La vida de Roger Grasas (Barcelona, 1970) tomó un rumbo imprevisto cuando la princesa saudí Rima Bint Turki al Saud vio unas fotos suyas en blanco y negro y le buscó para que retratara su boda con una mirada creativa. Aquel primer proyecto fue el inicio de una década de viajes y trabajo en Arabia Saudí y los Emiratos Árabes, que le ha permitido explorar las huellas de la actividad humana en el paisaje de Oriente Medio.

En HaAretz ( La Tierra, en hebreo) Grasas se adentra en los escenarios de los hechos relatados en la Biblia. Allí, la tensión entre un paisaje milenario y un presente dominado por el progreso y el consumismo genera imágenes inquietantes. El trabajo fue premiado en PHotoEspaña 2018 y saldrá próximamente en formato libro. "El proyecto plantea cuál debería ser el papel de Dios en una sociedad donde la ciencia ya lo explica todo -afirma Grasas-. Si la religión de hoy es el capitalismo y la tecnología, ¿para qué sirve Dios? El resultado es un mundo raro, pero al mismo tiempo poético".

Todas las fotografías se acompañan de una cita bíblica que corresponde al espacio retratado. La figura humana es secundaria y, a menudo, insignificante porque el objetivo no es retratar la actividad del ser humano, sino la huella que este deja en el territorio.

Un nómada

Roger Grasas es un nómada posmoderno. Su vida es un viaje que él convierte en arte. Para este proyecto hizo 25 viajes por Egipto, Jordania, Israel, Palestina, Líbano y Siria, el territorio que fue Tierra Santa.