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arcoÍris sobre el malpaís

Transición escrita en lava

El cineasta Roberto Pérez Toledo filma en su Lanzarote natal ‘Antes de la erupción’, donde el paisaje de la isla sirve como metáfora para hablar del tránsito de género de uno de sus protagonistas. El cortometraje, preseleccionado para los Goya 2022, se convertirá en un largometraje

Una imagen del rodaje del cortometraje ‘Antes de la erupción’, que tiene como escenario el paisaje volcánico de la isla de Lanzarote. DAVID G.P.

Cinco jóvenes y la brutalidad de los paisajes de Lanzarote conviven en el cortometraje ‘Antes de la erupción’, del canario Ramón Pérez Toledo, una producción donde la metamorfosis de la isla sirve como metáfora de la transición de uno de sus protagonistas

En los apenas nueve minutos que dura el cortometraje Antes de la erupción, el cineasta lanzaroteño Roberto Pérez Toledo ha logrado convertir el paisaje volcánico de Lanzarote en un personaje más de esta producción audiovisual donde la brutal metamorfosis del espacio físico resultante tras los procesos eruptivos en la isla sirve como metáfora para abordar los cambios personales protagonizados por los intérpretes de esta película. Preseleccionada para los Goya 2022 en la categoría de mejor cortometraje, finalmente no logró colarse entre las cinco nominadas a los galardones más importantes del cine español, a pesar de que el año pasado ganase 27 premios y recorriera más de cien festivales de todo el mundo. Esa mala noticia, sin embargo, trasmutó hace unas semanas en una nueva bocanada de aire (y vida) para Antes de la erupción con el interés de algunas productoras en convertir en largometraje la historia de transición de Em y sus amigos entre los volcanes de Lanzarote.

La reciente crisis volcánica de La Palma no ha tenido nada que ver con el nacimiento de Antes de la erupción. Roberto Pérez Toledo ya tenía escrito con anterioridad el guion de su película, que fue rodada en Lanzarote en 2019 y estrenada en 2021. «Grabamos en julio de hace tres años pero poco después se paró el mundo con la pandemia», recuerda el director, «así que el corto no lo echamos a andar hasta principios del pasado año cuando empezó su recorrido en festivales y lo adquirió Movistar».

«Mis personajes son siempre personas que no saben gestionar sus sentimientos, que no saben cuál es la forma correcta de comportarse o qué hacer ante lo que sienten», asegura el cineasta lanzaroteño

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«Nuestra identidad, lo que somos, es como un volcán que erupciona arrasando con todo», dice Pérez Toledo sobre el vínculo que cogidos de la mano transitan el guion de Antes de la erupción y Lanzarote. «Puedes intentar que el volcán permanezca dormido, pero si tiene que hacerlo, tu identidad acaba brotando, como la lava, porque no puedes silenciar ni aplacar lo que eres», añade haciendo un símil entre los ingobernables fenómenos de la naturaleza y la también indomesticable realidad personal que caracteriza a cada uno de nosotros y nosotras.

Antes de la erupción habla precisamente de ese proceso que, de repente, altera el paisaje vital de cada persona y de su entorno. El cortometraje cuenta cómo y de qué manera afrontan los cinco protagonistas un cambio significativo en sus vidas que les llega de la mano de Em, uno de los integrantes de ese joven grupo de amigos que sorprende al resto con la decisión de iniciar su transición de género. El camino que pretende emprender Em, papel interpretado por el actor catalán Pablo Capuz (Merlí, Merlí Sapere Aude, Cuando acabe el verano...), sacude los pilares de la relación de esta vieja pandilla de colegas que se vuelve a reunir para disfrutar juntos de unas vacaciones en Lanzarote.

«Rodar en mi isla, en Lanzarote, era mi gran asignatura pendiente, pero no quería rodar en la isla porque sí o sin más. Quería encontrar una historia donde Lanzarote tuviera una presencia orgánica, intrínseca, como un personaje más», prosigue este cineasta canario que en 2012 estrenó su primer largometraje como director y guionista, Seis puntos sobre Emma, que ganó las Biznagas de Plata a la Mejor Actriz para Verónica Echegui y el Mejor Guion en el Festival de Málaga, el Premio del Público y el Premio a la Mejor Ópera Prima en Cinespaña (Francia). Además, por su aportación al cine que visibiliza la diversidad sexual ha recibido el Premio Honorífico del Lesgaicinead, el festival de temática LGBTI más importante de los países de habla hispana que se celebra en Madrid.

Cuando habla de cómo nace Antes de la erupción, el cineasta asegura que le «entusiasmaba la idea de rodar cerca de casa y de plasmar mi vivencia personal de la isla, primero como niño y adolescente que creció en ella hasta que se fue a estudiar a Salamanca y también mi fascinación como adulto que regresa varias veces al año a Lanzarote y la redescubre en cada ocasión. Y entonces a mi cabeza llegó el germen» de su cortometraje. «La identidad es su gran tema de base: la necesidad imperiosa de encontrar tu pequeño lugar en el mundo y ocuparlo. Y de pronto me imaginé a estos personajes entre volcanes. En la isla en la que nací».

«En la isla se ha rodado mucho cine, sí, pero me cuesta encontrar una película que transmita lo que siento, por ejemplo», dice, «dando un simple paseo por las carreteras de Timanfaya. Esa sensación abrumadora y envolvente de formar parte de un paisaje único, creado hace tres siglos durante seis años de constantes erupciones».

El volcán es la metáfora de la cual nacen estos personajes entre volcanes. «Y luego entendí por qué: porque nuestra identidad, lo que somos, es como un volcán que erupciona arrasando con todo. Puedes intentar que el volcán permanezca dormido, pero si tiene que hacerlo, tu identidad acaba brotando, como la lava. Porque no puedes silenciar ni aplacar lo que eres», añade.

«El paisaje es un personaje más; la crudeza de la piedra, los volcanes y la propia luz de la isla hacen que todo se engrandezca», explica el tinerfeño Juanmi Márquez, director de fotografía del cortometraje

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«A algunos sí y a otros no», dice sobre el joven elenco del cortometraje. «Conozco a muchos actores, y he trabajado con muchos intérpretes jóvenes en los últimos años, pero el reparto se fue formando con la ayuda también de la directora de casting, Ana Lambarri, que me descubrió a Pablo Capuz, que interpreta a Em, o a Javier Orán, que es el narrador de la historia. Ellos, junto a Jorge Alcocer, Edgar Córcoles y Javier Morgade, forman una pandilla de ensueño. Con Edgar y con Jorge ya había currado», añade antes de reconocer que «en cuanto junté a los cinco, supe que funcionaría, porque el reto era contar su amistad de un modo muy físico, muy silencioso».

Comieron un día todos en un restaurante de Lavapiés y enseguida, dice el lanzaroteño Roberto Pérez Toledo, se los creyó como amigos. «Y acababan de conocerse», matiza. Los cinco son jóvenes pero todos actores profesionales, muy formados, muy capaces, con trayectoria y con mucho futuro. «A algunos les veremos en series que lo van a petar este año», asegura orgulloso.

«Lo afronté con ilusión y ganas», explica el actor Javier Orán (El palacio de las nubes, Legado en los huesos...), uno de los protagonistas del largometraje, donde hace las veces de narrador de lo que sucede al grupo. «Nunca había narrado nada y me deje guiar por Rober y mi instinto. Respecto a las palabras», aclara sobre la importancia de los silencios en Antes de la erupción, «intento siempre que todo aquello que diga mi personaje esté lleno así que lo afronté como cualquier otro proyecto, intentado encontrarle mi sentido a esas palabras».

(L) | DAVID G.P.

Cuando le preguntas a Roberto Pérez Toledo si se ve reflejado en alguno o algunos de los personajes del cortometraje no lo duda: «Eso siempre, de un modo u otro, de forma más explícita o más inconsciente». Asegura que escribe «con lo que soy, con lo que conozco, con el modo en que vivo mis emociones, con lo que me cuentan mis amigos que les pasa. Y luego me satisface mucho cuando los espectadores me cuentan que se han identificado con mis personajes. Creo que ese es el objetivo del cine, de contar historias: establecer una comunicación con quien las ve. Y compartir preguntas. Mis personajes son siempre personas que no saben gestionar sus sentimientos, que no saben cuál es la forma correcta de comportarse o qué hacer ante lo que sienten. Y luego a veces aciertan o la cagan, como todos en la vida.

Puedo contar una historia que no me ha ocurrido personalmente», admite, «pero para mí sí es necesario conocer bien de cerca los sentimientos por los que pasan mis personajes. Para entenderles aunque a mí no me haya ocurrido necesariamente lo que les ocurre a ellos. Al fin y al cabo, esta amalgama de sentimientos no es tan abundante sino más bien básica y todos la acabamos conociendo antes o después: deseo, amor, desamor, frustración, soledad… Son los pilares de mis historias y todos hemos pasado por ello en mayor o menor medida”.

El tamaño importa

Tras ver desvanecerse su sueño de llegar a la gala de los premios Goya de 2022 al haberse quedado Antes de la erupción fuera de los cinco cortometrajes finalistas, Roberto Pérez Toledo admite que «en el grupo de Whatsapp que tengo con los actores nos mandamos emojis con caras tristes y corazones rotos y el mal sabor de boca se quedó ahí», recuerda divertido. El destino, sin embargo, parece que también quiere participar en esa metamorfosis de la cual habla la película y dibujó un nuevo paisaje para el futuro de la producción, que se va a convertir en un largometraje también rodado en Lanzarote.

«Siempre fue un largo», aclara el cineasta. «Escribí Erupción como largometraje y luego Antes de la erupción como corto para intentar allanarnos el camino de la financiación para un largo. Y en ello estamos», admite, «animados por los logros del corto, pero no está siendo fácil. Financiar una peli con un presupuesto digno es una locura, un camino lleno de obstáculos, y cada vez más. Siento que ahora es más difícil incluso que cuando hice mi primer largometraje, que ya costó».

«La identidad es su gran tema de base: la necesidad imperiosa de encontrar tu pequeño lugar en el mundo y ocuparlo. Y de pronto me imaginé a estos personajes entre volcanes», reconoce Roberto Pérez Toledo

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El largometraje es la historia completa del viaje de Em y sus amigos a Lanzarote, de su viaje vital y emocional durante esos días. «No puedo tener más ganas de rodarlo», confiesa.

La figura de Rafael Álvarez, el productor de Antes de la erupción, ha sido importante para que el cortometraje se realizara. «Ha creído en este proyecto y lo ha entendido siempre desde que se lo conté hace tiempo tomando algo en una terraza. Y aquí seguimos luchándolo», confiesa sobre su relación con la persona que, gracias «a una pequeña inversión suya», convirtió en imágenes el guion del lanzaroteño.

«El equipo, que ha sido pequeño, es un mix entre gente canaria y colaboradores míos habituales de Madrid», habla Rober, como le llaman sus actores. «A Juanmi Márquez», el director de fotografía de Antes de la erupción, «lo conozco desde hace años y ha estado en el proyecto desde su origen. Siempre he querido currar con él y supe que esta historia era para que él la fotografiara y ha sido un lujo tenerlo. Juanmi y su cámara son uno».

«En este proyecto la fotografía está al servicio de la historia aunque suene a tópico», explica Juanmi Márquez, un tinerfeño que está considerado entre lo mejor de Canarias en materia fotográfica, con colaboraciones en importantes editoriales de moda, campañas de publicidad y rodajes de cine. «No se trata de una fotografía preciosista, sino de una fotografía minimalista que acompaña a los personajes en su viaje», dice Márquez sobre un trabajo que tuvo en Lanzarote un importante pilar. «El dramatismo de la isla jugó totalmente a favor de la pelñicula. El paisaje es un personaje más, la crudeza de la piedra, los volcanes y la propia luz de la isla hacen que todo se engrandezca».

«Él es muy intuitivo y aquí era muy importante respirar la historia a través de las imágenes, sin marcas, sin encorsetarnos, convivir con los protas en las secuencias como uno más de la pandilla», cuenta previamente sobre Juanmi el cineasta Roberto Pérez Toledo. «Y fue un espectáculo verle trabajar y correr junto a los chicos».

«La experiencia fue maravillosa», reconoce por su parte Edgar Corcoles, otro de los actores de la película y un habitual en el cine de Pérez Toledo. «Todos ellos son geniales», cuenta el joven, «y con todos ellos mantengo contacto a día de hoy. Me pusieron las cosas muy fáciles para trabajar».

«La experiencia fue maravillosa», dice el joven actor albaceteño Edgar Corcoles. «Todos los integrantes del elenco son geniales y mantengo contacto con todos. Pusieron las cosas muy fáciles para trabajar»

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En otro momento de la entrevista el cineasta habla de la luz que impregna este relato de superación y verdad tolerante. «Yo quería que la historia tuviera los colores de Lanzarote y que, por momentos sonara como cuando intentas hablar con alguien en ese contexto, con el viento tan característico de la isla inundándolo todo, casi sin dejar que nos escuchemos. Es complicado grabar diálogos en una playa como la de Famara en un día de mucho viento como el que nos hizo, sobre todo si los actores van en bañador y no puedes ocultar un micro en su ropa y solo podemos grabar sonido con micro en pértiga», rememora el director de Antes de la erupción sobre una jornada de rodaje en la playa que, sin embargo, tanto el albaceteño Edgar Corcoles como los demás integrantes peninsulares del elenco —el resto— recuerdan divertido aunque con algún importante matiz.

«Nos avisaron de que aunque estuviese nublado teníamos que echarnos crema y no les hicimos caso. Nos quemamos enteritos todos; imagine cómo acabo la cosa», concluye sobre un aprendizaje más que se lleva de esta joya de cortometraje: seamos tolerantes ante los cambios de nuestro paisaje vital y no olvidemos echarnos protector solar en la playa (aunque esté nublado).

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