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Ciencia

El árbol genealógico de la humanidad

Una investigación liderada por científicos de la Universidad de Oxford proporciona la base de datos genética más detallada publicada hasta la fecha sobre la evolución de nuestra especie

El árbol de la vida.

La historia de todos los seres humanos que han vivido en el planeta Tierra, desde los primeros homínidos que se pusieron sobre dos patas hasta los actuales terrícolas que deambulan por el globo, pende de un hilo común. Un equipo internacional de investigadores, liderados por la Universidad de Oxford, ha presentado el árbol genealógico humano más grande y más completo jamás construido.

Se trata de la base de datos más detallada publicada hasta la fecha acerca de la genealogía de nuestra especie. Según explican sus creadores, esta herramienta abre un nuevo abanico de oportunidades para la comunidad científica; esta base de datos genética permitirá estudiar momentos clave de la historia evolutiva humana, pero también podría usarse para entender los mecanismos que subyacen en varias enfermedades raras de origen genético.

Este espectacular árbol genealógico de los sapiens debutó en la prestigiosa revista Science. El equipo científico encargado de su elaboración ha logrado la titánica tarea de combinar (y darle sentido) a una decena de bases de datos genéticas diferentes. El trabajo incluye más de 3.500 secuencias genómicas de alta calidad que reflejan información de cerca de 215 poblaciones humanas, tanto antiguas como modernas.

La herramienta también incorpora información sobre algunos de nuestros antepasados prehistóricos de hasta 10.000 años de antigüedad. En total, según explican los autores de esta titánica tarea, este árbol genealógico narra la historia de casi 27 millones de antepasados humanos.

La otra cara de la historia

«Hemos construido un gran árbol genealógico que incluye a toda la humanidad, así que en cierta manera estamos ante un modelo que muestra la otra cara de la historia que generó todo», explica el biólogo evolutivo Yan Wong, del Big Data Institute, como uno de los principales autores de este trabajo. «Esta genealogía nos permite ver cómo la secuencia genética de cada persona se relaciona con las demás a lo largo de todos los puntos del genoma», añade el experto después de la publicación de esta base de datos inédita.

La teoría, de hecho, es muy clara al respecto. Dado que las regiones individuales del genoma de cada persona solo se heredan de uno de los progenitores, ya sea el padre o la madre, cada punto del genoma se puede interpretar como un pequeño punto de un árbol genealógico global. Tirando de estos mismos hilos, el trabajo también ha logrado rastrear en la línea temporal cuándo aparecieron por primera vez algunas de las mutaciones genéticas.

Si alguno de ustedes se pregunta qué pinta tiene el árbol genealógico humano más completo publicado hasta la fecha la respuesta es que, para el ojo inexperto, luce como una base de datos infinita. Plagada de números y tablas. Y complejo hasta la médula. Pero esta misma información, en manos una entusiasta comunidad científica, se presenta como un gran avance técnico que, a su vez, puede abrir la puerta a innumerables otros estudios.

«El poder y la resolución de este árbol genealógico prometen ayudar a aclarar la historia evolutiva de los humanos», comentan las investigadoras Jasmin Rees y Aida Andrés, expertas en genéticas no vinculadas a este estudio, en un artículo complementario publicado en Perspectives.

Uno de los puntos fuertes de este árbol genealógico, según argumentan sus propios creadores, es cómo logra completar algunas de las lagunas sobre la historia evolutiva de nuestra especie.

El árbol de la vida.

Código genético compartido

Por ejemplo, se ha podido reconstruir cómo tuvo lugar la migración humana fuera del continente africano. Y también de qué forma esta diáspora transformó la genética de nuestra especie. Tal y como apunta este trabajo, si pudiéramos visualizar este proceso a cámara rápida, por ejemplo, nos daríamos cuenta de que los primeros migrantes que salieron de África (cuna de nuestra especie) compartían gran parte de su código genético. Sin embargo, a medida que las diferentes poblaciones fueron emprendiendo su rumbo, su ADN también se fue diferenciando.

Después de la publicación de este gigantesco árbol genealógico, el equipo de investigadores encargados de este trabajo anuncia su plan en mente para poder ampliar, todavía más, esta herramienta científica. Y aplicarla, por ejemplo, al estudio de la genealogía de otras especies animales.

«Este estudio está sentando las bases para la próxima generación de secuenciación de ADN», comenta Wong. «A medida que mejore la calidad de las secuencias genómicas modernas y antiguas, los árboles genealógicos serán aún más precisos y, eventualmente, podremos generar un mapa único y unificado que explique cómo se ha construido toda la variación genética humana que vemos hoy», añade el investigador.

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