La tinerfeña Sara Estévez ocupa desde 2016 el cargo de ingeniera de mantenimiento del tranvía de Tenerife, una actividad que se centra “en la máquina”, aclara la joven, y que a muchos les resulta curioso que desempeñe “por el simple hecho de ser una mujer”. Confiesa que en alguna ocasión le han dicho incluso que no le pega su trabajo, algo que la asombra porque, pese a ser la primera mujer en ocupar ese puesto, ella no considera que existan “carreras de hombres y carreras de mujeres”. Es más, Sara anima a otras chicas a cursar titulaciones técnicas “porque son fantásticas”. Lo que no oculta es su pesar “porque creo que en las ingenierías las mujeres en vez de ir a más vamos a menos”. Concluye con una recomendación: “A veces somos nosotras mismas las que nos condicionamos, y en eso las mujeres sí debemos cambiar”.