WandaVision, título original de una serie aquí rebautizada, con menos gracia, Bruja Escarlata y Visión, debe de ser la producción que mejor ejemplifica el momento extraño e infinito en que se encuentra el panorama audiovisual. Es una serie de televisión que rinde homenaje a la televisión (en más de un sentido), pero a la vez tiene valores de producción de blockbuster cinematográfico. Es una sitcom (o muchas) y una gran película de superhéroes. Es el pasado y, quizás, el futuro.

Si no han visto nada de la serie de Disney+, conviene saber que relata la vida en pareja de la superheroína Wanda Maximoff-Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen) y el androide sintético Visión (Paul Bettany) en el barrio residencial de Westview, donde pretenden sentar la cabeza. Sus apacibles planes, sin embargo, toman una extraña senda cuando empiezan a saltar entre diferentes formatos clásicos de telecomedia. Lo que no saben, o eso parece, es que Westview está rodeado de un campo de energía al que nada ni nadie puede acceder, ni siquiera la agencia S.W.O.R.D., que intenta averiguar qué diablos hacen dos antiguos Vengadores metidos en réplicas catódicas de sitcoms familiares de los últimos 60 años.

Ahora que se acaba de estrenar el último episodio, merece la pena desguazar la creación de Jac Schaeffer. Conocer las muchas referencias en juego solo sirve para admirar todavía más el proyecto; la facilidad de sus autores para entrelazar el mundo de la telecomedia y el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) en un solo gran divertimento. ¿Nos acompañan? Eso sí, vayan con cuidado; pueden toparse con algún que otro spoiler.

Las ‘sitcoms’

A principios de los 90 se estrenaba la película Permanezca en sintonía, en la que John Ritter y Pam Dawber encarnaban a un matrimonio encerrado en un mundo televisivo del que igual no salían con vida. Algo de ese viaje hay en Bruja Escarlata y Visión, con la diferencia de que el zapping se concentra aquí en el formato telecomedia, a razón de una década distinta por episodio.

La creadora Jac Schaeffer y el director Matt Shakman han querido llevar al extremo su recreación de los distintos modelos. El primer episodio, situado en (una sitcom de) los 50, se filmó con equipo vintage y con el público en el plató, al estilo de las series de las que se nutre, como las queridas Te quiero, Lucy y The Dick Van Dyke show. Como en ellas, Wanda Maximoff y Visión duermen en camas separadas, sugerencia heredada de los días del estricto Código Hays. El estilo visual y los créditos iniciales cambian según la época: en el segundo, la animación creada por Titmouse Inc. es claramente un tributo a la intro que Hanna-Barbera Productions diseñó para Embrujada.

Aunque la recreación de la sitcom ha ido quedando en cierto segundo plano a medida que el UCM se filtraba en Westview, los responsables de WandaVision han seguido haciendo travesuras con las piezas de nuestro imaginario cultural compartido. El tercer episodio insuflaba aires de La tribu de los Brady. En el cuarto, situado ya en los 80, la referencia principal parecía Enredos de familia, con unos toques de Padres forzosos (la serie de las hermanas de Elizabeth, Mary-Kate y Ashley) en el plano con grúa que coronaba los créditos iniciales. Y fue inevitable pensar en las entradas de Kramer al apartamento de Jerry en Seinfeld cuando la entrometida vecina Agnes (Kathryn Hahn) irrumpió en el hogar de nuestros héroes.

Improbable nueva temporada

Hubo algunas apuestas en Internet sobre qué serie de los 90 sería la principal inspiración del quinto episodio, pero ¡Terrorífico estreno de Halloween! pasó por encima de aquella década y fue directa a los dosmiles, época del estreno de Malcolm, en la que se inspiró para esos créditos iniciales con estilo de vídeo doméstico, la dinámica familiar o la ruptura de la cuarta pared a cargo de Billy (Julian Hilliard). Kevin Feige, jefe de Marvel Studios, ya reveló en alguna entrevista que en algún momento los personajes hablarían a cámara como en un documental de broma al estilo Modern family o The office, justo lo que sucedió en el capítulo sexto, con una Maximoff tan neurótica como Claire Dunphy

Acabadas las décadas, y cada vez más en peligro el plan de dominación y luto de Maximoff, una nueva temporada de WandaVision parece improbable, pero más de uno querríamos pasar más tiempo sintonizando con la imaginación de esta mujer ahogada por el luto. Porque, no olvidemos, bajo esta apariencia de simple divertimento metalingüístico, esta serie imposible es también una especie de estudio de las cosas que hacemos para no enfrentarnos al dolor. Como, por ejemplo, por qué no, inventarnos una extraña historia alternativa de la sitcom.

Referencias

En el citado ¡Terrorífico estreno de Halloween!, Wanda celebra la fiesta del truco o trato disfrazada de algo parecido a una superheroína de andar por casa: el maillot, la capa, las botas altas, la tiara, todo ello de llamativo color rojo. Visión, por su parte, saca del ropero un traje verde y amarillo que contrasta con el rojo intenso de su rostro sintezoide. Ella explica que va disfrazada de “pitonisa tradicional sokoviana” y él responde que va de algo parecido a un “luchador mexicano”. Pero en realidad ambos van vestidos de sí mismos, pues los trajes son divertidas réplicas de los que habían llevado en los cómics históricos de Marvel desde sus respectivas apariciones: Wanda en 1964 en la saga de los X-Men, y Visión en 1968 en la de Los Vengadores.

La de los trajes es una más de decenas de burbujeantes (auto)referencias y easter eggs de que se nutre Bruja Escarlata y Visión, un festival para la legión de seguidores del inabarcable universo de Marvel como lo fue hace unas semanas The mandalorian para los devotos de Star wars. En cualquier caso, aquí tampoco es imprescindible ser doctorado en Ciencias de Marvel, pues la historia que relata es un mundo en sí mismo.

Temporalmente, la acción transcurre justo después de los épicos acontecimientos de Avengers: Endgame (2019), en los que, como recordarán, el colectivo de superhéroes lograba revertir los efectos del terrible Chasquido de Thanos, que en Avengers: Infinity war (2018) había hecho desaparecer a la mitad de la Humanidad convirtiéndola en cenizas. El episodio cuatro nos permite ver por primera vez qué sucedió durante el llamado Blip, o regreso a la vida de todos aquellos que habían desaparecido cuatro años atrás, a través de la figura de la capitana Monica Rambeau (Teyonah Parris), cuyas partículas vemos hoy recomponerse en el mismo hospital donde ayer se habían evaporado sin más.

En la serie Rambeau (¿o podemos llamarla ya Fotón?) se ha revelado como un personaje crucial, a cuyo alrededor orbitan muchas de las referencias al UCM. Amiga desde niña de la superheroína Carol Danvers, como ya pudimos ver en Capitana Marvel (2019), Rambeau trabaja para S.W.O.R.D, la agencia que había creado su madre, Maria Rambeau, para la protección de la Tierra de amenazas procedentes del espacio exterior. En su primera misión tras el Blip, deberá investigar la desaparición de la localidad donde viven Wanda y Visión. Y para tal fin, tendrá la colaboración del agente del FBI Jimmy Woo (Randall Park), antiguo activo de S.W.O.R.D. a quien habíamos visto ya en Ant-man y la Avispa y en la serie Agentes de S.H.I.E.L.D.

Más referencias en torno a Rambeau: junto a ella trabaja en S.W.O.R.D. la doctora Darcy Lewis (Kat Dennings), genia gafapasta que es, también, una presencia conocida para los ultrafans del UCM, pues tanto en Thor (2011) como en Thor: El mundo oscuro (2013) era la mejor amiga de Jane Foster, la científica novia del héroe del martillo.

En cualquier caso, dos han sido los golpes de efecto de estas últimas semanas: uno, la aparición al final del séptimo episodio, de la legendaria bruja Agatha Harkness en el entorno más cercano de Wanda; y, sobre todo, la llegada del hermano de esta, Pietro Maximoff, alias Quicksilver, al final del quinto. Todo lo referente a Pietro es realmente desestabilizante: en las películas previas de Marvel en las que el personaje había aparecido, el actor que lo interpretaba era Aaron Taylor-Johnson. Aquí, sin embargo, tiene el rostro de Evan Peters, que era quien lo encarnaba en la saga… X-Men de Fox. Parece que WandaVision ha abierto de par en par las puertas del multiverso de Marvel. No en vano, la serie puede degustarse como selecto aperitivo de la inminente segunda entrega de Doctor Extraño, titulada, de forma más que oportuna, En el multiverso de la locura. Eso mismo.