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Pedro Martell Actor

«A un intérprete no le toca un día la suerte en la puerta de su casa»

El actor grancanario triunfa en Madrid con el musical Tina, donde interpreta al mánager de la mítica artista

Pedro Martell. FOTO:ALEJANDRO DEL ROSARIO /ESTILISMO: JAIRO VILLADA

Pedro Martell es un actor grancanario que actualmente triunfa en Madrid con el musical Tina, un montaje que relata la vida de la cantante. Martell, criado en La Garita, interpreta al mánager de la mítica artista. «Ahora me encanta decir que el representante de Tina Turner es canario», bromea.

¿Cómo se inicia un muchacho canario en el mundo de la interpretación y, especialmente, en las producciones musicales más importantes del país?

Pues se inicia desde la más absoluta nada. Mi verdadera vocación desde niño siempre fue ser veterinario, hasta que empecé a escuchar música y empecé a conectar con el arte, el cine… Fue ahí cuando identifiqué que había algo dentro de mí que conectaba con todo eso. El baño de mi casa ha presenciado grandes conciertos, y mi madre siempre dice que soy muy peliculero, pero tardé en darme cuenta de que podía ser una opción o que era una carrera como tal y que algún día podría ganarme la vida con ello. A medida que fui creciendo y me fui haciendo un adolescente, esa semilla crecía más y más dentro de mí, y decidí que los animales me gustan mucho pero que no me quería ganar la vida de esa forma. Así que terminé mis estudios, y cuando recibí las notas de selectividad, di la exclusiva en casa: Quiero ser actor, me voy a Madrid. Planeamos un viaje con mi madre y mi tío Orlando para ver escuelas y posibles alojamientos y me mudé en cuanto empezó el curso para estudiar interpretación.

¿Cómo recuerda sus primeros trabajos?

Fue con 21 años. Llegué a Madrid con 18 y estudiaba en una escuela de interpretación, pero yo realmente quería actuar, cantar y bailar, y al año siguiente, descubrí la que fue mi primera escuela de teatro musical Carmen Roch. Me empecé a formar de lleno, y al mismo tiempo empecé a hacer pruebas para los musicales grandes de la Gran Vía y hubo un momento en que quedé finalista para dos producciones y tuve la poca suerte de que no me cogieran en ninguna. Por otro lado estaba a punto de estrenarse el musical Quisiera Ser, con las canciones del Dúo Dinámico, al que ya había audicionado y en el que no me habían seleccionado, y un compañero me dijo que les faltaba un chico y querían a uno rubio. Y volví. Tuve que pasar una prueba de baile bastante exigente en la que me seleccionaron, por rubio probablemente, y al pasar a la prueba de canto y cantar, el coreógrafo de la producción Tino Sánchez, que entonces coreografiaba también Hoy no me puedo levantar, donde me cerraron la puerta otra multitud de veces, me dijo: ¿ Y tú por qué no cantaste así en el casting de Hoy no me puedo levantar? y respondí: porque no me diste la oportunidad de hacerlo. Me dijo que esperase fuera, y a los cinco minutos salió el director y me pidió si podía esperar para negociar y firmar el contrato. Yo no entendía nada… No sabía de lo que me hablaba. Hasta que aterricé y le dije: ¿pero me habéis seleccionado? y me dijo que sí.

A los pocos meses de estrenar Quisiera Ser recibí una nueva oferta para la gira de High School Musical donde compartí escenario con el actor grancanario José Carlos Campos, y recorrimos España representando la obra. Era una producción de gente superjoven, una auténtica locura, pero que recuerdo con mucho cariño y de la que mantengo grandes amigos. Desde entonces, por suerte no he parado de enlazar una cosa con otra.

¿Había antecedentes artísticos en su familia o fue usted el primero de la casa en lanzarse a ese mundo?

Mi abuela paterna, de joven parece ser que era muy artista y su sueño era ser actriz. Siempre cuenta que en su época la seleccionaron para hacer un cameo en una película de Hollywood que se rodó en Maspalomas, pero que su padre, que en aquel entonces era militar, se lo prohibió. Maldigo ese día porque podría tener una abuela con un Oscar o quién sabe [risas] Se puede decir que no vengo de una familia de artistas, aunque tengo un tío que es un experto contando chistes…

«El baño de mi casa ha presenciado grandes conciertos, pero tardé en darme cuenta de que la interpretación podía ser una opción laboral»

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¿Encontró apoyos en su entorno a aquella decisión o se lo pusieron difícil?

Mi decisión de dar este salto vino un poco tarde y fue bastante inesperada en mi entorno. Nunca hice público mi interés por el mundo artístico, hasta más tarde. Viví un poco acomplejado y con vergüenza de expresar que esta era mi vocación ya que no había hecho más que las obras de teatro del colegio y tampoco fui el niño que cantaba en pueblos o festivales. Pensaba que por esta razón, no me podría dedicar a eso o nadie me iba a tomar en serio. Con 16 años le dije a mi madre que quería ser artista y ella tragó saliva y me dijo que sí pero que debía terminar primero mis estudios, de lo que estoy tremendamente agradecido. Cumplí con ella y llegó el momento de elegir una carrera, que afronté con tenacidad.

Guardo conmigo una anécdota muy bonita de una compañera del colegio que en un concurso literario escribió una pequeña novela sobre la perseverancia, y me dijo que se había inspirado en mí, que ella sí me veía capaz y que tenía, que debía luchar por conseguir cumplir mis sueños y ser perseverante.

¿Fue complicado enfrentarse solo y lejos de su tierra a la ardua tarea de convertirse en actor?

Si soy sincero, no lo recuerdo como una etapa dura o complicada, era joven y estaba haciendo lo que quería hacer y lo que había elegido. Fue un poco extraño aterrizar en un mundo al que no estaba acostumbrado y en un entorno de gente que quería dedicarse a lo mismo que yo. Recuerdo estar nervioso en las primeras clases y muerto de la vergüenza por salir a exponerme, y mostrarme delante de mis compañeros , pero por otra parte estaba lleno de ilusión y optimismo. Era ignorante del talento de los demás y lo que había fuera de las cuatro paredes de mi escuela y eso me mantenía con la sensación de ser capaz de lograr mis sueños. No tardé en entrar en una compañía amateur donde representábamos el musical de West Side Story con una gente magnifica y un ambiente supersano. En este aspecto, he sido muy afortunado; siempre me he rodeado de gente buena y gente que me quiere.

¿Cuándo se dio cuenta de que iba a poder ganarse la vida sobre el escenario?

No te das cuenta, de pronto sucede. Uno se forma, trabaja duro y trata de ser constante y de pronto las cosas van llegando poco a poco. Es una carrera de fondo bastante dura. Mucha gente de mi profesión me dice que yo tengo mucha suerte, y probablemente no estén equivocados, pero la suerte no te toca un día en la puerta de casa y te levanta del sofá. La suerte también hay que salir a buscarla e ir a pruebas, formarse, currar e intentar tener una actitud positiva para llamar cosas buenas. Hay personas que piensan que una vez y ya has entrado en un circuito, ya no vas a parar de trabajar y puede que sea el caso de muchos ya que es más fácil cuando la gente te conoce y sabe como trabajas y si le funcionas o no, pero como todo en la vida. En esta profesión, no vale solo con estar en el circuito, ya que no te exime de hacer castings para nuevas producciones en las que si al director de turno no le cuadras, no le cuadras por mucho que la productora que trabajo contigo hable bien de ti. Es una profesión bastante caprichosa y en ocasiones se hace difícil.

Actualmente forma parte del elenco del musical Tina, que se representa con éxito en el Teatro Coliseum de Madrid. ¿Cuál es su papel en esta producción?

Hace unos meses comenzamos esta aventura que me hace muy feliz. Unos meses antes de la pandemia, la productora Stage Entertaiment me contactó porque traían la misma versión a Madrid y querían hacerme una prueba para el espectáculo. Comenzamos un proceso de castings que se vieron interrumpidos por el largo confinamiento, y cuando todo empezó a volver a normalizarse retomamos las audiciones. Finalmente, la directora Katherine Hare me dio el papel de Roger Davies, el mánager que lanzó a Tina Turner a la fama. Ahora presumo y con orgullo digo que ‘el mánager de Tina Turner es canario’. Me lo han presentado como una persona entusiasta, apasionada, positiva, ambiciosa que cuando conoce a Tina en persona se queda impactado. Es un personaje con el que conecto mucho. Es una pasada de producción con un mensaje de vida muy potente, y la comparto con un grupo de artistas, técnicos y directivos que son un lujo.

Pese a su juventud tiene usted un curriculum de lo más interesante, con participaciones en espectáculos como La jaula de las locas, Cabaret, Priscilla, reina del desierto o Fiebre del sábado noche tour, entre otros. ¿Le ha servido la experiencia acumulada? Y en ese sentido, ¿qué importancia le da a la formación?

Trabajar es cierto que te da otra experiencia, te da las conocidas tablas de las que hablan los artistas, y si que te pone en otro sitio y te da otra seguridad a la hora de enfrentarte a nuevos retos aunque los nervios siempre están y deben de estar. La experiencia es un grado y se nota a la hora de enfrentarte a cualquier proyecto. Sigo luchando contra inseguridades y contra ese bichito que tenemos dentro que nos dice: eso no lo puedes hacer, o el que nos juzga. Ese bichito que tenemos que exterminar los artistas. Un artista nunca debe acomodarse y debe estar en un continuo aprendizaje. La formación y el trabajo es la base de todo.

Su carrera ha transcurrido casi por completo fuera de Canarias. ¿Fue buena decisión instalarse en Madrid?

Sí lo fue, salir de Canarias me ayudó a salir de mi zona de confort, de mi circulo habitual en el que igual no me habría atrevido a dar el paso de subirme a un escenario, así que sí lo fue. Además aprendí otras muchas cosas de la vida y de la vida doméstica también al independizarme.

«Ahora que formo parte del elenco de ‘Tina’ presumo y con orgullo digo que ‘el mánager de Tina Turner es canario’», asegura Pedro Martell

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Si mira hacia atrás, ¿cuáles considera que han sido las producciones donde más ha aprendido y por qué?

No sabría elegir una, de todas he sacado algo positivo o he aprendido algo que me ha hecho crecer sobre todo a nivel personal. Ha habido alguna en la que en un principio lo he pasado mal y al final se ha acabado convirtiendo en una de las que más me han marcado. Pero en general de todas me llevo cosas positivas. He tenido compañeros de todo tipo tanto como para bien como para no tan bien, y de estos son de los que más aprendes para futuras producciones. Me ha costado aceptar que los proyectos se acaban así que aunque se haga monótono hacer lo mismo cada día, he aprendido a reinventarme en cada función (en ocasiones para no aburrirme) para dar lo mejor de mi y disfrutar de esa experiencia que de pronto se va para no volver, y hay que cerrar carpeta y enfocar la energía en otra dirección.

¿Cree que será sencillo recuperar las cifras de espectadores y la actividad previa a la crisis de la Covid 19?

Es evidente que el sector artístico ha sido uno de los más afectados en esta pandemia. Los musicales en concreto hemos sido los primeros en cerrar y los últimos en abrir, y esto ha ocasionado muchísimas perdidas para las productoras que apuestan por este género, pero sorprendentemente hemos vuelto más fuertes y con más ganas. Este año la cartelera de musicales en España ha sido la mayor cartelera de espectáculos que recuerdo hasta ahora.

Cada vez son más los y las artistas canarias que se han hecho un hueco en la escena nacional. ¿Están bien valorados dentro del sector los profesionales de las islas?

No sé si todos están tan valorados, pero eso es un poco imposible… Tengo muchísimos compañeros canarios, que son brillantes y no solo en la escena interpretativa nacional sino también en otros países, despuntando también en otras disciplinas. Bueno, dentro del sector sí que están valorados, pero existen grandes desconocidos que lo están partiendo fuera de España tratando de buscarse un hueco llámese en teatro, cine, teatro musical… que por lo que sea no son conocidos por el momento. Por otro lado hay gente que ya se ha hecho un nombre y por supuesto que están valorados tanto en nuestras islas como aquí en Península. Es evidente que tenemos actrices de la talla de Antonia San Juan que son muy respetadas en la industria, y otros muchos actores que llevan muchos años currando para hacerse un hueco y que a día de hoy siguen manteniéndose en activo y haciendo trabajos de mucha calidad.

Personalmente creo que en nuestras islas hay muchísimo talento y es evidente, no hay más que encender la tele y ver un talent show, siempre hay gente canaria y siempre suelen ser muy muy artistas, llegando hasta ganar concursos como en el caso de Nia o Cristina Ramos. A mí me sorprende y me enorgullece un montón. Por norma general, a los canarios que vivimos fuera se nos llena la boca cuando hablamos de otros canarios que se dedican a lo mismo que nosotros.

¿Algún proyecto a la vista?

Pues me jode decirte que no… y aprovecho para hacer un llamamiento a los directores canarios o de cualquier territorio para que me contraten! jejeje Actualmente estoy bastante liado con Tina y rodando con la productora Hormigas Negras La isla misteriosa que se emite en la televisión canaria donde interpreto al Doctor Williams. Además estoy compaginando el teatro con una carrera universitaria que me está quitando más tiempo del que quisiera pero que de momento voy llevando bastante bien, y con seminarios actorales. Creo que con todo esto del covid, la vida nos está enseñando a vivir y disfrutar mas del presente y lo que tenga que venir vendrá si tiene que venir. Como proyecto a futuro ahora mismo te podría decir que me estoy enfocando en ser una mejor versión de mi a nivel artístico e intelectual, pero de ésta acabo loco.

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