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Territorio vintage

‘Rebeldes’todavía de oro

Mientras la novela de Susan E. Hinton sigue entre los libros recomendados en EEUU, la película recupera su esplendor en una nueva versión y una casa museo le rinde homenaje

Los protagonistas de la película de Francis Ford Coppola, en uno de los carteles promocionales. E. D.

En el número 731 de la avenida Saint Louis, en Tulsa (Oklahoma, EEUU), se levanta una casa blanca con un porche y, junto a la puerta de entrada, hay un banco metálico de color verde apagado. Podríamos decir que está exactamente igual que en 1983, cuando sirvió de plató para representar la casa donde vivían los hermanos Curtis, protagonistas de la mítica película Rebeldes (The outsiders). Rob Lowe, Patrick Swayze y C. Thomas Howell, bajo la dirección de Francis Ford Coppola, peleaban, reían, discutían sobre los problemas de sus personajes, adolescentes de los suburbios, huérfanos, con sus amigos grasientos, encarnados por Tom Cruise, Emilio Estévez, Ralph Macchio y Matt Dillon, el carismático Dallas Winston en la película.

A diferencia de otras prácticas cinematográficas, Rebeldes utilizó viviendas reales en una ciudad real para llevar al celuloide la novela de iniciación y también mítica de Susan E. Hinton. La casa de los Curtis sigue en pie como estaba, y este 25 de septiembre se pisará el césped de la parcela para una ocasión especial: la proyección en primicia de la versión restaurada de la película, coincidiendo con el lanzamiento en formato 4K de la producción y su vuelta a la gran pantalla.

Un rapero al rescate

El acontecimiento es posible gracias a que uno de sus fans, el rapero norteamericano Danny Boy O’Connor, se animó a rescatar la casa de la ruina en 2016. O’Connor, antiguo miembro de House of Pain y hoy en el grupo La Coka Nostra, coleccionaba objetos relacionados con la película y, tras adquirir la propiedad de la vivienda donde se ambienta buena parte del filme, se propuso convertirla en un museo para reivindicar su memoria. A partir de donaciones y también con los ingresos de las visitas de otros fans y grupos de escolares, el proyecto ha tirado adelante. La cazadora que llevaba Dallas en la película, o la sudadera de Ponny Boy, que el mismo C. Thomas Howell entregó en un acto público en la casa, están entre las fotografías del rodaje y otros recuerdos de la producción, que tuvo por banda sonora una canción de Stevie Wonder, Stay Gold.

La última incorporación a la experiencia vintage del museo consiste en reservar tres horas de estancia privada en la sala de estar, que conserva el mismo sofá blanco y la butaca, y que ha añadido un televisor y un aparato de reproducción para volver a ver la película en una sesión muy especial. Rob Lowe y su hijo han dejado su huella en el lugar, así como Ralph Macchio, otra vez en primera fila cinematográfica gracias a la serie Cobra Kai, que lo ha visitado con su familia. Y la fuente de todo ello, la escritora Susan E. Hinton, también se ha hecho fotos en la casa museo.

Cinta remasterizada

La iniciativa para traer ahora de nuevo Rebeldes a los cines —de forma remasterizada— se ha concebido como un homenaje total a una historia que ha calado hondo en las sucesivas generaciones que han podido disfrutarla. La historia de un puñado de adolescentes confundidos, que dejan atrás la niñez para afrontar vidas de adultos, con sus responsabilidades, sus riesgos y sus retos en definitiva, adopta un tono lírico salpicado por las peleas de bandas que intentan recrear la cultura de los 60. La novela en que se basó la película no ha perdido tampoco su brillo y sigue siendo lectura obligatoria en muchas escuelas de Estados Unidos por su conmovedor retrato de la amistad, la familia y el tránsito por la pubertad. Llegó al público español poco después del estreno de filme, de la mano de la editorial Alfaguara.

La historia vio la luz, sin embargo, en 1967. Su autora apenas contaba con 15 años cuando la empezó a escribir, y la vendió con 17. Hinton, que posee los derechos de autor de la obra, no quiere oír hablar ni de un remake en cine ni de una segunda parte literaria, pese a que la novela ha superado los 15 millones de ejemplares vendidos, según la revista Rolling Stone. Clubs de lectura la siguen compartiendo para profundizar en los dilemas de los personajes, desde la soledad hasta el amor y la pérdida. Y ella misma interactúa con sus fans en las redes sociales.

Lectura vetada

Susan E. Hinton logró que sus cuatro primeras novelas fueran llevadas al cine, la segunda más popular de ellas fue La ley de la calle (Rumble Fish), también dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada por Matt Dillon y Mickey Rourke. Rebeldes es una novela juvenil de los años 60, y en algunos círculos de enseñanza norteamericanos vetan su lectura en las escuelas por considerarla demasiado violenta o porque refiere a adolescentes que fuman y beben alcohol.

Y es que el valor más poderoso de Rebeldes es su mensaje, ese «stay gold» —sigue siendo noble, puro— que reclama el personaje de Johnny al protagonista. La frase es un homenaje a un poema de Robert Frost, pero se ha perpetuado en la cultura popular a través del libro y la película hasta el presente, con toda la fuerza de un lema impreso en nuestro imaginario.

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