«Los millennials son los cazadores-recolectores del mundo digital, tienen más oportunidades y más libertad para escoger en qué y dónde trabajarán». Así resumía 300.000 años de evolución un periódico económico de la India. Sin embargo, el artículo no tenía en cuenta que los primeros grupos humanos se enfrentaron al reto de la supervivencia con el arma de la cooperación, mientras que los actuales aún no han desarrollado formas colectivas de defender su nuevo sistema de trabajo frente a la pantalla.

NEOLÍTICO En esta representación de un asentamiento agrícola ya se manifiesta la separación sexual del trabajo, que nacería junto a la jerarquía y la propiedad. Mientras la mujer se queda en casa preparando el alimento y cuidando a los hijos, el hombre sale a trabajar

MUNDO CLÁSICO La cultura de Grecia y Roma florece a costa del trabajo de los esclavos, que permite a una élite tener tiempo para dedicarse al cultivo de la política y del espíritu. Solo quien no estaba sometido al trabajo manual era considerado un ciudadano libre.

EDAD MEDIA La religión domina la vida cotidiana, pero con el surgimiento de los gremios nacen también las primeras reivindicaciones laborales. El trabajo es visto de una forma más positiva, como una fuente de riqueza y virtud que abrirá paso a la sociedad capitalista.

INDUSTRIALIZACIÓN Nace la sociedad del trabajo, cuyo eje es la producción mecánica, y con ella las luchas obreras para conseguir mejores condiciones laborales. El aumento incesante de la productividad derivará en la sociedad de consumo.

SIGLO XXI La innovación digital convierte el trabajo en una actividad ubicua. Las fronteras entre vida, trabajo y ocio se tornan borrosas y se rompe el vínculo entre lo individual y lo colectivo. La crisis social y medioambiental impulsa una visión ética de la tecnología.