Hace 95 años, exactamente en agosto de 1925, un equipo de la Fox desembarcó en Canarias para realizar una filmación. Visitaron varias de las Islas. Estuvieron, concretamente, en Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma. Prácticamente un siglo después, un equipo canario de investigadores localiza, recupera y cataloga parte de esas grabaciones en el los fondos audiovisuales de la Universidad de Carolina del Sur, en Columbia, Estados Unidos.

Podría ser un buen arranque para una novela o un buen punto de partida con el que tejer una historia de aventuras. Pero muchas veces, ya lo dice el tópico, la realidad supera ampliamente a la ficción. Filmoteca Canaria, entidad dependiente del Gobierno de Canarias y encargada, entre otros cometidos, de la recuperación y conservación de todo material relacionado con el cine, especialmente con el realizado en las Islas, ha rescatado este tesoro histórico. Consiguió recuperar para los canarios películas de las Islas firmadas por la Fox en la segunda década del siglo pasado. La calidad y buen estado de conservación de las mismas las hace únicas y son, además, las filmaciones más antiguas halladas hasta el momento de las islas de Lanzarote, Fuerteventura y La Palma. Un auténtico milagro.

Este tesoro, once rollos filmados en 35 milímetros y con material de unos 30 minutos de duración, se han sumado al rico archivo de Filmoteca como una de sus posesiones más valiosas. Eso, teniendo en cuenta que la entidad pública custodia unos fondos audiovisuales que abarcan unos 4.000 títulos.

La vida de los investigadores y de los empleados de la Filmoteca es como la de los arqueólogos, rebuscan en bases de datos de todo el planeta para intentar localizar material relacionado con Canarias. El Archipiélago lleva muchos decenios siendo un importante punto de paso para los viajeros que se trasladaban entre Europa, África y América. Por eso, además de por sus singulares paisajes y constumbres, se convirtió a menudo en el objetivo de fotógrafos y directores de cine y documentales. Gracias a eso, y a la pericia de los investigadores de las Islas, ahora es posible volver a ver los rostros de nuestros ancestros y cómo era su forma de vida. Apenas cien años y dos o tres generaciones han pasado desde entonces pero solo hace falta echarle un vistazo a estas imágenes para comprobar que Canarias ha cambiado radicalmente. De una economía de subsistencia a la llegada del turismo.

La emoción del hallazgo

María Calimano es la directora de Filmoteca Canaria y recuerda, aún emocionada, la historia que hay detrás de este insólito hallazgo. "El que las encontró fue Agustín Miranda. Él es uno de los administradores del grupo de facebook Fotos Antiguas de Tenerife", explica. Este tipo de interacciones son habituales, Filmoteca cuenta con amigos y colaboradores externos que ponen a la institución sobre la pista de material interesante. "Cuando localizó las imágenes, Miranda se puso en contacto conmigo y llamamos a los conservadores del archivo de la Universidad de Carolina del Sur, en Columbia". Se las pedimos y nos las enviaron vía internet". Por suerte, los gestores del archivo norteamericano se mostraron dispuestos a colaborar. Tras los primeros contactos, vía correo electrónico, llegaron a la conclusión de que el intercambio podría ser de mutua utilidad. Los investigadores canarios podrían arrojar luz sobre las localizaciones de las imágenes, que estaban completamente desordenadas. "Por ejemplo, vimos que aparecían dos puertos que no eran de Canarias. Agustín, que es un fiera, los localizó: uno es el puerto de Génova y el otro es el de Marsella", detalla Calimano.

No es casualidad que ambos puertos del Mediterráneo aparecieran, entremezclados, entre las imágenes tomadas en las Islas. Solo hubo que tirar un poco del hilo de los acontecimientos para empezar a darle sentido a las grabaciones. El equipo de la Fox, al parecer, viajó hasta el Puerto de la Luz y de Las Palmas desde el Puerto de Génova, en Italia. A su regreso, desde Canarias viajaron en barco hasta Marsella para luego continuar con su periplo hacia el otro lado del Atlántico. El equipo, por supuesto, tomó imágenes de muchas de sus escalas y la de estosdos puertos, uno italiano y el otro francés, se conservaron mezcladas entre las grabaciones realizadas en las Islas.

Pero, ¿qué hacía un equipo de una de las compañías americanas más prestigiosas de Estados Unidos grabando en Canarias? Tanto los investigadores como la Filmoteca coinciden en la misma teoría: estos cuatro rollos hallados ahora son los descartes del documental Canary Islands. Esta producción, presentada por la Fox en 1926, nunca ha podido ser localizada hasta ahora. Este hallazgo, de hecho, podría arrojar luz sobre el paradero de ese valioso documental. "La Fox mandó a un equipo a rodar en a Europa, a varios países del Mediterráneo, y a Canarias", precisa Calimano.

Este interés en las Islas no es extraño en una época donde cada vez había más fascinación por lo exótico y lo desconocido. De hecho, este tipo de documentales se proyectaban justo antes de la proyección de las películas en los cines de las ciudades americanas. "Creo que en Estados Unidos ya habían visto las imágenes de Gaumont de 1909 y otras posteriores que estamos también intentando localizar y de las que no tenemos noticias", insiste Calimano.

No resulta difícil imaginar la fascinación que escenas como las que aparecen en estos once rollos hallados en Columbia podían ejercer en un neoyorkino a principios del siglo pasado. Canarias era entonces muy diferente: un territorio abrumador por su imponente naturaleza con unas gentes dedicadas por completo a las labores del campo y con unas costumbres bastante distintas a las americanas.

El interés de estas imágenes no radica únicamente en su antigüedad sino en el hecho de que los responsables de su grabación no se conformaron con captar lo que veían en puertos y ciudades costeras. El equipo se adentró en cada una de las Islas a las que arribó y se interesó por los rostros de sus habitantes, por captarlos trabajando en las plataneras o lavando la ropa en el margen de una pista de tierra.

"A diferencia de todo lo que hemos encontrado hasta ahora, este equipo de la Fox filmó mucha actividad. Grabaron muchos planos del puerto de Lanzarote. También hay unas vistas muy bonitas del puerto de La Palma y del antiguo Puerto de la Luz, en Gran Canaria. Además, luego ya se iban al interior de las Islas. Hay imágenes de Las Mercedes y de Jardina, en el caso de Tenerife. De esta Isla está también la avenida que iba hacia La Laguna -la antigua General Mola, ahora Islas Canarias- pero a la altura de la Cuesta de Piedra, del barrio de El Perú. Hay también imágenes tomadas del Parque La Granja con un plano general en el que se ve que todo eran fincas y al fondo se aprecia la Fábrica de Tabacos Victoria. También grabaron en el entorno de la Plaza de La Paz, donde ahora está el Cine Víctor. No había casi nada construido. Luego ya se van al interior de la Isla", relata. Lo mismo hicieron en Gran Canaria. Entre estos rollos hay imágenes tomadas en Arucas, Teror y Valleseco, por poner solo algunos ejemplos. "Tienen esa particularidad, iban buscando rostros y personas del interior de las Islas, gente de campo, pastores y cosas así. Eso llama mucho la atención y las diferencia respecto a las cosas que hemos encontrado hasta ahora", aclara la portavoz de Filmoteca.

El material hallado estaba completamente desordenado, y Agustín Miranda y sus colaboradores fueron los encargados de clasificarlas. La relación con la Universidad de Carolina del Sur ha resultado útil para ambas partes. Se ha podido averiguar, además, que el cámara que realizó las filmaciones se llamaba Ben Miggins, que trabajaba tanto para Fox News como para Fox Variety. En 1925, Miggins realizó un tour por varios países del Mediterráneo antes de desembarcar en Canarias. Con el material resultante y solo un año después, la Fox distribuyó el documental Canary Islands. Filmoteca continúa buscando esta producción, nunca ha podido ser vista en las Islas.

El interés de la multinacional americana por recoger detalles de la vida de las Islas no es raro. "Todo el mundo conocía Canarias porque los barcos hacían escala aquí. Las Islas eran ya muy conocidas, salían habitualmente en las revistas de cine", continúa Calimano. Cuando el Gobierno de Canarias se puso en contacto con la Universidad de Carolina del Sur, la respuesta fue inmediatamente positiva pese a que desde la Filmoteca llegaron a planearse si tendrían que pagar por ellas. La institución de Columbia descartó esa posibilidad de inmediato y enviaron el material a través de internet. A cambio, pidieron la colaboración de los canarios para poderlas identificar y ordenar.

Por su parte, Agustín Miranda recuerda cómo encontró estas imágenes. "Dentro de Fotos Antiguas de Tenerife hay un grupo muy pequeño de personas que nos dedicamos a buscar imágenes, tanto en movimiento como fijas, en situos raros. En Nueva Zelanda, por ejemplo. Sobre todo, investigamos en en repositorios digitales de bibliotecas universitarias. En varias ocasiones hemos encontrado cosas de relativa importancia", explica.

Hace unos cuatro o cinco años que Miranda se topó con estas grabaciones. "No tenía sentido enseñarlas así, sino tratar de ordenarlas. Realmente ahora es cuando se ha venido a terminar, era muy complicado hacerlo. Piensa que el montaje estaba hecho de tal manera que si había un perrito en Tarifa en las imágenes, ponían al lado otro perrito que estaba en Icod de los Vinos, por ejemplo. Había que discernir dónde estaba cada uno. Estaba hecho por alguien que no conocía para nada las Islas Canarias y solo pretendía conservarlas. Las montaron como dios les dio a entender", detalla.

Además, ya están trabajando para poder proyectar en las Islas el contenido total de las filmaciones, de una media hora de duración. Por lo pronto, ya han editado un teaser que prueba el valor del material. Para poder realizar ese trabajo contaron con la ayuda de las escenas de claqueta, que "afortunadamente" se salvaron. "Suponiendo que lo que está alrededor de la claqueta se filmó al mismo tiempo, logramos presentar un primer montaje. Es probable que la gente de cada Isla, cuando lo vea, encuentre algún error pero valía la pena ordenarlo. Son imágenes muy interesantes", asegura Miranda.

Para el investigador y profesor, las escenas captadas en el Puerto de los Mármoles, en Arrecife, están entre las más impresionantes. "Son las primeras que me vienen a la cabeza porque se tomaron en una situación muy angustiosa". La isla conejera sufría en esos momentos una tremenda sequía y dio la casualidad que el equipo de la Fox llegó justo a tiempo para filmar el momento en el que un barco llegado desde Tenerife desembarcaba agua potable para sus habitantes. En las grabaciones se ve a lanzaroteños cargando esos suministros en sus camellos. "Me impresiona mucho, en general, la condición de la mujer. En todas las imágenes de todas las Islas impresiona mucho su situación. Hay dos modelos. Por un lado, la mujer suele estar en estado de espera, en la plaza cosiendo, por ejemplo. Hay un grupo de La Palma que es impresionante: hay como 20 mujeres y niñas cosiendo en coro al aire libre. Por el otro, suelen estar trabajando como mulas. Cuanto un grupo está cargando piñas de plátano, ellas cargan con dos. Es increíble", reconoce Miranda. También destaca el investigador cómo le emocionan especialmente los rostros en los que se fijan los especialistas de la Fox. "Son personas extremandamente humildes, muy tímidas y muy dulces, tanto los hombres como las mujeres. Son gente vergonzosa que incluso se muestran arrebolados cuando miran a la cámara. La verdad es que es enternecedor cuando las ves", asegura.

Campesinas, lecheras, pastores, niños, detalles de las técnicas de cultivo empleadas en la época y los diversos y habituales métodos de transporte de la época -burros, camellos, coches y guaguas- fueron captados al detalle por el equipo de Miggins y han conseguido devolver a la vida una época en la que Canarias era muy distinta a la actual. Miranda sostiene la misma hipótesis que Calimano: estos once rollos podrían contener los descartes del documental desaparecido de 1926. "Es que llama la atención, por ejemplo, que las ciudades principales como Las Palmas o Santa Cruz están muy poco representadas. Da la sensación de que podrían ser los descartes, sí", confirma. También destaca la estupenda calidad con la que las grabaciones se han conservado hasta nuestros días. Este es un detalle que a la directora de Filmoteca le parece especialmente relevante. "Están filmadas en 35 milímetros, en blanco y negro, mudo, evidentemente. No se había inventado todavía ni el color ni el sonido. Se hicieron sobre material nitrato, que es altamente inflamable. En la época todas las películas se grababan en soporte nitrato. La calidad que tiene ese material no la tiene ni el 4K, creo yo. Se ven perfectas, es asombroso. Creo que el hecho de que estén tan bien se debe precisamente a que eran descartes. Lo lógico es que las imágenes tengan suciedad o que tengan rayas pero como eran materiales repetidos, seleccionaron la mejor y el resto se quedó ahí guardado sin apenas tocarse hasta que esta universidad lo digitalizó", destacó Calimano.

Este último descubrimiento confirma que aún quedan sorpresas por descubrir sobre las Islas en lo que a material audiovisual se refieres. Los expertos del Gobierno de Canarias continúan buscando en el extranjero y el hallazgo de estos supuestos descartes les ha puesto, de nuevo, sobre la pista para hallar el documental de 1926. "Estas cosas pasan cuando piensas que ya no va a aparecer nada más. A ver si aparece el segundo rollo de El Ladrón de los Guantes Blancos o La Erupción del Volcán Chinyero. Durante el confinamiento, en mis ratos libres, me ponía a investigar. Encontré mucha información que no teníamos hasta ahora, también en Estados Unidos. Hay revistas americanas de cine que dan un montón de datos que nos pueden ayudar. Son detalles fundamentales que nos animan a seguir investigando e intentar localizar la película en Estados Unidos", indica. Se cree que el montaje final del documental del que podrían formar parte estas imágenes tuvo unos 15 minutos de duración, según se ha podido determinar gracias a las referencias halladas en la prensa de la época.

Miranda, por su parte, reconoce que encontrar este tipo de tesoros compensa con crecer las largas búsquedas que en la mayoría de las ocasiones caen en saco roto. "La tarea es muy pesada. A veces te pasas semanas sin encontrar nada de nada. Somos unos auténticos aburridos porque hace falta mucho tiempo para dedicarse a esto. Cuando encuentras algo, la emoción que sientes debe ser exacta a la de debe tener un arqueólogo, efectivamente", concluyó.