Volver a rodar con una distancia de seguridad de un metro y medio se puede hacer raro. Pero en Hierro se han hecho ya expertos en las medidas de seguridad para contener el coronavirus y se han adaptado rápidamente para poder continuar con el trabajo. El director Jorge Coira recuerda la aventura que supuso volver a El Hierro hace unas semanas. Unos días antes de viajar a Canarias todo el equipo se confinó más de lo normal en sus hogares y se hicieron PCR en origen en varias ciudades. "Una vez que nos confirmaron que todos dábamos negativo empezó el viaje: fletamos un avión en Madrid en el que iba gran parte del equipo, luego voló a La Coruña; los que ya estaban a bordo ni siquiera se bajaron del avión y el resto nos subimos. Fuimos a Tenerife y de allí directos a otro avión que nos llevó a El Hierro, donde nos volvimos a confinar y repetimos la PCR". Fue después de que todos dieran negativo en la segunda prueba cuando comenzaron a grabar.

La vuelta al trabajo ha supuesto algunos cambios. Hay equipos que se han reforzado con más personal para poder hacer nuevos turnos y que así los trabajadores puedan tomarse días libres. "Pero el rodaje lo estamos llevando muy bien", afirma el director, quien como el resto de sus compañeros tenía muchas ganas de volver.

Jamás se le había pasado por la cabeza a Coira ni al resto del equipo hacer frente a una grabación tan atípica, con medidas de seguridad extremas, mascarillas y limpieza constante. "De la excepcionalidad bestial de todos estos meses lo sorprendente es como lo tenemos ya todo asimilado", explica Jorge Coira, quien añade que "es increíble cómo nos hemos acostumbrado a esta situación. Unas pocas semanas antes de que esto empezara parecía un mundo imposible". Y es que para el director "simplemente parar, paralizar la economía y que todo el mundo se meta en su casa era completamente inconcebible". Tras los duros meses de confinamiento, "ahora hacemos muchas bromas" porque ya el equipo de Hierro había tenido que hacer frente antes al episodio de calima que se produjo en febrero, cuando tuvieron que parar el rodaje también. "Lo de no rodar un día era totalmente excepcional porque aunque haya problemas siempre se encuentra algo que seguir grabando, se cambian los planes y se puede seguir trabajando, pero no fuimos capaces en aquella ocasión, y para nosotros fue algo totalmente excepcional no rodar un solo día", relata el regidor, quien concluye que "si en ese momento nos llegan a decir que vamos a tener que parar durante meses no nos lo hubiéramos creído".