La eslovena Tina Maze, que estuvo a punto de firmar la temporada perfecta, y el austriaco Marcel Hirscher, que revalidó título, ganaron la Copa del Mundo de esquí alpino 2012-13, que concluyó el domingo en Lenzerheide (Suiza) y en la que Carolina Ruiz se convirtió en la primera española en ganar un descenso.

Maze, de 29 años, que cerró la temporada ganando el gigante de Lenzerheide, donde el alemán Felix Neureuther se anotó el eslalon final, se doctoró este curso. Tras acabar sexta, cuarta, tercera y segunda en la general de las últimas cuatro campañas, la eslovena dio el definitivo salto de calidad y ganó la primera gran Bola de Cristal para su país. A lo grande. Con más del doble de puntos que la segunda clasificada, la alemana Maria Höfl-Riesch.

La esquiadora de Slovenj Gradec firmó un récord histórico (absoluto) de 2.414 puntos -superando los 2.000 con los que hace trece años el mítico Hermann Maier ganó su cuarta gran Copa para Austria-, 1.313 más que Riesch y con 1.385 más que la austriaca Anna Fenninger, tercera en la general final. Una auténtica barbaridad.

Maze logró su undécima victoria de una temporada en la que dejó en 24 la nueva plusmarca de podios por curso. Había llegado a Suiza con posibilidad de ganar todas las Copas en juego. Y no firmó una quizá irrepetible temporada perfecta porque la niebla quiso que se cancelara el descenso, que se acabó llevando -por un solo punto- la lesionada estadounidense Lindsey Vonn. Y porque Mikaela Shiffrin, compatriota de la anterior, confirmó el sábado que su prematuro oro mundial en eslalon de Schladming (Austria) no fue una casualidad.

Ganó general, supergigante y gigante, la primera de las Copas que capturó. Y gracias a lo relatado anteriormente, demostró que también es terrenal. La bella Tina se doctoró 'cum laude'.

El pasado 24 de febrero, la eslovena ya tenía asegurada matemáticamente la general. Un día después de que Carolina Ruiz hiciese historia, al convertirse, en Meribel (Francia), en la primera española en ganar un descenso de esta competición.

La esquiadora de Sierra Nevada, de 31 años, estrenó palmarés y unió su nombre a la selecta lista de vencedores para España, que encabeza la también andaluza María José Rienda (6 triunfos), seguida de los hermanos madrileños Blanca (4) y Paco Fernández Ochoa (1).

A la española, que acabó la temporada con lesión en una vértebra, no le vino mal la suspensión del descenso y el supergigante de las finales de Lenzerheide, en los que no hubiese podido participar. Nacida en Osorno (Chile), pero afincada desde muy pequeña en Granada, acabó decimoquinta en la clasificación de la disciplina reina y undécima en la de 'súper'. Adscrita desde este año al equipo francés, con el que entrena, Carolina firmó un curso sobresaliente.

Y el austriaco Marcel Hirscher, que a los 24 años revalidó el título logrado el año pasado, lo concluyó con matrícula de honor. Tras ser segundo en el último eslalon, emuló al italiano Alberto Tomba, que la temporada 1991-92 también había conseguido subir a todos los podios de esa disciplina en una misma campaña.

Hirscher, que también ganó la Bola de esa disciplina, se aseguró su segunda Copa del Mundo al sumar 1.535 puntos, 309 más que Aksel Lund Svindal -ganador en 2007 y 2009-, que se llevó a Noruega los trofeos de descenso y supergigante; y 513 más que el estadounidense Ted Ligety, gran triunfador en Schladming, donde capturó tres oros.

El astro salzburgués, que en los citados Mundiales ganó el título por equipos y el de eslalon, venció cinco veces en esa modalidad, fue segundo otras tantas y concluyó tercero en una ocasión. Subió otras ocho veces al cajón, para completar 18 podios en una temporada en la que también ganó un gigante, la asignatura que dominó más que nadie (con seis victorias) Ligety.