, la presencia de los nuevos dragones es diferente a los que protagonizaron la serie original ya que en esta época que aborda La casa del dragón se les veía comúnmente surcar el cielo de los Siete Reinos, algo de lo que se nutrirá la historia.
Tanto en La casa del dragón como en Los anillos de poder, habrá menos violencia que en sus secuelas. Ninguna de las dos plataformas quiere que las producciones sean calificadas para mayores de edad, así que habrá aventura pero serán menos oscuras y con menos escenas de sexo que las ofrecidas en las ocho temporadas de la serie, sobre todo en los primeros episodios. Esquiva ese problema la precuela de El señor de los anillos, una historia mucho más amable o blanca que la que plantea la saga de George R.R. Martin.
Estas dos nuevas producciones audiovisuales, asimismo, convertirán a sus hasta ahora poco conocidos intérpretes protagonistas en personajes de fama mundial como en su momento ocurrió con Elijah Wood o Viggo Mortensen gracias a los papeles de, respectivamente, Frodo Bolsón y Aragorn en las adaptaciones al cine de las novelas de Tolkien, o Emilia Clarke, Kit Harington, Peter Dinklage y Lena Headey en los roles de, respectivamente, Daenerys Targaryen, Jon Snow, Tyrion Lannister y Cersei Lannister de la serie de Juego de tronos.
«Trabajar con Bayona ha sido un honor»
Ante el estreno el 2 de septiembre en la plataforma de streaming Amazon Prime Video de la serie El poder del anillo, precuela de la trilogía El señor de los anillos, la madrileña Pilar Alegre habla de cómo ha sido la experiencia de trabajar en esta multimillonaria producción rodada en Nueva Zelanda durante casi dos años. «No fue sencillo», recuerda esta especialista en maquillaje, posticería y peluquería para cine. «Ha sido el trabajo más confidencial en el que he trabajado», reconoce esta profesional nacida en el barrio de Carabanchel.
En las antípodas de su lugar de nacimiento permaneció durante casi dos años Pilar Alegre. A la complicación que ya de por sí ofrecía una superproducción de la envergadura de El poder del anillo, la producción televisiva más cara de la historia, se sumó la pandemia global, que llegó para alterarlo todo, rodajes incluidos. «La Covid afectó y tuvimos que cambiar la dinámica habitual de la forma de trabajar», explica esta joven cuyo trabajo en la serie consistía en realizar el maquillaje y la peluquería a los centenares de personajes que forman el elenco además de crear piezas de posticeria. «En el equipo éramos alrededor de 56 personas sin contar con las y los apoyos adicionales que se iban necesitando», añade.
Un acuerdo con The Tolkien Estate, propietaria de los derechos de la obra del escritor, obligaba a Amazon a comenzar la producción de la serie antes de 2019 si no querían volver a negociar lo pactado. Con esta fecha como límite se trabajaba para cerrar al equipo técnico y artístico. Todo iba bien hasta que la crisis del coronavirus obligó a retrasar el rodaje hasta julio de 2020.
«La mejor experiencia que me quedo es tener el gran honor de conocer a Juan Antonio Bayona, director de los dos primeros episodios de la serie, su hermano Carlos Bayona y el resto del equipo, que es fantástico», dice.
No olvida tampoco esta joven lo satisfactorio que fue «trabajar junto a mi querido compańero Pepe Mora, de prótesis», asegura. «Tuvimos el honor de maquillar y conocer al actor Peter Mullan, el rey de los enanos», prosigue. «Yo puse el maquillaje peludo y Pepe las prótesis. Mi querido compańero de Vallecas y yo, de Carabanchel, trabajando juntos en la ciudad de Auckland, al otro lado del mundo», concluye satisfecha.
«En una serie como esta nada es sencillo»
La canaria Erika Marrero, que en La casa del dragón ha trabajado en los departamentos de peluquería y maquillaje y ambientación, confiesa que «en una serie de esta envergadura nada es sencillo por eso se trabaja con mucho tiempo de antelación para que esté todo organizado; si es así, si todo fluye, pese a que pueden surgir inconvenientes, la cosa va rodada».
La precuela de Juego de Tronos se ha rodado en escenarios de Inglaterra, Portugal y España. «Yo estuve en el rodaje de Cáceres y en el de Monsanto, en Portugal. Conocer lugares tan especiales como ese, que es un pequeño poblado medieval construido en la cima de una montaña, es de las cosas que me quedo de este rodaje», dice Marrero, que también recuerda cómo había que subir andando cada día «cargados de todo» para poder trabajar. «Había quien se quejaba porque era una paliza cada día [el material técnico se subía en helicóptero] pero a mí me encantaba», admite esta joven profesional.
«Pasamos frío, lluvia, calor... pero vivir todo eso con los compañeros y amigos parece que le resta importancia a toda esa parte», confiesa Erika Marrero, que pasó tres meses vinculada al proyecto de HBO Max.
Dependiendo de las necesidades de cada día de rodaje, el equipo de maquillaje y peluquería se iba adaptando. «Lo normal es que fuéramos unas 40 personas pero había días que superábamos los 60 y otros en que llegábamos a ser cien personas entre los dos departamentos», cuenta la canaria.
Al parecer, en La casa del dragón se ha apostado mucho por el uso de efectos prácticos, en lugar de digitales. Evidentemente, no todo puede hacerse de forma artesanal y que quede bien en pantalla, pero al menos se ha intentado. De ahí que existiera en la nueva serie de la plataforma HBO Max un departamento de ambientación, del que también formó parte Erika Marrero.
En ese área el trabajo consistía en dotar a los espacios de accesorios acordes con la época, envejecer calles o fachadas e, incluso, borrar algún elemento moderno que pudiera contener el edificio, la plaza o la vía en la cual se desarrollaba el rodaje.
La casa del dragón llega a las pantallas de todo el mundo esta misma madrugada. Desde esta noche, valar morghulis (total).
