Costa Adeje y Barcelona regalan una tarde de 'Primera' a un Rodríguez López de récord

Los 9.617 espectadores en el recinto capitalino baten el registro absoluto de mejor entrada en un partido femenino de clubes en Tenerife

La victoria azulgrana no merma la alegría de un público entregado a la 'fiesta del fútbol'

Santa Cruz de Tenerife

Faltaban aún cuatro minutos para las 16:00 -hora prevista para el arranque del duelo entre el Costa Adeje Tenerife Egatesa y el FC Barcelona- cuando dejó de sonar la música de ambiente en el Heliodoro Rodríguez López. Del afamado 'Sweet Caroline' de Neil Diamond a los Balones de Oro de Alexia Putellas (titular en el compromiso) y Aitana Bonmatí (hoy suplente).

No desmerecen, ni mucho menos, otras estrellas mundiales como la campeona del mundo Cata Coll, la zaguera Mapi León, la ariete Ewa Pajor, máxima artillera de la Primera División femenina, o la talentosa Vicky López, mejor futbolista joven del planeta. En el cuadro insular, aplausos para la incombustible María José Pérez y cariño para la pichichi del equipo, Gift Monday, que presumió del trofeo a la mejor jugadora de la competición en el mes de febrero. Fuera de la convocatoria por unas inoportunas molestias a última hora, la nigeriana levantó el trofeo, y lo compartió con sus compañeras, vestida con un impoluto traje oscuro.

Los asiduos al Rodríguez López, habitual casa del CD Tenerife, palpan una diferencia notable en tardes excepcionales como esta. Que el Costa Adeje se acerque a la capital es motivo de festejo, de goce. La gente acude a la cita, fundamentalmente, a pasárselo bien. Este sábado destacaron las camisetas azulgrana (se contaban por centenares), la jovencísima edad media del público asistente y, por supuesto, una masiva presencia femenina. Si bien era una tarde para todos, las protagonistas fueron ellas.

Alexia Putellas se toma una fotografía con un recogepelotas.

Alexia Putellas se toma una fotografía con un recogepelotas. / Arturo Jiménez

El ambiente ocioso, no obstante, no distrajo en absoluto al combinado dirigido por Eder Maestre. "Para nosotras no es una fiesta, vamos a competir y tratar de ponérselo difícil al Barcelona", había advertido Noelia Ramos durante la semana. Precisamente por eso se resguardó Mestre con un planteamiento conservador -como es comprensible-, que motivó un ritmo de partido bajo con poco margen de emoción para el público que colmaba los anillos superior e inferior de Tribuna y San Sebastián y que fue numeroso también en la zona baja de Herradura (esta última tuvo que ser abierta a última hora debido a la gran respuesta popular). Así, fueron 9.617 los presentes que batieron el registro de 9.035 marcado en el mismo escenario y frente al mismo rival hace apenas una temporada. Otro récord a cuenta del Costa Adeje: el partido femenino de fútbol de clubes con mayor presencia en la historia de Tenerife.

Se sintieron con la fuerza de una multitud que se contaba por miles las protestas a alguna decisión arbitral, cariño en las pocas llegadas del combinado local y aplausos para Mari Jose cuando la estrella santacrucera abandonó antes de tiempo el estadio en el que soñó con jugar desde pequeña. Un golpe de Alexia fue fatal para la atacante, que puso todo de su parte para seguir, pero el pundonor no fue suficiente. Emocionada fruto de la frustración, Pérez se marchó ovacionada por el público, animada por sus compañeras (especialmente Pisco) y con la sentida disculpa de Putellas, que también se había hecho daño en la acción.

Ni el amago de lluvia que se apaciguó en unos minutos, ni el 0-1 de Alexia ni la desgracia de María José mermaron la alegría de los asistentes. La Primera División estaba de vuelta en el Heliodoro Rodríguez López. Lo demás, resultado incluido, daba igual. Al descanso, los goles de los más pequeños en un 'show' elaborado para el momento y la participación estelar de 'Gara' (la pantera mascota del Costa Adeje), 'Auri' (la abeja de La Laguna Tenerife) y 'Elio-Doro' (el elefante del CD Tenerife) mantuvieron alto el pulso en el recinto capitalino.

El partido se le hizo largo a la UD Tenerife, con marcador corto pero siempre a merced del juego de posesión de un Barça que tampoco pasaba por su mejor tarde. Pero la gente estaba con ganas. Los gritos de "Tenerife, Tenerife" entre palmas y el murmullo esperanzador en cada combinación e intento de ataque locales dieron siempre buena muestra de ello.

El tanto de Patri Guijarro a falta de cinco minutos cercenó la esperanza del milagro que estuvo menos lejos en alguna de las intentonas de Bea Beltrán. Ni entonces hubo tristeza. Ayudó el grito de gol de los numerosos culés, que se hicieron notar, aunque volvió a ser clave la actitud general de los asistentes, quienes encontraron justo después un último motivo para la celebración, el regreso de Natalia Ramos tras once meses ausente por una lesión de cruzado.

Natalia Ramos entrega una camiseta de recuerdo a los aficionados.

Natalia Ramos entrega una camiseta de recuerdo a los aficionados. / Arturo Jiménez

Los que aguantaron, de hecho, fueron premiados con el cariño de la plantilla y cuerpo técnico locales, que agradecieron el apoyo con su cariño, balones y camisetas que preparó el club insular para una de las citas más importantes de su historia. Otra más en el Rodríguez López. Otra más en la que apunta a ser su casa la próxima campaña.

A la salida del estadio, una muchedumbre eufórica corre a toda prisa cuesta arriba la calle La Mutine. Se marchan las futbolistas del Barcelona, hay que darse prisa para rascar un autógrafo. Que no desesperen los más lentos, quizá haya premio en la 25/26.

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