"Hay necesidad en el mundo y yo puedo contribuir a aliviar esa necesidad". Eso fue lo que pensó Lola Castro hace 27 años, cuando comenzó a trabajar en el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU y jamás se ha arrepentido de la decisión que tomó. La canaria afirma que los países que tienen más historias negativas y parecen más duros "han sido los mejores para mí porque la gente es muy amable, humilde y sencilla, y me han acogido de una manera increíble". Así, Sudán, el norte Mozambique, Pakistán y Guatemala son lugares que han marcado la vida de la isleña.

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