El Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife es la institución con más obras de El Prado disperso en toda Canarias. En total son 42 piezas -37 pinturas y cinco esculturas- las que se pueden visitar. Y es que todas están en exposición permanente. De ellas, 26 cuadros están expuestos entre las salas del centro de arte y en el almacén visitable. Por su parte, las esculturas se custodian en ese último almacén y en el de escayolas. Estas obras llegaron desde Madrid a partir del año 1900, posicionando al museo como el primer espacio del Archipiélago que recibió fondos del antiguo Museo de Arte Moderno. Además, siguió recibiendo piezas mucho después que el resto de espacios de depósito, hasta 1982, cuando cerró la recepción de piezas con un autorretrato de Luis de la Cruz y Ríos, fechado hacia 1830.

El origen del museo se remonta al año 1840 y fue 60 años más tarde cuando surgió la oportunidad de albergar algunos fondos del principal museo de España tras la organización de una exposición que tuvo lugar en la entrada del Teatro Guimerá de la capital chicharrera, con motivo de la celebración de las Fiestas de Mayo. Así, entre las obras depositadas en el enclave chicharrero destacan Orfeo y los animales, del taller de Jan Brueghel el Viejo y Zaragoza, 1809 de Nicolás Megía Márquez (1890) por el que precisamente logró una segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. También son de admirar la copia del retrato de Isabel II de Federico de Madrazo, atribuida a Isidoro Santos Lozano Sirgo (1844). Se trata de una de las tres copias del retrato de la monarca de Madrazo y, en concreto, esta es absolutamente literal al original en todos sus detalles.

A pesar de la cantidad de obras de arte con las que cuenta el Museo de Bellas Artes santacrucero, y su indiscutible calidad, la directora María del Carmen Duque, explica que contar con estos fondos "ha relanzado nuestro museo, y posibilita que los canarios puedan disfrutar de obras que, por su insularidad, no podrían verse de otra forma". Asimismo, estos depósitos ayudan a ampliar las temáticas de los cuadros que se encuentran en las Islas.