“En el Reino Unido puedes encontrar publicidad y advertencias del brexit en todos lados pero mi conclusión al hablar con escoceses es que no existe ningún tipo de interés en que se produzca aunque ya estemos cerrando acuerdos; hay muchos conflictos internos en el país, por ejemplo Inglaterra contra Escocia, y por parte de los escoceses hay un rechazo mayoritario a la salida de la Unión Europea”, cuenta Laura Rojas, grancanaria de 25 años residente en Glasgow (Escocia) sobre el panorama que la salida de Reino Unido de la Unión Europea deja para el país y, sobre todo, para los extranjeros que residen en él.

Laura Rojas es profesora de Educación Infantil y reside en Glasgow (Escocia) desde finales de septiembre. “He tenido mucha suerte y conseguí un trabajo en un colegio hace poco más de dos meses”, explica esta joven que el lunes pasado salía a toda prisa de Reino Unido para evitar el duro confinamiento decretado por el hallazgo de una nueva variante del coronavirus.

Esta docente considera que los efectos del brexit, cuyo principio de acuerdo llegó in extremis la noche de Navidad, “es algo que nos afectará a todos de alguna manera”. Pone como ejemplo el riesgo de que haya una disminución en la llegada de turistas procedentes de Reino Unido a Canarias “debido a la burocracia necesaria para desplazarse ahora que no somos miembros de la Unión Europea”.

“A mí, personalmente, no debería afectarme ya que cuento con la documentación necesaria para ahora entrar en el país —tengo contrato de piso, de trabajo— pero bien es cierto que mi percepción ha sido que, a pesar de que el Brexit comienza en 2021, ya se han podido notar ciertos indicios algunos de los cuales ya me afectaron como es el caso de la asignación del número de la seguridad social [allí conocido como NIN —national insure number—] Con la excusa del Covid-19 no están operando las oficinas por lo tanto, no están asignando nuevos números”, dice Rojas. “A pesar de que pretenden una salida más consensuada de la UE creo que las medidas se han ido intensificado y han empezado desde antes a preparar el terreno”.

“Entre los europeos que ya estamos establecidos en Reino Unido no se percibe ningún miedo; existe un permiso temporal de cinco años para vivir y ejercer en el país. Después de ese tiempo se puede aplicar al permiso definitivo, aunque realmente nadie sabe ahora si esa medida cambiará”, añade. “Volver a casa siempre está en mis planes porque como en Canarias no se vive en ningún sitio, aunque es una triste realidad que tenemos mas oportunidades en el extranjero”, concluye.